Miscelánea arqueológica.

Arqueólogos identifican una muralla romana construida para contener al esclavo rebelde Espartaco y su ejército

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(CNN) -- Arqueólogos que trabajan en el sur de Italia identificaron una fortificación romana construida para contener al líder de la revuelta de esclavos Espartaco y a su ejército.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la muralla, que se extiende a lo largo de 2,7 kilómetros, fue construida por el general romano Marco Licinio Craso en el año 71 a. C.

Espartaco sirvió en el ejército romano antes de convertirse en bandido y ser capturado y vendido como esclavo.

Arqueólogos identifican una muralla romana construida para contener al esclavo rebelde Espartaco y su ejército

Fotografías aéreas revelan un circo romano en Iruña-Veleia con capacidad para unos 5.000 espectadores

El descubrimiento de la empresa Arkikus muestra que la antigua ciudad alavesa «tuvo una importancia regional mayor de lo que se pensaba»​


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El circo romano apareció por primera vez ante los ojos de los hermanos Ordoño en diferentes ortofotos e imágenes aéreas en 2020. Pero en aquel momento era solo una sensación, que confirmaron años después, cuando descubrieron la curva que cerraba el circo romano. Es un edificio alargado de 280 metros de largo por 72 metros de ancho, donde había carreras de carros tirados por caballos.

"No merece la pena excavar el circo romano en su totalidad, lo que interesa es su conocimiento"
 
Hallan un ancla de época romana del año 253 a.C. en el fondo del mar en el sur de Italia

Un ancla de época romana del año 253 a.C. fue hallada este martes en el fondo del mar, cerca de la localidad de Palinuro, en la región de Campania (sur de Italia).

El hallazgo se hizo a más de 50 metros de profundidad, en una zona de gran interés histórico entre los golfos de Velia y Policastro, durante un control de bienes arqueológicos hundidos realizada por una unidad de los Carabineros -policía militarizada italiana- encargada de protección del patrimonio cultural, que informaron del descubrimiento en un comunicado.

El ancla de plomo se encuentra intacta, clavada a 52 metros de profundidad y probablemente perteneció a una nave romana que naufragó en torno al año 253 a.C., pero por ahora no se han encontrado otras partes de la embarcación.

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Hallan un ancla de época romana del año 253 a.C. en el fondo del mar en el sur de Italia

Un ancla de época romana del año 253 a.C. fue hallada este martes en el fondo del mar, cerca de la localidad de Palinuro, en la región de Campania (sur de Italia).

El hallazgo se hizo a más de 50 metros de profundidad, en una zona de gran interés histórico entre los golfos de Velia y Policastro, durante un control de bienes arqueológicos hundidos realizada por una unidad de los Carabineros -policía militarizada italiana- encargada de protección del patrimonio cultural, que informaron del descubrimiento en un comunicado.

El ancla de plomo se encuentra intacta, clavada a 52 metros de profundidad y probablemente perteneció a una nave romana que naufragó en torno al año 253 a.C., pero por ahora no se han encontrado otras partes de la embarcación.

Ver archivo adjunto 1996110

Supongo que ustec ya sabe que en puridad no es un ancla sino parte de ella. Las anclas romanas eran de madera, y eso que se ve es el contrapeso de plomo que se ponía en la caña para hundirla. Se le denomina cepo, y por mi zona se encuentran buceando muchos de estos cepos, en el museo de Cádiz tienen expuestos varios, algunos muy grandes, y tienen tantos, así como ánforas etc. , que literalmente les falta sitio.


Por ser de plomo, son muy resistentes a la acción corrosiva del mar. Los más apreciados son los que tienen en el centro un sello de propiedad o de uso , por ejemplo dos delfines de espaldas opuestas.

Mucho más raro de encontrar, ya que es mucho más pequeño, es el zuncho del ancla, una pieza similar a una hebilla que servía para afianzar las "patas" del ancla a la caña.

 
Figurilla femenina de 8.000 años de antigüedad descubierta en Ulucak Höyük, en el oeste de Turquía
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Uno de los yacimientos neolíticos más destacados y antiguos hallados en la actual Turquía ha proporcionado otro interesante hallazgo: en Ulucak Höyük (túmulo de Ulucak) se ha desenterrado una estatuilla de arcilla de una figura femenina, datada hace 8.000 años.

El hallazgo se produjo en el distrito de Kemalpasa, en el oeste de Turquía, en Ulucak Höyük, uno de los yacimientos más antiguos de Anatolia occidental. Se describe como «una pieza muy rara» y puede haber formado parte de importantes ritos de abundancia y fertilidad.

El Prof. Dr. Özlem Çevik, profesor del Departamento de Protohistoria y Arqueología del Próximo Oriente de la Facultad de Letras de la Universidad de Trakya, declaró: «El elemento más importante que distingue a esta figura de las demás es que tiene la boca indicada. Porque las figuras suelen tener ojos y nariz. Sin embargo, en esta figura vemos que tanto la boca está indicada en forma de agujero como que se ha hecho un agujero en el cuello para que pueda ser joya».

Las excavaciones llevadas a cabo con el apoyo del Ministerio de Cultura y Turismo, el Municipio Metropolitano, el Municipio de Kemalpaşa y la Industria Organizada de Kemalpaşa continúan desde 2009 bajo la dirección del Profesor Dr. Özlem Çevik, profesor del Departamento de Arqueología de la Facultad de Literatura, Protohistoria y Cercano Oriente de la Universidad de Trakya.

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Foto: AA


El Prof. Dr. Özlem Çevik afirmó que el túmulo de Ulucak es uno de los primeros asentamientos de Izmir: «Ulucak representa uno de los primeros asentamientos agrícolas de Anatolia occidental. Es muy importante para nosotros comprender el proceso de neolitización. El primer asentamiento en el túmulo data de hace 8.850 años. Durante 1.150 años, el asentamiento neolítico continuó en Ulucak Höyük durante 45 cinco generaciones sin interrupción. Este año continúan las excavaciones en el túmulo. Uno de los hallazgos más importantes hasta el momento es una figura femenina. Por lo general, en Ulucak encontramos partes de figuras como brazos, piernas y cabezas. Esta figura, que hemos encontrado este año, es la sexta que se ha hallado completa hasta ahora».

El Prof. Dr. Çevik subrayó que se puede suponer que la figurilla femenina representada tiene una posición privilegiada en la comunidad y dijo: «Puede representar a la persona que vive aquí y cuenta las historias en la comunidad. Está hecha de arcilla. Mide entre 8 y 10 centímetros. Cabe en una mano. Los encontramos enterrados en las casas, cerca de hornos, en fosas bajo los umbrales de las puertas, o asociados a piedras de moler, o asociados a sílex en un recipiente. Pueden ser objetos rituales utilizados para cumplir una intención, acción o petición».


El túmulo de Ulucak, situado en el distrito de Ulucak del condado de Kemalpaşa, en el kilómetro 15 de la carretera Bornova-Ankara, fue el emplazamiento de uno de los asentamientos más antiguos de Anatolia occidental e ilumina la historia cultural tanto por su estructura arquitectónica como por sus hallazgos. Las excavaciones comenzaron en 1995 y se identificaron tres estratos culturales. Se trata del periodo romano tardío en la parte superior; las capas de la Edad de Bronce Temprana bajo los asentamientos bizantinos tempranos y el asentamiento neolítico tardío en la parte inferior.

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com

 

El ADN identifica a Teodomiro, fundador del Camino de Santiago hace 12 siglos​

Una investigación internacional confirma que los restos analizados en 2019 son los del obispo que encontró en Galicia la supuesta tumba del apóstol Santiago y dio inicio a una de las mayores peregrinaciones conocidas.​


Una tarde de julio, en la nave central de la Catedral de Santiago de Compostela, el incienso del botafumeiro impregna el aire mientras miles de turistas y peregrinos se agolpan a la espera de abrazar al apóstol. Disimulando para no atraer a curiosos, el arqueólogo Patxi Pérez-Ramallo abre una trampilla casi a ras de suelo y señala una tenebrosa escalera que baja. En unos pocos peldaños, a cuatro metros por debajo del templo, estamos ya en pleno siglo IX.

“Aquí estaban las dos primeras casas que hubo en Santiago”, dice Pérez-Ramallo. Estos pobres aposentos construidos hace más de 1.100 años se convirtieron pronto en tumbas de la primera necrópolis del lugar, cuando Santiago era apenas una aldea de devotos llegados de otros puntos de la Península en busca de santuario. Aún se ven los restos de la primera muralla y, dentro de sus muros, un amasijo caótico de sepulcros: lujosos sarcófagos para ricos, lápidas partidas para pobres, sepulturas grandes de adulto y otras diminutas para niño, todos enterrados sin objetos de valor, pues a Dios había que ir limpio de riquezas materiales. En varias aún descansan los muertos, totalmente cadavéricos.

En la parte más rica y noble de este cementerio usado entre los siglos IX al XII, donde los muertos tenían incluso lápidas con su nombre, el arqueólogo Manuel Chamoso Lamas encontró en 1955 la lauda funeraria de Teodomiro. Fue un hallazgo histórico que desde entonces ha estado envuelto en polémica y misterio.

Detalle de uno de los sepulcros reutilizados en la necrópolis medieval de Santiago de Compostela.Trabajo de identificación por ADN de los restos del obispo Teodomiro, fundador de la Catedral de Santiago.Tumba en el subsuelo de la catedral.



Teodomiro fue el obispo de Iria Flavia —actual Padrón—, uno de los pocos obispados que quedaron tras la oleada turística fiel a la religión del amora de la Península en 711. Según la leyenda, el prelado encontró la tumba perdida del apóstol Santiago, discípulo aventajado de Jesús, en un bosque llamado Libredón. Contra todo pronóstico, el obispo se mudó de inmediato a este lugar inhóspito, donde se levantó un pequeño templo al que acudió el rey Alfonso II de Asturias siguiendo la línea de la costa, lo que inauguró el Camino Primitivo. Fue el comienzo de una peregrinación que continúa en la actualidad con casi medio millón de visitantes que llegan cada año a Santiago para contemplar el Pórtico de la Gloria y el resto de maravillas que esconde la catedral.

Hasta el descubrimiento de la lápida, se pensó que Teodomiro ni siquiera había existido. Durante las excavaciones se hallaron restos humanos de una persona bajo esa tumba, pero el análisis de los huesos no pudo determinar si eran de un hombre o de una mujer.

Casi 60 años después, en 2014, la Fundación Catedral de Santiago puso en marcha un proyecto para aplicar a los restos los nuevos métodos de análisis molecular con la intención de esclarecer si realmente son del mítico obispo, sin el cual no hubiera existido el Camino de Santiago. “Queríamos una investigación completa con todas las posibilidades que hoy tiene la ciencia”, resume Daniel Lorenzo, sacerdote director de la Fundación. El proyecto recayó en Pérez-Ramallo, historiador santiagués de 36 años que había trabajado vendiendo entradas para el museo de la catedral, y que se ha especializado en las últimas técnicas de datación y análisis forense de ADN en Reino Unido, Alemania y Noruega, donde trabaja actualmente.

Una fría noche de noviembre de 2019, pasadas las 10 de la noche, Pérez-Ramallo esperó pacientemente a que los canteros retirasen con mimo la lauda de Teodomiro. Debajo había una caja que los arqueólogos habían sellado con una capa de metal en los años 50. Un herrero la retiró “como si fuera una lata de sardinas”, recuerda el investigador gallego.

Primero salieron virutas, después una tela protectora y, por fin, la calavera, costillas y huesos de brazos y piernas del supuesto obispo, enterrado en el año 847. Junto a ellos había un mensaje en el tiempo dejado por Chamoso Lamas para los arqueólogos del futuro: la memoria sellada que certificaba la autenticidad del cadáver y las dificultades para determinar su sesso.

Los huesos estaban cortados por sus extremos, no había cadera ni cara. “El cráneo tenía rasgos masculinos, efectivamente, pero también otros indeterminados; y en general la complexión era muy grácil”, recuerda Pérez-Ramallo. Aquella noche no se pudo determinar más, y todos los presentes acordaron no decir ni una palabra de lo que allí había sucedido hasta que no hubiese un veredicto concluyente.

Los restos mortales de Teodomiro.Los restos mortales de Teodomiro.P. P-R.
Cinco años y una esa época en el 2020 de la que yo le hablo mundial después, los resultados del análisis de ADN extraído de los huesos, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, no dejan dudas: los restos son de un hombre. La datación por carbono 14 indica que murió pasados los 45 años. Los rasgos físicos apuntan que era de complexión débil y no realizó en vida trabajo físico, lo que encaja con un obispo.

La datación de una costilla apunta a que murió en torno al 820, con un margen de error de hasta 15 años más, lo que ya caería cerca de la fecha de la lápida. Los restos son los más antiguos hallados en toda la necrópolis santiaguesa, en la que Pérez-Ramallo ha analizado unos 30 cadáveres, 10 de ellos con ADN, en una investigación previa que sufragó pidiendo dinero a sus padres, un ama de casa y un mecánico que residen en Boiro.

Los átomos de carbono, nitrógeno y oxígeno acumulados en los huesos permiten afinar qué comió esta persona y de dónde venían sus alimentos. Los resultados desvelan que tuvo una dieta muy austera, casi monacal, pero no tan espartana como la de los pobres campesinos de la época, lo que encaja con un obispo que vivía como un monje. Los isótopos indican que siempre vivió cerca de Santiago, pero su procedencia original estaba más al suroeste, en la costa, justo donde estaba Iria Flavia. Con todos estos datos, “podemos decir que es Teodomiro con un 98% de probabilidad”, asegura Pérez-Ramallo, investigador de la Universidad Ciencia y Tecnología de Noruega.

El ADN identifica a Teodomiro, fundador del Camino de Santiago hace 12 siglos

Y luego, el artículo añade:

Los restos mortales guardaban un último secreto. El análisis del genoma destapa una importante ascendencia del norte de África. Estudios anteriores han visto la misma marca en gallegos actuales, lo que supone un misterio. Es posible que sea influjo de los cruces con los invasores fiel a la religión del amores, pero según el equipo de Pérez-Ramallo es una señal demasiado fuerte y exclusiva de Galicia. Este territorio no fue conquistado por los fiel a la religión del amores, aunque Almanzor destruyó la basílica románica que precedió a la catedral de Santiago, en 997. Lo más plausible, argumenta Pérez-Ramallo, es que los abuelos o bisabuelos de Teodomiro descendieran de romanos que vivieron en el norte de África durante el Imperio. Siglos después, ya en el siglo VIII, los ancestros del obispo pudieron cruzar el Estrecho junto a los invasores fiel a la religión del amores y se pasaron a la zona cristiana.

@Topollillo

Es curioso el tema de la huella genética norteafricana en Galicia, cada vez más respaldado por datos. El último el del supuesto Teodomiro. Desde luego, la explicación que dan en el artículo es absurda en tanto sólo implica a la familia del obispo y no un movimiento relativamente importante de población, que es lo que justificaría una huella genética tan importante y duradera.

El análisis genético del supuesto Teodomiro desmentiría una de las hipótesis que intentan explicar el importante aporte genético norteafricano en el noroeste de España: la reubicación de los moriscos vencidos tras la Guerras de las Alpujarras. Ese aporte ya existía con bastante anterioridad al siglo IX. ¿De dónde procedía entonces? Lo único que parece cuadrar es el trasvase por los romanos de población del norte de África forzada a trabajar en las minas de oro de León y Galicia. Aunque no termina de convencerme del todo.

¿Teorías?
 

Un influjo prerromano de bereberes o mejor dicho protobereberes, sin duda alguna.

Ya con duda alguna, porque no tenemos mucha idea de los movimientos de población de fines del neolítico o inicios del calcolítico en la zona antes de que los Yamnaya llegaran e hicieran tabula rasa de los genomas peninsulares, yo lo asociaría a las rutas marítimas de la primera Edad del Bronce y la expansión de la cultura de los megalitos desde el Mediterráneo central (Malta) hacia el Atlántico (Bretaña).

Qué casualidad que Galicia pillaba justo a mitad del camino.
 

El ADN identifica a Teodomiro, fundador del Camino de Santiago hace 12 siglos​

Una investigación internacional confirma que los restos analizados en 2019 son los del obispo que encontró en Galicia la supuesta tumba del apóstol Santiago y dio inicio a una de las mayores peregrinaciones conocidas.​


Una tarde de julio, en la nave central de la Catedral de Santiago de Compostela, el incienso del botafumeiro impregna el aire mientras miles de turistas y peregrinos se agolpan a la espera de abrazar al apóstol. Disimulando para no atraer a curiosos, el arqueólogo Patxi Pérez-Ramallo abre una trampilla casi a ras de suelo y señala una tenebrosa escalera que baja. En unos pocos peldaños, a cuatro metros por debajo del templo, estamos ya en pleno siglo IX.

“Aquí estaban las dos primeras casas que hubo en Santiago”, dice Pérez-Ramallo. Estos pobres aposentos construidos hace más de 1.100 años se convirtieron pronto en tumbas de la primera necrópolis del lugar, cuando Santiago era apenas una aldea de devotos llegados de otros puntos de la Península en busca de santuario. Aún se ven los restos de la primera muralla y, dentro de sus muros, un amasijo caótico de sepulcros: lujosos sarcófagos para ricos, lápidas partidas para pobres, sepulturas grandes de adulto y otras diminutas para niño, todos enterrados sin objetos de valor, pues a Dios había que ir limpio de riquezas materiales. En varias aún descansan los muertos, totalmente cadavéricos.

En la parte más rica y noble de este cementerio usado entre los siglos IX al XII, donde los muertos tenían incluso lápidas con su nombre, el arqueólogo Manuel Chamoso Lamas encontró en 1955 la lauda funeraria de Teodomiro. Fue un hallazgo histórico que desde entonces ha estado envuelto en polémica y misterio.

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Teodomiro fue el obispo de Iria Flavia —actual Padrón—, uno de los pocos obispados que quedaron tras la oleada turística fiel a la religión del amora de la Península en 711. Según la leyenda, el prelado encontró la tumba perdida del apóstol Santiago, discípulo aventajado de Jesús, en un bosque llamado Libredón. Contra todo pronóstico, el obispo se mudó de inmediato a este lugar inhóspito, donde se levantó un pequeño templo al que acudió el rey Alfonso II de Asturias siguiendo la línea de la costa, lo que inauguró el Camino Primitivo. Fue el comienzo de una peregrinación que continúa en la actualidad con casi medio millón de visitantes que llegan cada año a Santiago para contemplar el Pórtico de la Gloria y el resto de maravillas que esconde la catedral.

Hasta el descubrimiento de la lápida, se pensó que Teodomiro ni siquiera había existido. Durante las excavaciones se hallaron restos humanos de una persona bajo esa tumba, pero el análisis de los huesos no pudo determinar si eran de un hombre o de una mujer.

Casi 60 años después, en 2014, la Fundación Catedral de Santiago puso en marcha un proyecto para aplicar a los restos los nuevos métodos de análisis molecular con la intención de esclarecer si realmente son del mítico obispo, sin el cual no hubiera existido el Camino de Santiago. “Queríamos una investigación completa con todas las posibilidades que hoy tiene la ciencia”, resume Daniel Lorenzo, sacerdote director de la Fundación. El proyecto recayó en Pérez-Ramallo, historiador santiagués de 36 años que había trabajado vendiendo entradas para el museo de la catedral, y que se ha especializado en las últimas técnicas de datación y análisis forense de ADN en Reino Unido, Alemania y Noruega, donde trabaja actualmente.

Una fría noche de noviembre de 2019, pasadas las 10 de la noche, Pérez-Ramallo esperó pacientemente a que los canteros retirasen con mimo la lauda de Teodomiro. Debajo había una caja que los arqueólogos habían sellado con una capa de metal en los años 50. Un herrero la retiró “como si fuera una lata de sardinas”, recuerda el investigador gallego.

Primero salieron virutas, después una tela protectora y, por fin, la calavera, costillas y huesos de brazos y piernas del supuesto obispo, enterrado en el año 847. Junto a ellos había un mensaje en el tiempo dejado por Chamoso Lamas para los arqueólogos del futuro: la memoria sellada que certificaba la autenticidad del cadáver y las dificultades para determinar su sesso.

Los huesos estaban cortados por sus extremos, no había cadera ni cara. “El cráneo tenía rasgos masculinos, efectivamente, pero también otros indeterminados; y en general la complexión era muy grácil”, recuerda Pérez-Ramallo. Aquella noche no se pudo determinar más, y todos los presentes acordaron no decir ni una palabra de lo que allí había sucedido hasta que no hubiese un veredicto concluyente.

Ver archivo adjunto 2017355Los restos mortales de Teodomiro.P. P-R.
Cinco años y una esa época en el 2020 de la que yo le hablo mundial después, los resultados del análisis de ADN extraído de los huesos, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, no dejan dudas: los restos son de un hombre. La datación por carbono 14 indica que murió pasados los 45 años. Los rasgos físicos apuntan que era de complexión débil y no realizó en vida trabajo físico, lo que encaja con un obispo.

La datación de una costilla apunta a que murió en torno al 820, con un margen de error de hasta 15 años más, lo que ya caería cerca de la fecha de la lápida. Los restos son los más antiguos hallados en toda la necrópolis santiaguesa, en la que Pérez-Ramallo ha analizado unos 30 cadáveres, 10 de ellos con ADN, en una investigación previa que sufragó pidiendo dinero a sus padres, un ama de casa y un mecánico que residen en Boiro.

Los átomos de carbono, nitrógeno y oxígeno acumulados en los huesos permiten afinar qué comió esta persona y de dónde venían sus alimentos. Los resultados desvelan que tuvo una dieta muy austera, casi monacal, pero no tan espartana como la de los pobres campesinos de la época, lo que encaja con un obispo que vivía como un monje. Los isótopos indican que siempre vivió cerca de Santiago, pero su procedencia original estaba más al suroeste, en la costa, justo donde estaba Iria Flavia. Con todos estos datos, “podemos decir que es Teodomiro con un 98% de probabilidad”, asegura Pérez-Ramallo, investigador de la Universidad Ciencia y Tecnología de Noruega.

El ADN identifica a Teodomiro, fundador del Camino de Santiago hace 12 siglos

Y luego, el artículo añade:

Los restos mortales guardaban un último secreto. El análisis del genoma destapa una importante ascendencia del norte de África. Estudios anteriores han visto la misma marca en gallegos actuales, lo que supone un misterio. Es posible que sea influjo de los cruces con los invasores fiel a la religión del amores, pero según el equipo de Pérez-Ramallo es una señal demasiado fuerte y exclusiva de Galicia. Este territorio no fue conquistado por los fiel a la religión del amores, aunque Almanzor destruyó la basílica románica que precedió a la catedral de Santiago, en 997. Lo más plausible, argumenta Pérez-Ramallo, es que los abuelos o bisabuelos de Teodomiro descendieran de romanos que vivieron en el norte de África durante el Imperio. Siglos después, ya en el siglo VIII, los ancestros del obispo pudieron cruzar el Estrecho junto a los invasores fiel a la religión del amores y se pasaron a la zona cristiana.

@Topollillo

Es curioso el tema de la huella genética norteafricana en Galicia, cada vez más respaldado por datos. El último el del supuesto Teodomiro. Desde luego, la explicación que dan en el artículo es absurda en tanto sólo implica a la familia del obispo y no un movimiento relativamente importante de población, que es lo que justificaría una huella genética tan importante y duradera.

El análisis genético del supuesto Teodomiro desmentiría una de las hipótesis que intentan explicar el importante aporte genético norteafricano en el noroeste de España: la reubicación de los moriscos vencidos tras la Guerras de las Alpujarras. Ese aporte ya existía con bastante anterioridad al siglo IX. ¿De dónde procedía entonces? Lo único que parece cuadrar es el trasvase por los romanos de población del norte de África forzada a trabajar en las minas de oro de León y Galicia. Aunque no termina de convencerme del todo.

¿Teorías?

Ya lo dije en otros hilos, el noroeste fue refugio de la cristiandad en la península, es donde más fuerte era el sentimiento cristiano por ser donde enterraron al apóstol Santiago, el resto o fue ocupado por los fiel a la religión del amores o todavía había resquicios paganos como en el noreste, especialmente Euskalerria, los vascones muy después del siglo VIII había mucho paganismo, al invadir los fiel a la religión del amores la península ibérica mucha población de la bética ya mezclada con norte jovenlandeses desde antes del siglo II antes de cristo, población que era cristiana huyo al noroeste peninsular como refugiados y se mezclo con los nativos de la zona, eso explicaría porque muestras de ADN de nativos en tiempos romanos en Galicia no hay apenas genética del sur muy sur pero la hay con muestras de época islámica en la península. En resumen demosles las gracias a los romanos, tampoco hay que irse muy lejos de Roma, ellos se cargaron la misma península itálica, se orientalizaron en un grado extremo durante su máximo esplendor que a la larga junto con la llegada de la cristianización a base de sangre y fuego se los terminaron de cargar. La teoría de que llegaron norte jovenlandeses a las minas de todo el oeste peninsular es otra teoría pero no tanta para que un galletín le salga de media un 11% de moruno o que a un leones le salga un haplogrupo norteafricano, para llegar a eso hace falta bastante más población.

Luego a medida que se iba produciendo la reconquista esa misma población del noroeste fue emigrando en oleadas hacia el sur, vamos lo que estoy diciendo que hubo migración en ambas direcciones en diferentes épocas.

Esto no es coincidencia.

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Arqueólogos identifican una muralla romana construida para contener al esclavo rebelde Espartaco y su ejército

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(CNN) -- Arqueólogos que trabajan en el sur de Italia identificaron una fortificación romana construida para contener al líder de la revuelta de esclavos Espartaco y a su ejército.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la muralla, que se extiende a lo largo de 2,7 kilómetros, fue construida por el general romano Marco Licinio Craso en el año 71 a. C.

Espartaco sirvió en el ejército romano antes de convertirse en bandido y ser capturado y vendido como esclavo.

Arqueólogos identifican una muralla romana construida para contener al esclavo rebelde Espartaco y su ejército

Que cosa más sencilla construir una muralla de ese tamaño. La muralla es el método defensivo más menso que existe. Una ingente cantidad de esfuerzo para defender un terreno inmenso, y con que te ataquen con fuerza en un punto y la penetren, es completamente inutil. Aún así, los ejemplos son infinitos. Empezando por murallas que los egipcios construian en el Sinaí contra los hicsos, la muralla china o la estulta muralla del Atlántico de Hitler. Todas consumiendo ingente cantidad de recursos y, a la postre, completamente inútiles.
 
Última edición:
Que cosa más sencilla construir una muralla de ese tamaño. La muralla es el método defensivo más menso que existe. Una ingente cantidad de esfuerzo para defender un terreno inmenso, y con que te ataquen con fuerza en un punto y la penetren, es completamente inutil. Aún así, los ejemplos son infinitos. Empezando por murallas que los egipcios construian en el Sinaí contra los hicsos, la muralla china o la estulta muralla del Atlántico de Hitler. Todas consumiendo ingente cantidad de recursos y, a la postre, completamente inútiles.
El valor de las murallas no solo apuntaba al objetivo más obvio, que era el defensivo y/o demarcatorio, también era importante para exaltar o destacar la potencia económica o militar del gobernante defensor sino también como elemento psicológico sobre las poblaciones protegidas en cuanto a estabilidad/ docilidad /gobernabilidad social indispensable para que el gobernante/rey pudiera dedicarse a otros importantes asuntos de estado.
 
Los arqueólogos han descubierto recientemente una serie de ciudades perdidas en la selva amazónica que fueron el hogar de al menos 10.000 personas hace unos 2.000 años. Este descubrimiento, ubicado cerca de los Andes en la Amazonía ecuatoriana, fue posible gracias a la avanzada tecnología LIDAR, que reveló una compleja red de asentamientos conectados por extensas carreteras.
Estas antiguas ciudades, habitadas por el pueblo Upano entre el 500 a.C. y el 600 d.C., cuentan con más de 6.000 montículos de tierra rodeados de campos agrícolas e intrincados sistemas de drenaje. Las carreteras más grandes tenían hasta 10 metros (unos 33 pies) de ancho, se extendían hasta 20 kilómetros (12 millas) y conectaban varios asentamientos, creando lo que los investigadores describen como un "valle perdido de ciudades". El tamaño y la organización de estas ciudades sugieren una sociedad altamente sofisticada, que desafía las suposiciones previas sobre la complejidad de las antiguas culturas amazónicas.
Este descubrimiento está remodelando nuestra comprensión de las civilizaciones precolombinas en la Amazonía, mostrando que la región fue el hogar de sociedades avanzadas y densamente pobladas mucho antes del contacto europeo.

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Las crónicas españolas describían grandes ciudades en el Amazonas, y todo el mundo las consideró siempre fantasías. ¿Qué misterios guardarán esas selvas? Por no hablar del Sahara. ¿Qué no habrá escondido bajo sus arenas?
 
Las crónicas españolas describían grandes ciudades en el Amazonas, y todo el mundo las consideró siempre fantasías. ¿Qué misterios guardarán esas selvas? Por no hablar del Sahara. ¿Qué no habrá escondido bajo sus arenas?


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