Mercadillos: el corte inglés sin escaleras
Hablemos hoy de un submundo mágico y que define el lonchafinismo en todo su esplendor: los mercadillos
Como buen lonchafinista, me lleva el ahorro y lo práctico antes que el derroche, y aquí podemos desarrollarnos como ahorradores y seres humanos, pues las habilidades sociales son muy, muy importantes. Bueno, al grano
Capítulo 1: The early bird catches the worm
A quien madruga Dios le ayuda. A primera hora, antes del amanecer hay DE TODO, herramientas, bicicletas, tecnología.. una pena que un gran porcentaje tenga un origen poco ético, pero se puede encontrar cualquier ganga absurda e irrepetible. Hay que equiparse bien contra el frío y con una buena linterna (dark for dark issues)
Capítulo 2: Cómo pasar una divertida mañana de domingo
Desde el amanecer hasta las dos de la tarde se desarrolla el mercadillo "normal", puestos de fruta, liberación de teléfonos y consolas, churros con chocolate, todo está organizado y dispuesto para el disfrute del lonchafinista y su pareja. Me encanta pasear aunque no compre nada, el nivel de personajismo es digno de un estudio antropológico y es realmente entretenido observar a la gente, los precios, los desvaríos ortográficos y encontrar aquella remachadora que llevabámos meses buscando a buen precio. Pero a estas horas todo lo "bueno" ha cambiado de manos, si queremos un hilti o una motosierra hay que seguir el capítulo 1.
Capítulo 3: The AfterMatch
A partir de las dos de la tarde los vendedores empiezan a recoger sus cosas, y a veces dejan aquello que no ha tenido salida. Esto se traduce en montañas (literales) de ropa, libros, vinilos, cintas de cassete, vhs, fontanería.. o en pillar al tipo recogiendo el puesto y hacerle una buena oferta que probablemente aceptará. Una gran parte de mi biblioteca la debo a este método, hay gente que va buscando ediciones concretas y tienen unas bibliotecas de flipar creadas a partir de la nada, cualquiera que entienda de libros alucinaría. Y la ropa bueno, nunca he cogido nada, pero se ve que es una buena forma de ampliar el armario, hay montones de chicas normales con mochilas recogiendo ropa.
Técnicas para regatear
Ante todo, dos cosas: respeto y paciencia. Hay gente de todo tipo y pelaje, y no queremos un enfrentamiento con alguien que no tiene nada que perder.
Llevo más de 10 años yendo con frecuencia al rastro y nunca, NUNCA me ha pasado nada, así que el mito de que es un sitio peligroso queda desmentido. Ellos mismos lo dicen, no quieren ralea liante, pues les perjudica, si te roban no vas a volver. A pesar de todo, un buen consejo es llevar siempre la cartera en uno de los bolsillos delanteros.
Regateando es donde se desarrolla la auténtica magia del lonchafinista. Con el tiempo, uno se ve capaz de volver loco al vendedor y pillar cosas a un 70% del precio original, que casi siempre es inflado para dar lugar al regateo. Hay que fijarse mucho en la persona, hay gente que está por echar el rato y les da igual vender o no, y con los rumanos puedes pillar una kodak de fuelle por 10€ (de los 50 originales)
El billete más grande que llevemos, de 20€. Sobre todo si se va muy temprano, es totalmente imposible encontrar cambio. Billetes pequeños, y muchas monedas. Muy importante llevarlo bien repartidos por la cartera, en distintos compartimentos, el bolsillo de las monedas del pantalón, llevar dos carteras.. no hace falta comentar lo goloso que es un fajo de billetes sobresaliendo.
Ahora que vamos bien equipados, nos adentramos al campo de batalla. Por ejemplo, de 20€ que me pidieron por un tocadiscos Philips bastante bueno, se quedaron en 6. De los 20 ofrecí 10, dijo que no, me quedé un rato observando el tocadiscos, viendo si tenía aguja etc, y al irme me pregunta que cuánto le doy.
Esa técnica es muy eficaz, te quedas un rato mirando el chisme tras el regateo y te vas, normalmente te aceptan la última oferta si no es muy descabellada, ya que como llevamos el dinero bien repartido, el "es lo que llevo encima" funciona de maravilla.
Ah, y si algo gusta, o se compra en ese momento, o desaparece, ley de vida. Si vas a desayunar, cuando vuelves convencido ya ha volado..
En fin, la práctica hace al maestro. Ellos quieren vender y nosotros comprar, así que es fácil llegar a un acuerdo.
Hablemos hoy de un submundo mágico y que define el lonchafinismo en todo su esplendor: los mercadillos
Como buen lonchafinista, me lleva el ahorro y lo práctico antes que el derroche, y aquí podemos desarrollarnos como ahorradores y seres humanos, pues las habilidades sociales son muy, muy importantes. Bueno, al grano
Capítulo 1: The early bird catches the worm
A quien madruga Dios le ayuda. A primera hora, antes del amanecer hay DE TODO, herramientas, bicicletas, tecnología.. una pena que un gran porcentaje tenga un origen poco ético, pero se puede encontrar cualquier ganga absurda e irrepetible. Hay que equiparse bien contra el frío y con una buena linterna (dark for dark issues)
Capítulo 2: Cómo pasar una divertida mañana de domingo
Desde el amanecer hasta las dos de la tarde se desarrolla el mercadillo "normal", puestos de fruta, liberación de teléfonos y consolas, churros con chocolate, todo está organizado y dispuesto para el disfrute del lonchafinista y su pareja. Me encanta pasear aunque no compre nada, el nivel de personajismo es digno de un estudio antropológico y es realmente entretenido observar a la gente, los precios, los desvaríos ortográficos y encontrar aquella remachadora que llevabámos meses buscando a buen precio. Pero a estas horas todo lo "bueno" ha cambiado de manos, si queremos un hilti o una motosierra hay que seguir el capítulo 1.
Capítulo 3: The AfterMatch
A partir de las dos de la tarde los vendedores empiezan a recoger sus cosas, y a veces dejan aquello que no ha tenido salida. Esto se traduce en montañas (literales) de ropa, libros, vinilos, cintas de cassete, vhs, fontanería.. o en pillar al tipo recogiendo el puesto y hacerle una buena oferta que probablemente aceptará. Una gran parte de mi biblioteca la debo a este método, hay gente que va buscando ediciones concretas y tienen unas bibliotecas de flipar creadas a partir de la nada, cualquiera que entienda de libros alucinaría. Y la ropa bueno, nunca he cogido nada, pero se ve que es una buena forma de ampliar el armario, hay montones de chicas normales con mochilas recogiendo ropa.
Técnicas para regatear
Ante todo, dos cosas: respeto y paciencia. Hay gente de todo tipo y pelaje, y no queremos un enfrentamiento con alguien que no tiene nada que perder.
Llevo más de 10 años yendo con frecuencia al rastro y nunca, NUNCA me ha pasado nada, así que el mito de que es un sitio peligroso queda desmentido. Ellos mismos lo dicen, no quieren ralea liante, pues les perjudica, si te roban no vas a volver. A pesar de todo, un buen consejo es llevar siempre la cartera en uno de los bolsillos delanteros.
Regateando es donde se desarrolla la auténtica magia del lonchafinista. Con el tiempo, uno se ve capaz de volver loco al vendedor y pillar cosas a un 70% del precio original, que casi siempre es inflado para dar lugar al regateo. Hay que fijarse mucho en la persona, hay gente que está por echar el rato y les da igual vender o no, y con los rumanos puedes pillar una kodak de fuelle por 10€ (de los 50 originales)
El billete más grande que llevemos, de 20€. Sobre todo si se va muy temprano, es totalmente imposible encontrar cambio. Billetes pequeños, y muchas monedas. Muy importante llevarlo bien repartidos por la cartera, en distintos compartimentos, el bolsillo de las monedas del pantalón, llevar dos carteras.. no hace falta comentar lo goloso que es un fajo de billetes sobresaliendo.
Ahora que vamos bien equipados, nos adentramos al campo de batalla. Por ejemplo, de 20€ que me pidieron por un tocadiscos Philips bastante bueno, se quedaron en 6. De los 20 ofrecí 10, dijo que no, me quedé un rato observando el tocadiscos, viendo si tenía aguja etc, y al irme me pregunta que cuánto le doy.
Esa técnica es muy eficaz, te quedas un rato mirando el chisme tras el regateo y te vas, normalmente te aceptan la última oferta si no es muy descabellada, ya que como llevamos el dinero bien repartido, el "es lo que llevo encima" funciona de maravilla.
Ah, y si algo gusta, o se compra en ese momento, o desaparece, ley de vida. Si vas a desayunar, cuando vuelves convencido ya ha volado..
En fin, la práctica hace al maestro. Ellos quieren vender y nosotros comprar, así que es fácil llegar a un acuerdo.
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