Los peligros del revisionismo. Paul Craig Roberts: "La Segunda Guerra Mundial fue la Guerra de Stalin" (II)

Edito:

He cometido el error de ponerme a debatir con un insidioso manipulador -probablemente a sueldo- que se ha cargado el hilo, por eso lo abro de nuevo. Dice una cosa que luego niega, cuando se le exige que pruebe lo que dice no lo hace sino que te acusa de hacer lo mismo que él. Es partidario de meter en la guandoca a quienes discrepan de la verdad oficial sobre la Segunda Guerra Mundial, por supuesto en nombre de la libertad. Cuando se le exige que pruebe las acusaciones contra los revisionistas, da largas; cuando se le dice que pruebe que en el frente occidental hubo tantas tropas alemanes como en el Este, calla. No cita más que a Overmans y encima mal.

Trabaja para ningunear a los soviéticos, acusar a los alemanes de genocidas y alabar a ingleses y useños, que fueron, según él, los que más hicieron para derrotar a Hitler. Con insidia, claro, cuando se ve impotente para rebatir. Naturalmente acusa a los demás de esto mismo.

Borro el hilo y lo abro de nuevo después de cinco mil visitas. El sujeto en cuestión lleva de alias @Amraslazar

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Ahora, cuando se quiere insultar a otro historiador se le llama revisionista, como si la historia no tuviera que estar sometida a revisión y debiéramos dar todo por explicado.

La versión extendida, la oficial, es que Hitler atacó a todos y parece que hubiese que deducir que a los demás países jamás se les pasó por la cabeza entrar en guerra contra Alemania, como si esos países, empezando por Polonia y su ataque incesante contra la población alemana en el corredor de Dantzig, no hubiesen sido tan responsables como los alemanes, cuando resulta que ese conflicto entre polacos, alemanes y rusos venía de siglos atrás. Es muy certera, y siempre la repito, esa frase que dice que "la Segunda Guerra Mundial fue lo de siempre más tecnología".

Todo el mundo sabía que habría guerra, de ahí que en la Guerra Civil Española esa certeza tuviese tanto peso en los dos bandos. Negrín quería prolongar el conflicto hasta enlazarlo con la guerra que estallaría al otro lado de los Pirineos, y Franco daba largas a los alemanes, que le exigían que acabase de una vez, puesto que Hitler quería asegurar el flanco suroeste. Franco -y creo recordar que fue el conde Ciano, yerno de Mussolini y ministro de Asuntos Exteriores de Italia, quien lo escribió- prolongó la guerra civil que tenía ganada desde hacía más de un año, y lo hizo para llevar a cabo la represión dura que deseaba, la cual no le habría resultado tan fácil tras una victoria rápida, y todo para desesperación de los alemanes e italianos, que no dejaban de apremiarle.

Es decir, toda Europa sabía que la guerra iba a estallar, así que todos tomaban posiciones porque nadie sabía quién la empezaría, por tanto los soviéticos tenían los mismos recelos que todos los demás entre sí, a tres bandas, cada una con sus países satélites: alemanes e italianos, franceses e ingleses y por último los soviéticos.

Culpar a Alemania exclusivamente es falsificar la historia, pero también exonerarla. ¿Acaso los soviéticos después de leer la obras de Hitler no sabían de sus intenciones de expandirse hacia el Este y empujar a los eslavos o someterlos a ciudadanos de segunda clase? Todos receleban de todos.

Craig Roberts, queriendo vengarse acerca de la cantidad de hechos que nos han hurtado sobre la Segunda Guerra Mundial -la devastación total de Alemania, en algunos territorios cabe hablar de genocidio, especialmente en Prusia Oriental, las matanzas de soldados de la Werhmacht prisioneros en Francia a manos de franceses, ingleses y sobre todo estadounidenses (en torno a un millón); otros hechos ahora sagrados e intocables, de tal manera que ponerlos en duda te lleva directamente a la guandoca- cae en el error de hacer de Alemania el país agredido y víctima.

Interesante.