Efectivamente, me alegra que la gente, como M. Priede, se haya dado cuenta de lo que digo sobre los anglos y su actitud hacia nuestro mundo (el hispano). Aunque lo cierto es que nadie en el mundo real se percata de lo que digo arriba.
El amigo Conan el Extremeño no ha pillado mi apreciación sobre la 'anglofilia', ese extraño y extendido síndrome de Estocolmo tan de moda en mucha gente corriente y sobre todo en cierto "Partido Político". Un Partido Político que va de superespañol y luego pierde el ojo ciego por agradar/imitar a los anglos, sea en su pérfida versión isleña o en su versión norteamericana (y lo digo sin acritud).
Y todo esto me molesta como español que soy: que "el mundo" sea tergiversado por la cosmovisión anglo de la vida, que nos miren con condescendencia, que nos ninguneen en sus libros, sus museos y sus documentales, que nos invadan culturalmente con su trash (aquí tenemos culpa nosotros, admitámoslo) y que, encima, el españolito bobalicón promedio, feliz en su ignorancia, aplauda la ocre anglo que le meten en el coco.
Respecto a los anglos, aclaro, no soy un talibán ni los repruebo a fin y reconozco sus méritos y brillantez en casi todos los campos, pero no puedo tenerles simpatía tras conocerles de cerca y viendo y entendiendo lo que han sido para España en particular y para el mundo en general.