Cuando se produce la independencia, Buenos Aires no llegaba a 50.000 habitantes. ¿Sería EEUU lo que es si hubiese cerrado la puerta a holandeses, alemanes, hispanos, italianos, griegos, armenios, chinos y polacos? Lo importante es integrar en un proyecto. Así lo hicieron los grandes, los romanos, los visigodos (que a pesar de tener todo el poder político y militar acabaron adoptando la cultura romana al cien por cien), los españoles.
El proyecto hispano naufragó, quizá afortunadamente (algunos se olvidan de la decadencia del antiguo régimen, que le negaba a Simón Bolívar, a pesar del dinero que se gastó, un título nobiliario por tener antepasados esclavos, neցros). Pero en ningún caso ese proyecto está muerto y enterrado, sino latente. Si se activare en el futuro, no sabemos en qué dirección. ¡Lo que daría yo por tener un presidente como Correa en España! Quién sabe dentro de treinta o cuarenta años. La cultura, la lengua, que es lo importante, sigue ahí, aunque muy dañada porque la lengua de prestigio es el inglés. Pero en número de hablantes se expande. Quién sabe... Solo es cuestión de prestigiarla. Os recuerdo también que la RAE se funda, entre otras razones, para depurar la lengua de galicismos. La clase alta hablaba francés, y encima malo.