La publicación detalla un modelo (es decir: una descripción matemática específica con la inclusión de algunos efectos físicos y la exclusión de otros) para el movimiento de una aeronave a través de la atmósfera.
En algunas situaciones (cuando el avión se mueve muy rápido, durante largos períodos de tiempo y a grandes distancias) los efectos de la curvatura y la rotación de la Tierra podrían empezar a tener un papel, pero creo que es justo decir que, en la mayoría de las situaciones en las que se encuentran las aeronaves, el efecto de estas dos contribuciones será entre mínimo y poco apreciable. Por lo tanto, al realizar los cálculos reales, no tiene sentido incluirlos.
El lenguaje del informe al que se hace referencia detalla exactamente esa situación: están presentando un modelo que incluye un montón de efectos físicos, provenientes de orígenes cinemáticos, dinámicos e hidrodinámicos, y que descuida otros, entre los que están la curvatura y la rotación de la Tierra.
Para que quede claro: la Tierra no es plana (y sí rota), y todos en la NASA estamos de acuerdo con ese hecho. Pero este informe fue escrito en 1988, cuando no había ninguna preocupación en materia de comunicación pública por la posibilidad de que la gente malinterpretara el lenguaje técnico, porque la teoría de la conspiración no científica de la Tierra plana no era una teoría en ese momento. Si el informe se escribiera ahora, los autores probablemente tendrían el debido cuidado de no escribir en un lenguaje que pudiera dar lugar a malentendidos si es atacado por personas que buscan intencionalmente cosas que malinterpretar. Pero no fue escrito ahora: es literatura histórica y debe entenderse en su contexto.
¿No te cansas de hacer el ridículo?