He observado ciertos comentarios críticos acerca de la posible llegada de una recesión en los años venideros. En primer lugar, deseo enfatizar mi absoluto deseo de evitar una crisis de magnitudes similares a la vivida durante la crisis financiera. A pesar de contar con un cierto colchón financiero que pueda otorgar cierta estabilidad, soy plenamente consciente, como todos deberíamos serlo, de que las crisis conllevan momentos de gran sufrimiento. Aunque algunos puedan no sentir directamente sus efectos, muchos de nuestros seres queridos seguramente experimentarán sus repercusiones. En mi caso personal, tengo familiares cercanos que son autónomos en un sector altamente dependiente del consumo, así como personas allegadas que aún están pagando préstamos por propiedades adquiridas poco antes de la crisis financiera en España.
Es preocupante presenciar en este foro expresiones que anhelan el desplome del euro o un colapso económico. Sinceramente, considero que como sociedad aún tenemos mucho por mejorar en nuestras aspiraciones y actitudes.
Retomando el hilo central del debate, quiero destacar la reflexión compartida:
Solo quiero hacer una reflexión. Venimos de una grave crisis, mas que reconocida por todos (2008), que golpeó el planeta y el sistema. Lejos de corregir las causas, se incidió en el origen del problema (deuda) hasta un punto donde se tuvo que tomar una medida drástica (el cierre de la economia global) como excusa para rescatarlo todo y detener lo que ya era inminente. Lejos de poner algún tipo de corrección, se sigue creando deuda (sobre todo pública), como nunca en la historia y con todo hipotecado hasta los cimientos por siglos de los siglos, se reabre la economía azotándola con una inflación que se triplica en un año y castigándola con unos tipos que pasan de un 0% a un 4,5%, en el mismo periodo y que planean en circulos, de forma amenazante sobre la montaña de deuda (publica y privada) mas inmensa que nunca ha conocido la humanidad.
Refleja mi percepción sobre nuestro actual modelo económico. Continuamos arrastrando los excesos del 2008, y en lugar de colaborar, tendemos a culparnos mutuamente, olvidando que aquellos que nos sumieron en esta situación fueron otros actores. Una película que me gusta ver de vez en cuando y que muchos de conocerán es "The Big Short" (La Gran Apuesta). Cada vez que veo su desenlace, me doy cuenta de lo erróneo que pueden ser nuestros juicios como ciudadanos. Parafraseo aquí el mensaje final de la película:
Mark Baum: "Tengo la sensación de que en unos años la gente hará lo que hace siempre que la economía se viene abajo: echar la culpa a los pagapensiones y a los pobres."
Fondo en neցro:
"Pero Mark se equivocaba. En los años siguientes cientos de banqueros y ejecutivos de agencias de calificación fueron a la guandoca. La SEC fue remodelada. El Congreso tuvo que fragmentar los grandes bancos y regular las industrias de hipotecas y derivados.
... Ni de coña. Los bancos cogieron el dinero público y lo usaron para pagarse a sí mismos unos bonus enormes, presionar al Congreso e impedir una gran reforma. Y echaron la culpa a pagapensiones y pobres; y esta vez, incluso a los profesores. Cuando todo estuvo dicho y hecho, un único banquero fue a la guandoca. Este pobre lactante: Kareem Serageldin, de Credit Suisse. Escondió miles de millones de pérdidas en bonos hipotecarios, algo más de lo que los grandes bancos ganaban al día durante la crisis"
Respetando las diversas perspectivas respecto a los temas iniciales, mi objetivo es presentar datos objetivos. Cada individuo tiene la libertad de percibir la situación económica de acuerdo a su perspectiva. No obstante, desde mi punto de vista, resulta inquietante observar que un 25% del mercado de pequeñas compañías, en términos de capitalización bursátil, no ha generado beneficios en un período de tres años en un entorno de expansión. Más aún, el hecho de que estas mismas empresas se vean en la necesidad de refinanciar una cantidad significativa de dinero es, como mínimo, un aspecto relevante a considerar.
En cuanto tenga tiempo, me gustaría compartir un hilo detallado acerca de la actual situación económica en España. Resulta desalentador encontrarse con mensajes tan optimistas sobre nuestra coyuntura cuando, en realidad, seguimos en una posición mucho más precaria comparada con la de décadas pasadas.