Me parece esclarecedor, para que se comprenda la “atmósfera” de aquellos años de mili. Echad un vistazo a esta peli. La actitud de sumisión absoluta, el miedo, la hijaputez.
Los rápidos movimientos de la tropa del tanque, sin “virguerías” ni poses para quedar bien, demostrando una intrínseca ansiedad interior. Eso fue la mili de aquellos tiempos (los que no estuvimos emboscados). Nada que ver con basuritas yanquis de jolivud.
Como plus, es una maravilla bélica en los detalles para los que no se conforman con “Rambo”. Los asesores militares de la peli son de órdago, los efectos son realistas como si estuvieras en el campo de San Gregorio.
file image hosting
Ya puestos, comentaré una nimiedad muy esclarecedora al respecto:
Llegamos a una estación de ferrocarril tras unas maniobras con blindados, dispuestos a la carga de los mismos en las plataformas de ferrocarril. Todos parecíamos judíos o egipcios de la guerra de los Seis Días, con polvo hasta diez centímetros dentro de la nariz. Sólo nos protegíamos con pañuelos, lo cual hacía un contraste muy divertido al bajarnos la “protección”, como el anuncio de Nivea de los 60´s:
free web hosting images
En la estación había otros trenes civiles con pasajeros esperando la marcha, esto es importante constatarlo. Nos miraban con los ojos como platos.
Y ahora voy tras el preámbulo: un oficial me requirió desde la distancia, estando yo en la torreta del blindado. Ese oficial –ya lo conocía- se cocía en su propia mala sangre.
Bajé del blindado como en la peli recomendada y corrí al trote –ni mucho ni poco-, cuadrándome ante él para recibir sus órdenes. Si hubiera bajado y acercado con “parsimonia”…sé que el hijo de cortesana me habría dado dos palos allí mismo para humillarme ante los “civiles”.
Así estaban las cosas.