La situación en USA puede darnos pistas de hacia donde nos quieren llevar.
Si te atrasas en el pago del alquiler cinco días, el propietario de la vivienda puede demandarte y en 48 horas se produce un desalojo a punta de pistola. Directamente vas a la calle. Sino retiras tus pertenencias del domicilio en ese momento, el propitario puede reclamarte además los costes del desahucio.
El problema principal para un inquilino que no ha pagado un recibosimplemente acaba de comenzar. Con el desalojo pasa automáticamente a formar parte de un registro público estatal de jovenlandesesos. Las consecuencias son terribles. Ya nadie, nunca, vuelve a alquilarte un apartamento. A partir de ese punto la semindigencia es tu único panorama.
Muchas personas enfrentan una situación de insolvencia trasitoria después de asumir los costes de tratamientos médicos derivados por un problema de salud inesperado, o bien problemas judiciales ineludibles o facturas imprevistas. Los motivos pueden ser muchos pero las consecuencias son implacables. El el bichito aceleró esté fenómeno en 2019.
En la ciudad de Los Angeles ya se habla de auténticos campos de refugiados. Los campamentos y comunas se pueden verpor toda la ciudad, hasta en avenidas emblemáticas. Las estampas recuerdan al tercer mundo. Para solventar la grave crisis humanitaria, la ciudad de los Los Angeles recibió fondos multimillonarios del Fondo de Reserva Feredal. Se calcula que 55.000 personas viven en la indigencia severa. Con estos fondos el ayuntamiento propuso un plan para la construcción de 10.000 unidades residenciales en un periodo de 10 años, pero tras haber pasado 6 años desde su inicio tan solo han finalizado 700 de esas viviendas y lo peor es que salen a mercado por un precio superior al medio millón de dólares.
Qué fruta fantasia.
64 casetas de zinq de 4 metros cuadrados es todo cuanto el ayuntamiento de Los Angeles ha puesto a disposicion de los servicios sociales colapasados. Esta medida ha tenido un inexplicable costo de 5,4 millones de dólares para las arcas públicas, una cifra dificil de justificar.
De traca.
Muchos trabajadores con salarios mínimos y empleos precarios están viviendo en este momento en el coche con su familia en el pais con más poderío economico del mundo. Constituyen ya una estampa habitual en el paisaje de los EEUU y en ello se ha inspirado la película Nomadland ganadora de un Oscar en 2020.
Los moteles de carretera son otra de las alternativas para estas personas. Al borde de las autovias éstos moteles ofrecen habitaciones desde 170 dólares la semana. Muchas familias americanas viven en ellos durante años. Volver a conseguir un alquiler y rengancharse de nuevo a sus vidas anteriores es una misión imposible. Después de un desahucio o simplemente con el pago atrasado de las mensualidades uno queda de forma estigmatizado en el registro de jovenlandesesidad estatal.
En España fondos como Blackrock están comprando miles de viviendas por lotes a precio de saldo. Éstas viviendas proceden del Banco Malo y entidades de crédito. Ana Botella vendió en Madrid 5000 inmuebles públicos a dos de éstos fondos buitre por un precio irrisorio. Algo por lo que la justicia española condenó a la ex-alcaldesa y otros ex-cargos con una sanción de 26 millones de euros.
Las leyes españolas que protegen a las personas de un desaucio exprés y las leyes de protección de datos suponen un grave problema para que éstos fondos de inversión puedan operar en el mercado de la vivienda español.
Los medios de comunicación españoles llevan más de dos años creando una psicosis colectiva en torno a la okupación de viviendas. En esa psicosis han disuelto convenientemente dos realidades distintas. En este relato se equipara la okupación con la insolvencia, fenómenos sociales de naturaleza distinta.
Allanar el terreno para un modelo de negocio parece ser la estretagia de los continuos mensajes alarmistas en televisión y prensa. Antes de acometer reformas la ciudadania debe clamar primero por una solución. Nuevas consignas o "soluciones" comienzan a hacerse presentes en cualquier conversación. En nuestro vocabulario hemos acuñado palabras como inquiokupa que evidencian la tendencia.
El ostracismo, la patada en la puerta, la condena social, el señalamiento público de jovenlandesesos, la violencia o la petición de medidas drásticas son ya vox populi.
Estamos trabajando en "ellou"!
Si te atrasas en el pago del alquiler cinco días, el propietario de la vivienda puede demandarte y en 48 horas se produce un desalojo a punta de pistola. Directamente vas a la calle. Sino retiras tus pertenencias del domicilio en ese momento, el propitario puede reclamarte además los costes del desahucio.
El problema principal para un inquilino que no ha pagado un recibosimplemente acaba de comenzar. Con el desalojo pasa automáticamente a formar parte de un registro público estatal de jovenlandesesos. Las consecuencias son terribles. Ya nadie, nunca, vuelve a alquilarte un apartamento. A partir de ese punto la semindigencia es tu único panorama.
Muchas personas enfrentan una situación de insolvencia trasitoria después de asumir los costes de tratamientos médicos derivados por un problema de salud inesperado, o bien problemas judiciales ineludibles o facturas imprevistas. Los motivos pueden ser muchos pero las consecuencias son implacables. El el bichito aceleró esté fenómeno en 2019.
En la ciudad de Los Angeles ya se habla de auténticos campos de refugiados. Los campamentos y comunas se pueden verpor toda la ciudad, hasta en avenidas emblemáticas. Las estampas recuerdan al tercer mundo. Para solventar la grave crisis humanitaria, la ciudad de los Los Angeles recibió fondos multimillonarios del Fondo de Reserva Feredal. Se calcula que 55.000 personas viven en la indigencia severa. Con estos fondos el ayuntamiento propuso un plan para la construcción de 10.000 unidades residenciales en un periodo de 10 años, pero tras haber pasado 6 años desde su inicio tan solo han finalizado 700 de esas viviendas y lo peor es que salen a mercado por un precio superior al medio millón de dólares.
Qué fruta fantasia.
64 casetas de zinq de 4 metros cuadrados es todo cuanto el ayuntamiento de Los Angeles ha puesto a disposicion de los servicios sociales colapasados. Esta medida ha tenido un inexplicable costo de 5,4 millones de dólares para las arcas públicas, una cifra dificil de justificar.
De traca.
Muchos trabajadores con salarios mínimos y empleos precarios están viviendo en este momento en el coche con su familia en el pais con más poderío economico del mundo. Constituyen ya una estampa habitual en el paisaje de los EEUU y en ello se ha inspirado la película Nomadland ganadora de un Oscar en 2020.
Los moteles de carretera son otra de las alternativas para estas personas. Al borde de las autovias éstos moteles ofrecen habitaciones desde 170 dólares la semana. Muchas familias americanas viven en ellos durante años. Volver a conseguir un alquiler y rengancharse de nuevo a sus vidas anteriores es una misión imposible. Después de un desahucio o simplemente con el pago atrasado de las mensualidades uno queda de forma estigmatizado en el registro de jovenlandesesidad estatal.
En España fondos como Blackrock están comprando miles de viviendas por lotes a precio de saldo. Éstas viviendas proceden del Banco Malo y entidades de crédito. Ana Botella vendió en Madrid 5000 inmuebles públicos a dos de éstos fondos buitre por un precio irrisorio. Algo por lo que la justicia española condenó a la ex-alcaldesa y otros ex-cargos con una sanción de 26 millones de euros.
Las leyes españolas que protegen a las personas de un desaucio exprés y las leyes de protección de datos suponen un grave problema para que éstos fondos de inversión puedan operar en el mercado de la vivienda español.
Los medios de comunicación españoles llevan más de dos años creando una psicosis colectiva en torno a la okupación de viviendas. En esa psicosis han disuelto convenientemente dos realidades distintas. En este relato se equipara la okupación con la insolvencia, fenómenos sociales de naturaleza distinta.
Allanar el terreno para un modelo de negocio parece ser la estretagia de los continuos mensajes alarmistas en televisión y prensa. Antes de acometer reformas la ciudadania debe clamar primero por una solución. Nuevas consignas o "soluciones" comienzan a hacerse presentes en cualquier conversación. En nuestro vocabulario hemos acuñado palabras como inquiokupa que evidencian la tendencia.
El ostracismo, la patada en la puerta, la condena social, el señalamiento público de jovenlandesesos, la violencia o la petición de medidas drásticas son ya vox populi.
Estamos trabajando en "ellou"!
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