Imperio romano e imperio español

Los estatutos de limpieza de sangre fueron el mecanismo de discriminación legal hacia las minorías españolas conversas bajo sospecha de practicar en secreto sus antiguas religiones —marranos en el caso de los antiguos judíos y moriscos en el de los antiguos fiel a la religión del amores— que se estableció en España durante el Antiguo Régimen. Consistían en exigir (al aspirante a ingresar en las instituciones que lo adoptaban) el requisito de descender de padres que pudieran asimismo probar descendencia de cristiano viejo. Surgen a partir de la revuelta de Pedro Sarmiento (Toledo, 1449), a consecuencia de la cual se redactó la Sentencia Estatuto y otros documentos justificativos, que a pesar de ser rechazados incluso por el papa Nicolás V, tuvieron una gran difusión en gobiernos municipales, universidades, órdenes militares, etc.

Su principal problema, y que causó el rechazo inicial por el papado, era el hecho de que presuponían que ni siquiera el bautismo lavaba los pecados de los individuos, algo completamente opuesto a la doctrina cristiana.

Posteriormente, y para justificar una segregación de posiciones de poder (incluido el económico) que podían adquirirse durante la colonización española de América los estatutos se emplearon para impedir que ciertos españoles libremente pudiesen asentarse en las Américas, limitando su emigración.

Los estatutos en América


Numerosos edictos figuran en la Recopilación de las Leyes de Indias, que impedían a los conversos, sus descendientes y a los reconciliados por la Inquisición, trasladarse a América. Esa reiteración repetida se ha considerado indicio, por algunos autores, de que estas disposiciones habrían sido ignoradas muchas veces.

Véase también: Casta (colonial)

Estatutos de limpieza de sangre - Wikipedia, la enciclopedia libre

Oye, parece que no sabes leer: si los conversos y los que no tenían el estado de limpieza de sangre no podían ir a América... ¿cómo puedes decir que se usaba para impedir a los criollos acceder a los puestos?, cuando de hecho, el venir de los virreinatos GARANTIZABA TU LIMPIEZA DE SANGRE.

En lo mismo que pones, hablan de "indicios", "consideraciones", uso del condicional...

¿Y pretendes hacer pasar algo que solo es un "quizás podría ser que en algunas ocasiones ocurriera algo que puede ser interpretado como" COMO SI FUERA ALGO REAL?

Desde luego, gracias por demostrar que eres un nancy antiespañol.

P.S: en los demás mensajes que pones, resulta que faltan citas, documentos, PRUEBAS, y es la propia wikipedia en español (que es una cosa pinchada en un palo) la que las pide (porque el texto no se sostiene por ningún lado). Es más, usar la wikipedia (en español) es una prueba de que no tienes NADA DE NADA. Sobre las memeces sobre los indígenas, la prueba de que todo (que además no tiene fuentes, como recuerda el propio copia y pega que has hecho) es que los ejércitos realistas estuvieron formados casi exclusivamente por indígenas, mientras que los ejércitos de los criollos rebeldes contaron con muchos mercenarios (gran parte de irlanda, por cierto)
 
De la conquista a Carlos III van 250 años...casi nada.

¿Los criollos no podían comerciar ni dedicarse a los negocios? ¿Y de qué vivían?

Los negocios a gran escala relacionados con el comercio importacion exportacion por ejemplo cuando se monto la guipuzcoana se entorpece tremendamente el comercio de cacao y harina que existía entre méxico y venezuela ya que puso manos del monopolio y este hacía lo que le daba la gana.

Los criollos eran o terratenientes o se dedicaban a la actividad comercial y a la administración colonial de form parcial debido a la falta de tropa también podían ejercer en las milicias coloniales pero era prerrequisito obligatorio mostrar la limpieza de sangre. Existian también algunas explotaciones mineras de metales distintos al oro y la plata.

¿Comparamos con la condición de los británicos o franceses de las colonias de sus respectivos imperios?

Constitución francesa de 1791

"Las colonias y posesiones francesas en Asia, Africa y América, aunque son parte del Imperio francés, no están comprendidas en la presente Constitución."
Era idéntica de hecho España copió a calco los manejos coloniales franceses, mucha gente ingenuamente las formas introducidas por la administración durante las reformas borbónicas creyendo que el sistem compuesto de los austrias todavía se mantenía.
 
Oye, parece que no sabes leer: si los conversos y los que no tenían el estado de limpieza de sangre no podían ir a América... ¿cómo puedes decir que se usaba para impedir a los criollos acceder a los puestos?, cuando de hecho, el venir de los virreinatos GARANTIZABA TU LIMPIEZA DE SANGRE.

En lo mismo que pones, hablan de "indicios", "consideraciones", uso del condicional...

¿Y pretendes hacer pasar algo que solo es un "quizás podría ser que en algunas ocasiones ocurriera algo que puede ser interpretado como" COMO SI FUERA ALGO REAL?

Desde luego, gracias por demostrar que eres un nancy antiespañol.

P.S: en los demás mensajes que pones, resulta que faltan citas, documentos, PRUEBAS, y es la propia wikipedia en español (que es una cosa pinchada en un palo) la que las pide (porque el texto no se sostiene por ningún lado). Es más, usar la wikipedia (en español) es una prueba de que no tienes NADA DE NADA. Sobre las memeces sobre los indígenas, la prueba de que todo (que además no tiene fuentes, como recuerda el propio copia y pega que has hecho) es que los ejércitos realistas estuvieron formados casi exclusivamente por indígenas, mientras que los ejércitos de los criollos rebeldes contaron con muchos mercenarios (gran parte de irlanda, por cierto)

El que no sabe leer he intenta intenta tapar el sol con un dedo eres tu quien omites que los estatutos se hicieron extensivos a tener sangre de color o india y está la famosa estratificación el sistema de castas colonial.

Todo esos documentos están la wiki con sus respectivos enlaces yo no voy a hacerte tu trabajo.
 
Ángel Rafael Almarza

La limpieza de sangre en el siglo XVIII venezolano

Centro Nacional de Historia, Caracas, Venezuela, 2009, 158 páginas. ISBN 978-980-724818-1.

La desigualdad en América Latina es un tema que en la actualidad obsesiona a la clase política e intelectual. En nuestro continente, las estratificaciones sociales son absolutamente marcadas y abismales. Es por ello que, al margen de las novedades con respecto a ese fenómeno, el texto reseñado a continuación puede ayudarnos a conocer algunas de las raíces de este fenómeno de larga duración que padecen las sociedades latinoamericanas.

El libro de está relacionado con la limpieza de sangre en las colonias españolas. Este era un procedimiento institucional orientado a establecer el linaje del solicitante con el fin de comprobar y demostrar que no pertenecía ni descendía de judíos ni jovenlandeses, en la España del medioevo. Los estatutos de sangre fueron una serie de normativas para excluir a judíos, jovenlandeses y conversos de posiciones de honor y alta escala social. Esta legislación se convirtió en la base ideológica del Antiguo Régimen español y del sistema social pigmentocrático en las colonias americanas.

Los objetivos del texto de Almarza fueron identificar y analizar, a partir de fuentes primarias alojadas en los archivos venezolanos, cómo el procedimiento legal de la limpieza de sangre se convirtió en uno de los factores fundamentales para mantener el orden jerárquico en la sociedad colonial caraqueña, al excluir a los indios, neցros y sus descendientes de las posiciones primordiales en la sociedad venezolana del siglo XVIII. El autor analiza dos instituciones en que fue necesario la comprobación de ser blanco: la Universidad de Caracas y el Colegio de abogados.

El Capítulo I (págs. 15-47) se enfoca en una descripción histórica sobre el origen de los estatutos de limpieza de sangre, que pretendían fundamentalmente mantener la "unidad cristiana" y un orden social purificado de influencias no cristianas, negando la multiculturalidad existente en la España bajomedieval. Las normativas relacionadas con la limpieza de sangre crearon una atmósfera cargada de recelo en que los individuos de origen judío, jovenlandeses o conversos, se hallaban constantemente vigilados.

El origen de los estatutos de limpieza de sangre nace en España en el contexto del fortalecimiento de las elites cristianas a finales de la Reconquista y estuvo estrechamente vinculado al problema cultural y social que representaron los conversos desde finales del siglo XIV. En 1391 estallaron una serie de motines antijudíos que se extendieron rápidamente por diversos territorios hispanos, contribuyendo a fortalecer la imagen negativa que se tenía de ellos en Castilla y Aragón. Por ello, la desconfianza y hostilidad hacia los judíos se hizo cada vez más sistemática en el siglo XV. En principio, no era la raza lo que molestaba a los cristianos viejos, sino las prácticas religiosas, pero, aparte de ello, había unos condicionantes sociales. Así, en las clases altas, la acogida a los cristianos nuevos era mucho más rápida que en los sectores populares, ya que los conversos se elevaron rápidamente en la escala social y estas prácticas molestaban al pueblo. Por otro lado, muchos conversos atacaron duramente en sus escritos a sus antiguos correligionarios; tales son los casos del Scrutinium Scripturarum, de Pablo de Santa María, El azote de los judíos, de Jerónimo de Santa Fe y por último, el Zelus Christi contra udeaeos et sarraceno, de Micer Pedro de Caballería. Los escritos acusaban a los conversos de falsos cristianos y que mantenían en secreto, sus antiguas prácticas religiosas del judaísmo.

Durante los reinados de Juan II (1404-1454) y Enrique IV (1425-1474), no hubo ningún poder religioso o civil bastante fuerte para detener el movimiento anticonverso. En el contexto de un motín antijudío, Pedro Sarmiento, Alcalde Mayor de Toledo, proclamó el primer estatuto de limpieza de sangre, el 5 de junio de 1449. Este proceso se consolidará con la instalación del Santo Oficio de la Inquisición en 1480 y la expulsión de los judíos en 1492.

El valor de la limpieza de sangre llegó a tener una importancia crucial para los españoles desde mediados del siglo XV en adelante y se encuentra en estrecha relación con los valores de la nobleza y del honor, cuya importancia aumentó también en el siglo XVI. La difusión de aquellos estatutos se expandió de manera particular en las comunidades religiosas y civiles españolas, como la Orden de San Jerónimo, Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá, Universidad de Osuna, Colegio Mayor de Cuenca, Orden de Caballería de Calatrava y Alcalá. Más adelante, fue aplicado en América, uno de los objetivos fundamentales perseguidos con ello era la regulación de los estratos sociales, a través de su aplicación en instituciones militares, colegio, seminarios, universidades, gremios, inquisición, cabildo, entre otras. La legitimación definitiva de esta legislación por la monarquía española se realizó durante el reinado de Felipe II, cuando el primado de la Iglesia de España dio el paso de proclamar su propio estatuto de limpieza de sangre.

La limpieza de sangre en América Colonial igualmente está relacionada con los principios de control social, político y religioso de las provincias de ultramar por parte de la Península Ibérica. Desde el punto de vista legal, la incorporación de los estatutos de limpieza de sangre en el derecho indiano se evidenció en la prohibición de embarcarse hacia el nuevo continente a los descendientes de judíos o jovenlandeses, al igual que su aplicación en las diferentes reglamentaciones de las principales instituciones en las provincias hispanoamericanas. Esta legislación también fue utilizada para excluir a los nativos americanos, jovenlandeses y sus descendientes, convirtiéndose en la base ideológica de un sistema de estratificación social jerárquico basado en el origen de las personas.

En el Capítulo II: "La limpieza de sangre en la provincia de Caracas", el autor analizó dos instituciones que exigían para su ingreso la comprobación de ser blancos legalmente: la Universidad de Caracas y el Colegio de Abogados. Los juicios o demostraciones de calidad y limpieza de sangre en Caracas estaban sujetos a una serie de procedimientos cuyo propósito era investigar a las personas su origen, mérito y comportamiento, para establecer su estado social.

La Universidad de Caracas fijó en 1727 importantes consideraciones para los postulantes referentes a la limpieza de sangre. Estableció "un procedimiento institucional para revisar el linaje del solicitante que aspiraba a ingresar en dicha institución o de aquellos que pretendían ocupar un cargo en ella" (pág. 51). La educación universitaria en la Venezuela del siglo XVIII estaba vedada a los mestizos, indios o neցros. Leemos que "para poder ingresar en la Universidad de Caracas a realizar estudios en alguna de sus diferentes disciplinas no se pedía más documentación que la partida de bautismo que acreditase la calidad de blanco" (p. 52). Los expósitos (personas abandonadas por sus padres y criadas en instituciones de beneficencia) tenían serios problemas para ingresar a estudios superiores, por desconocimiento de su origen social. Con la finalidad de solucionar este problema, la Real Cédula del 19 de febrero de 1794 declaró hijos legítimos a los expósitos.

En la citada universidad surgió la discusión si aceptar a Lorenzo Mexias Bejarano, que por su condición de pardo (mestizo de padres neցros y blancos) había sido rechazado en la institución educacional. Después de extensas discusiones, Mexias logró ingresar a estudiar filosofía, gozando del beneficio de la Real Cédula "gracias al sacar" de 1795. La serie de reglamentaciones del sistema jurídico español tenían la intención de mantener una sociedad jerarquizada y un orden social controlado desde arriba, pero a fines del siglo XVIII se estaba iniciando un reformismo borbónico inclusivo dirigido a expósitos y pardos.

El otro ejemplo que el autor nos presenta fue el Colegio de Abogados de Caracas y sus mecanismos para proteger a la institución del ingreso de todos aquellos que fueran descendientes de los nativos americanos y jovenlandeses. Los procedimientos de comprobación de pureza de sangre servían para recabar informaciones testimoniales y documentales sobre las costumbres de los postulantes. El trámite era engorroso, puesto que se necesitaba reunir a testigos para que respondieran a un interrogatorio y siete partidas de bautismo, la del postulante, sus padres y sus cuatros abuelos. El autor describe vía fuentes del período algunos de los procesos para integrarse al Colegio de Abogados de Caracas, el de Juan Antonio Rodríguez (1782), Francisco Antonio de Paúl (1794) y Juan German Roscio (1798).

Para lograr obtener un título nobiliario, los postulantes pusieron un especial empeño en demostrar su hidalguía y limpieza de sangre. Pertenecer a las órdenes nobiliarias era una forma de alcanzar el reconocimiento, los privilegios y la distinción social fundada en la claridad del linaje de su poseyente; por lo tanto, los habitantes de las colonias del Imperio Español eran muy preocupados de ser legalmente blancos, aunque el autor no profundizó más allá de una breve descripción del binomio nobleza-limpieza de sangre, prometiendo a los lectores mayor profundización en futuras investigaciones.

El texto representa un pormenorizado análisis de la historia social en la Venezuela del siglo XVIII. Su aporte historiográfico consiste en visualizar los procedimientos para acceder a cargos estratégicos en la sociedad caraqueña del siglo XVIII. El autor realizó una lectura de las fuentes primarias, poniendo énfasis en las formas y prácticas de exclusión y diferenciación social del continente americano durante el periodo colonial. La investigación nos permite evidenciar la importancia de la pigmentocracia en el caso de Caracas, para delimitar los sectores sociales a base del tonalidad de la piel. En definitiva, la limpieza de sangre en el siglo XVIII venezolano es una contribución sustancial para reconocer los procedimientos empleados con el fin de excluir a ciertos sectores en las sociedades americanas.

Eso es un resumen lamentablemente no puedo tener acceso al texto de verdad pero si encontre otro pero vinculado a la nueva españa:

LA LIMPIEZA DE SANGRE EN NUEVA ESPAÑA, ENTRE LA RUTINA Y LA FORMALIDAD

LA LIMPIEZA DE SANGRE EN NUEVA ESPAÑA, ENTRE LA RUTINA Y LA FORMALIDAD from El peso de la sangre: limpios, mestizos y nobles en el mundo hispánico on JSTOR
 
El que no sabe leer he intenta intenta tapar el sol con un dedo eres tu quien omites que los estatutos se hicieron extensivos a tener sangre de color o india y está la famosa estratificación el sistema de castas colonial.

Todo esos documentos están la wiki con sus respectivos enlaces yo no voy a hacerte tu trabajo.

La famosa y falsa "estratificación colonial" solo tiene pruebas unas pinturas en las que todo el mundo sale ricamente vestido formando familias con niños jugando, y la interpretación que le dais es que aquí pasaba lo mismo que en las colonias inglesa, porque os da la gana. Sin embargo, el qué hubiera criollos en la corte de Madrid hasta el final del Imperio no lo tienes en cuenta, porque un hecho no manipulable.

Los hechos historiográficos son los que son, no los que tú interpretas que son.

Y es que tampoco se puede olvidar el crecimiento y estado de las ciudades y de las comunicaciones a lo largo de todo el imperio americano, en contraposición al estado de las de las ciudades y de las comunicaciones en la península, en mucha peor situación.

Ni la existencia de cecas, ni universidades, ni hospicios u hospitales, ni catedrales, ni juzgados, ni municipios... Ni la misma duración de las guerras de "emancipación", ni la composición de los ejércitos. Todo ello, en conjunto, pueba que esa supuesta discriminación similar a la inglesa, francesa u holandesa, incluso portuguesa, simplemente no existió.
 
Ángel Rafael Almarza

La limpieza de sangre en el siglo XVIII venezolano

Centro Nacional de Historia, Caracas, Venezuela, 2009, 158 páginas. ISBN 978-980-724818-1.

La desigualdad en América Latina es un tema que en la actualidad obsesiona a la clase política e intelectual. En nuestro continente, las estratificaciones sociales son absolutamente marcadas y abismales. Es por ello que, al margen de las novedades con respecto a ese fenómeno, el texto reseñado a continuación puede ayudarnos a conocer algunas de las raíces de este fenómeno de larga duración que padecen las sociedades latinoamericanas.

El libro de está relacionado con la limpieza de sangre en las colonias españolas. Este era un procedimiento institucional orientado a establecer el linaje del solicitante con el fin de comprobar y demostrar que no pertenecía ni descendía de judíos ni jovenlandeses, en la España del medioevo. Los estatutos de sangre fueron una serie de normativas para excluir a judíos, jovenlandeses y conversos de posiciones de honor y alta escala social. Esta legislación se convirtió en la base ideológica del Antiguo Régimen español y del sistema social pigmentocrático en las colonias americanas.

Los objetivos del texto de Almarza fueron identificar y analizar, a partir de fuentes primarias alojadas en los archivos venezolanos, cómo el procedimiento legal de la limpieza de sangre se convirtió en uno de los factores fundamentales para mantener el orden jerárquico en la sociedad colonial caraqueña, al excluir a los indios, neցros y sus descendientes de las posiciones primordiales en la sociedad venezolana del siglo XVIII. El autor analiza dos instituciones en que fue necesario la comprobación de ser blanco: la Universidad de Caracas y el Colegio de abogados.

El Capítulo I (págs. 15-47) se enfoca en una descripción histórica sobre el origen de los estatutos de limpieza de sangre, que pretendían fundamentalmente mantener la "unidad cristiana" y un orden social purificado de influencias no cristianas, negando la multiculturalidad existente en la España bajomedieval. Las normativas relacionadas con la limpieza de sangre crearon una atmósfera cargada de recelo en que los individuos de origen judío, jovenlandeses o conversos, se hallaban constantemente vigilados.

El origen de los estatutos de limpieza de sangre nace en España en el contexto del fortalecimiento de las elites cristianas a finales de la Reconquista y estuvo estrechamente vinculado al problema cultural y social que representaron los conversos desde finales del siglo XIV. En 1391 estallaron una serie de motines antijudíos que se extendieron rápidamente por diversos territorios hispanos, contribuyendo a fortalecer la imagen negativa que se tenía de ellos en Castilla y Aragón. Por ello, la desconfianza y hostilidad hacia los judíos se hizo cada vez más sistemática en el siglo XV. En principio, no era la raza lo que molestaba a los cristianos viejos, sino las prácticas religiosas, pero, aparte de ello, había unos condicionantes sociales. Así, en las clases altas, la acogida a los cristianos nuevos era mucho más rápida que en los sectores populares, ya que los conversos se elevaron rápidamente en la escala social y estas prácticas molestaban al pueblo. Por otro lado, muchos conversos atacaron duramente en sus escritos a sus antiguos correligionarios; tales son los casos del Scrutinium Scripturarum, de Pablo de Santa María, El azote de los judíos, de Jerónimo de Santa Fe y por último, el Zelus Christi contra udeaeos et sarraceno, de Micer Pedro de Caballería. Los escritos acusaban a los conversos de falsos cristianos y que mantenían en secreto, sus antiguas prácticas religiosas del judaísmo.

Durante los reinados de Juan II (1404-1454) y Enrique IV (1425-1474), no hubo ningún poder religioso o civil bastante fuerte para detener el movimiento anticonverso. En el contexto de un motín antijudío, Pedro Sarmiento, Alcalde Mayor de Toledo, proclamó el primer estatuto de limpieza de sangre, el 5 de junio de 1449. Este proceso se consolidará con la instalación del Santo Oficio de la Inquisición en 1480 y la expulsión de los judíos en 1492.

El valor de la limpieza de sangre llegó a tener una importancia crucial para los españoles desde mediados del siglo XV en adelante y se encuentra en estrecha relación con los valores de la nobleza y del honor, cuya importancia aumentó también en el siglo XVI. La difusión de aquellos estatutos se expandió de manera particular en las comunidades religiosas y civiles españolas, como la Orden de San Jerónimo, Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá, Universidad de Osuna, Colegio Mayor de Cuenca, Orden de Caballería de Calatrava y Alcalá. Más adelante, fue aplicado en América, uno de los objetivos fundamentales perseguidos con ello era la regulación de los estratos sociales, a través de su aplicación en instituciones militares, colegio, seminarios, universidades, gremios, inquisición, cabildo, entre otras. La legitimación definitiva de esta legislación por la monarquía española se realizó durante el reinado de Felipe II, cuando el primado de la Iglesia de España dio el paso de proclamar su propio estatuto de limpieza de sangre.

La limpieza de sangre en América Colonial igualmente está relacionada con los principios de control social, político y religioso de las provincias de ultramar por parte de la Península Ibérica. Desde el punto de vista legal, la incorporación de los estatutos de limpieza de sangre en el derecho indiano se evidenció en la prohibición de embarcarse hacia el nuevo continente a los descendientes de judíos o jovenlandeses, al igual que su aplicación en las diferentes reglamentaciones de las principales instituciones en las provincias hispanoamericanas. Esta legislación también fue utilizada para excluir a los nativos americanos, jovenlandeses y sus descendientes, convirtiéndose en la base ideológica de un sistema de estratificación social jerárquico basado en el origen de las personas.

En el Capítulo II: "La limpieza de sangre en la provincia de Caracas", el autor analizó dos instituciones que exigían para su ingreso la comprobación de ser blancos legalmente: la Universidad de Caracas y el Colegio de Abogados. Los juicios o demostraciones de calidad y limpieza de sangre en Caracas estaban sujetos a una serie de procedimientos cuyo propósito era investigar a las personas su origen, mérito y comportamiento, para establecer su estado social.

La Universidad de Caracas fijó en 1727 importantes consideraciones para los postulantes referentes a la limpieza de sangre. Estableció "un procedimiento institucional para revisar el linaje del solicitante que aspiraba a ingresar en dicha institución o de aquellos que pretendían ocupar un cargo en ella" (pág. 51). La educación universitaria en la Venezuela del siglo XVIII estaba vedada a los mestizos, indios o neցros. Leemos que "para poder ingresar en la Universidad de Caracas a realizar estudios en alguna de sus diferentes disciplinas no se pedía más documentación que la partida de bautismo que acreditase la calidad de blanco" (p. 52). Los expósitos (personas abandonadas por sus padres y criadas en instituciones de beneficencia) tenían serios problemas para ingresar a estudios superiores, por desconocimiento de su origen social. Con la finalidad de solucionar este problema, la Real Cédula del 19 de febrero de 1794 declaró hijos legítimos a los expósitos.

En la citada universidad surgió la discusión si aceptar a Lorenzo Mexias Bejarano, que por su condición de pardo (mestizo de padres neցros y blancos) había sido rechazado en la institución educacional. Después de extensas discusiones, Mexias logró ingresar a estudiar filosofía, gozando del beneficio de la Real Cédula "gracias al sacar" de 1795. La serie de reglamentaciones del sistema jurídico español tenían la intención de mantener una sociedad jerarquizada y un orden social controlado desde arriba, pero a fines del siglo XVIII se estaba iniciando un reformismo borbónico inclusivo dirigido a expósitos y pardos.

El otro ejemplo que el autor nos presenta fue el Colegio de Abogados de Caracas y sus mecanismos para proteger a la institución del ingreso de todos aquellos que fueran descendientes de los nativos americanos y jovenlandeses. Los procedimientos de comprobación de pureza de sangre servían para recabar informaciones testimoniales y documentales sobre las costumbres de los postulantes. El trámite era engorroso, puesto que se necesitaba reunir a testigos para que respondieran a un interrogatorio y siete partidas de bautismo, la del postulante, sus padres y sus cuatros abuelos. El autor describe vía fuentes del período algunos de los procesos para integrarse al Colegio de Abogados de Caracas, el de Juan Antonio Rodríguez (1782), Francisco Antonio de Paúl (1794) y Juan German Roscio (1798).

Para lograr obtener un título nobiliario, los postulantes pusieron un especial empeño en demostrar su hidalguía y limpieza de sangre. Pertenecer a las órdenes nobiliarias era una forma de alcanzar el reconocimiento, los privilegios y la distinción social fundada en la claridad del linaje de su poseyente; por lo tanto, los habitantes de las colonias del Imperio Español eran muy preocupados de ser legalmente blancos, aunque el autor no profundizó más allá de una breve descripción del binomio nobleza-limpieza de sangre, prometiendo a los lectores mayor profundización en futuras investigaciones.

El texto representa un pormenorizado análisis de la historia social en la Venezuela del siglo XVIII. Su aporte historiográfico consiste en visualizar los procedimientos para acceder a cargos estratégicos en la sociedad caraqueña del siglo XVIII. El autor realizó una lectura de las fuentes primarias, poniendo énfasis en las formas y prácticas de exclusión y diferenciación social del continente americano durante el periodo colonial. La investigación nos permite evidenciar la importancia de la pigmentocracia en el caso de Caracas, para delimitar los sectores sociales a base del tonalidad de la piel. En definitiva, la limpieza de sangre en el siglo XVIII venezolano es una contribución sustancial para reconocer los procedimientos empleados con el fin de excluir a ciertos sectores en las sociedades americanas.

Eso es un resumen lamentablemente no puedo tener acceso al texto de verdad pero si encontre otro pero vinculado a la nueva españa:

LA LIMPIEZA DE SANGRE EN NUEVA ESPAÑA, ENTRE LA RUTINA Y LA FORMALIDAD

LA LIMPIEZA DE SANGRE EN NUEVA ESPAÑA, ENTRE LA RUTINA Y LA FORMALIDAD from El peso de la sangre: limpios, mestizos y nobles en el mundo hispánico on JSTOR

Está claro que no te has leído lo que has copiado, si lo lees, y lo comprendes, lo que se hacía, hasta la cédula que elimina la distinción entre hijo natural e hijo iegítimo, es comprobar el linaje legalmente establecido.
No se impide a los criollos estudiar, ni ser abogados, o alguaciles, alcaldes o virreyes. Tengan o no sangre indígena. Se impide a la gente de la que no se sabe su linaje. EXACTAMENTE IGUAL QUE EN LA PENÍNSULA.

Otra prueba de qué malinterpreteis los hechos es que durante todo el periodo virreinal se forman grandes escuelas de arte por todo el imperio, en la que por ejemplo te encuentras los angeles cusqueños, qué nuevamente prueban qué dicha discriminación no existía, dado que no se muestra cómo inadecuado la existencia de ángeles indígenas, mestizos, neցros, zambos, etc cosa que si te encuentras en el resto de los territorios controlados por países europeos en todo el planeta.

Más aún, busca los militares criollos que participaron en la guerra contra los franceses, o las defensas que se hicieron por todo el imperio durante la misma ante ataques ingleses y franceses , entre otros.
 
Última edición:
Hasta donde se, la limpieza de sangre se exigía para alcanzar posiciones de responsabilidad en el reino; una garantía de la comunidad y lealtad de intereses. Suelen obviar los "expertos" que escribe sobre este asunto el papel fundamental que tenía la religión en aquel tiempo, habiendo conseguido con su sesgo "laico" (cuando no claramente anticatólico) vender la especie de que la religión ha sido siempre una escusa de poder y control sobre las masas, que si algo tuvieran, como cualquier otro instrumento susceptible de proporcionar ese control, lo convierten en el único aspecto destacable, dejando el fervor religioso de toda la sociedad, incluidos los poderosos, en simple coacción e instrumentalización.

Si se consigue introducir la "idea-fuerza" de que la religión en España y su Imperio era un simple mecanismo de control, todo lo que pudiera explicarse desde el fervor religioso queda huérfano, de manera que permite ser explicado de otro modo, generalmente coincidente con los motivos de otros imperios y su aparato de propaganda.

Admitir el fervor religioso en aquellas élites españolas es un tema delicado para según qué relatos, dándose la circunstancia en que se afirma que ese fervor de las élites impidió la modernización de España, pero a la vez se presenta a esas élites como una casta que utilizaba la religión para el control de las masas. Cualquiera que lea a los grandes de Siglo de Oro se dará cuenta de que ese fervor era potente y generalizado por más que el puritanismo protestante no alcance a comprenderlo.

La pregunta pertinente sería ¿eran realmente devotos creyentes los reyes, la nobleza y la sociedad de aquella época?. Otra pregunta que es necesario hacerse es, si fueron tan devotos ¿podían articular el poder sin tener en cuenta la otra vida y la rectitud que se pide en ésta?.

Dense cuenta que estamos ante un reto de blanqueamiento de otros modos imperiales a nuestra costa y que va de la mano de los "análisis" que se hacen de la historia desde el punto de vista protestante o laico con influencias protestantes incluso entre los más iracundos desertores católicos, de manera que para ellos es fácil distinguir entre la devoción privada y la actitud ante la vida y los negocios, y esa es la estructura mental sobre la que pretenden articular la historia del Imperio Español.

P.D No deja de sorprenderme el "amor a la objetividad" que demuestran algunos que escriben en español haciéndose pasar por tales, y lo alérgicos que son a las buenas noticias, aquellas que les hablan de que todos sus prejuicios están fundamentados en la propaganda del enemigo.
 
Era idéntica de hecho España copió a calco los manejos coloniales franceses, mucha gente ingenuamente las formas introducidas por la administración durante las reformas borbónicas creyendo que el sistem compuesto de los austrias todavía se mantenía.

¿Mande?
Aprende a escribir o repasa lo que escribes antes de publicarlo.
 
Hasta donde se, la limpieza de sangre se exigía para alcanzar posiciones de responsabilidad en el reino; una garantía de la comunidad y lealtad de intereses. Suelen obviar los "expertos" que escribe sobre este asunto el papel fundamental que tenía la religión en aquel tiempo,

Los mismos que critican a España por la exigencia de limpieza de sangre para poder ocupar ciertos puestos o ejercer ciertos derechos no dicen nunca ni mu sobre la discriminación contra los católicos en los países protestantes. Es la doble vara de medir de siempre de esta gente.
 
Los mismos que critican a España por la exigencia de limpieza de sangre para poder ocupar ciertos puestos o ejercer ciertos derechos no dicen nunca ni mu sobre la discriminación contra los católicos en los países protestantes. Es la doble vara de medir de siempre de esta gente.

Creo entender que esa crítica no se hace para demostrar que en España se discriminaba ocultando otras discriminaciones, sino que en España "también" se discriminaba. Atacar la Leyenda de color no debe impedirnos apreciar que ellos estén atacando ya la supuesta Leyenda Rosa. Cuando se les acabe el cuento de que fuimos de lo malo lo peor, cosa que ocurrirá al mismo tiempo que vamos sabiendo lo malos que eran ellos, procurarán por todos los medios seguir manteniendo ventaja y en este caso merecida pues a igualdad de pecados, sus "virtudes materialistas", a la postre abrumadoras, nos siguen dejando como inútiles. Malos e inútiles primero para ser más tarde simplemente unos incompetentes reconociendo, muy a su pesar, que ellos "han sido tan malos como nosotros".

Habría que patentar este intento, ya advertido por gente competente, de blanquearse ellos ahora que la verdad de lo que ellos hicieron y de lo que hicimos nosotros va saliendo adelante, y se me ocurre "Leyenda Gris". Cuando no les quede ventaja jovenlandesal, tratarán de igualarnos dejando patente que persiste otra ventaja en estos tiempos más valorada, como es la del poder y el dinero.
 
Creo entender que esa crítica no se hace para demostrar que en España se discriminaba ocultando otras discriminaciones, sino que en España "también" se discriminaba. Atacar la Leyenda de color no debe impedirnos apreciar que ellos estén atacando ya la supuesta Leyenda Rosa. Cuando se les acabe el cuento de que fuimos de lo malo lo peor, cosa que ocurrirá al mismo tiempo que vamos sabiendo lo malos que eran ellos, procurarán por todos los medios seguir manteniendo ventaja y en este caso merecida pues a igualdad de pecados, sus "virtudes materialistas", a la postre abrumadoras, nos siguen dejando como inútiles. Malos e inútiles primero para ser más tarde simplemente unos incompetentes reconociendo, muy a su pesar, que ellos "han sido tan malos como nosotros".

Habría que patentar este intento, ya advertido por gente competente, de blanquearse ellos ahora que la verdad de lo que ellos hicieron y de lo que hicimos nosotros va saliendo adelante, y se me ocurre "Leyenda Gris". Cuando no les quede ventaja jovenlandesal, tratarán de igualarnos dejando patente que persiste otra ventaja en estos tiempos más valorada, como es la del poder y el dinero.

Pero es que esa también la pierden: solo hay que ver los documentos y restos existentes de las ciudades virreinales en 1820 (que son los edificios oficiales de ahora, por cierto) y los inexistentes edificios coloniales ingleses o franceses, más allá de algún fuerte de cosa hecho con virotes de madera, del que hace ya 200 años queda la nada.

La única realidad es que los anglos y francos robaron todo lo robable, y si no se llevaron los edificios fue porque ya cantaba demasiado y la gente común habría ido a la guerra por la reunificación imperial en 1830 contra los criollos traidores.

Añadido: si siguen quedando dudas, que los puñeteros nazis antiespañoles busquen cuándo tuvo México alcantarillado y cuándo lo tuvo la ciudad de londres.
 
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Pero es que esa también la pierden: solo hay que ver los documentos y restos existentes de las ciudades virreinales en 1820 (que son los edificios oficiales de ahora, por cierto) y los inexistentes edificios coloniales ingleses o franceses, más allá de algún fuerte de cosa hecho con virotes de madera, del que hace ya 200 años queda la nada.

La única realidad es que los anglos y francos robaron todo lo robable, y si no se llevaron los edificios fue porque ya cantaba demasiado y la gente común habría ido a la guerra por la reunificación imperial en 1830 contra los criollos traidores.

Le responderán que mientras España iba entrando en un proceso de degradación, ellos empezaban otro de construcción. Como decía Elvira, el oro de Hispanoamérica alimentaba al codicioso español mientras el oro de USA "creaba un país". Obviarán el hecho de que mientras España se proyectaba en otras tierras creando una imagen cuasi-especular que no le hizo ascos a la cultura nativa de las tierras que fuera incorporando el Imperio, las colonias británicas fueron simples factorías hasta mucho después, e incluso hasta su independencia como en el caso gringo. Así, la efectiva limpieza étnica, acabó creando una sociedad completamente británica en América y Oceanía con la salvedad de Canadá por su influencia francesa.

Pero al final indios canadienses y de USA quedan pocos y a toro pasado pidieron perdón... Pero no RU ni Francia, sino los "criollos" que dominan en esos países por incomparecencia del nativo, mientras en los de origen hispano, son los criollos los que exigen que sea el rey de España quien pida perdón...

Es todo tan vergonzoso, tan grotesco, que dan ganas de salir corriendo.
 
Escudo de la España aria


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