Pues anda que si no pudieramos desahogarnos de vez en cuando...
Hoy estoy tocadilla: mis vecinos de abajo tienen una sobrina (aqui nos conocemos todos) que el año pasado pasó por una racha muy mala: veintiocho años, con la casa montada y las invitaciones de boda enviadas se entera que su novio ha dejado embarazada a su mejor amiga (con la repercusión, vuelvo a decir, que esto es un pueblo y todo el mundo tiene que opinar de todo). Para más narices, cierra la empresa en la que trabaja y se ve en el paro y con un montón de juicios para intentar cobrar algo -con lios de dinero- y además le dicen que su abuela (que la crió) se va a morir en pocos meses. Total, que entró en una depresión muy fuerte y en abril pasado se subió a la terraza de su piso (delante del colegio de mi hija) y se tiró desde allí. Cuatro pisos y se salvó porque los tendederos frenaron la caida. Pero se quedó con una pierna mal, lesiones internas... creían que se moría, pero se ha tirado un año y pico para salir del hospital.
Hoy la han traído a casa de su tía (que parece que es la única que puede estar con ella por las mañanas) y hemos coincidido al coger el ascensor, yo con Silvia y su tía con ella en la silla de ruedas. Yo sabía que no había quedado bien, pero verlo es totalmente distinto:le tuvieron que amputar una pierna por mitad del muslo, uno de lo brazos (del mismo lado) lo tiene inutil al parecer, va con gafas de sol porque perdió un ojo (o la visión, no lo tengo claro) y llevaba una bolsa para la orina... se me ha caído el alma a los pies... las cosas que hacemos cuando no vemos salida, y las repercusiones que tienen... Por muy mal que tuviera el presente, por muy mal que estuviera, cualquier cosa es mejor que como está ahora y el futuro que le espera.
Qué pena de persona, y de familia y todo lo demás y no tiene ni 30 años...