Nos días.
Buenos dias, gente. A proposito de un hilo que anda por el atico ¿que pensais del movimiento free range kids?
Yo opino que depende del entorno (más que de la madurez del niño, que también importa) y de las circunstancias. No es lo mismo dejarles campar por sus anchas en un pueblo de 200 almas (y aún así los accidentes ocurren) que dejarlos en Nueva York que se busquen la vida aunque sea con un guión.
¿Qué me parece la actitud de la progenitora? La misma que yo tengo cuando alguien me dice que va a hacer parapente sin casco porque le quita visibilidad y "nunca pasa nada". Como idea me parece genial, aunque así en conjunto la ejecución me parezca terrible. Y desde luego, con su cabeza y no con la mía. Me hubiera parecido mucho más "normal" (entre comillas) si la progenitora, el tío segundo o un vecino de unos amigos que que el niño no conociera fuera siguiéndole durante el trayecto, de forma que él podría experimentar la sensación de ser responsable, y a la vez estar acompañado. Y todo esto si quisiera experimentar con mi prole, que ya te digo que me parece una diversión un poco arriesgada.
¿Por qué no me gusta la experiencia, tal y como ella lo plantea?
- Porque nueve años, por mucha responsabilidad que se tenga, no da a un niño la capacidad necesaria para improvisar fuera del guión que le han marcado (y vuelvo a repetir, los accidentes ocurren). Menos aún en Nueva York, que ya en sí es un accidente continuo de situaciones. Si hubiese perdido el dinero, o el billete, si por casualidad hay una huelga, o cualquier tumulto, si hay cualquier suceso inesperado, ve tú y pregunta. Claro que los americanos son muy dados luego a salir en el telediario en plan padres compungidos con una foto de la criatura y llamamientos para que se pongan en contacto y lo devuelvan, pero es mejor evitar el peligro. Ojo, nueve años en otro entorno menos hostil, o más controlado, me pueden parecer de fábula, pero tal y como está planteado, es dejar demasiado a "la bondad de los desconocidos".
- Porque puede dar la sensación al niño de que "no pasa nada": Si una vez, con todo el guión de los padres ha salido bien ¿cómo le explicas al niño que es una experiencia puntual, que no debe ir solo a la biblioteca del centro, que si sale del colegio, no puede coger el autobus y pirarse al acuario o irse al centro comercial? Ya, claro, porque le hemos explicado que no debe hacerse. Pero son nueve años. Igual está convencido de que en el fondo, Superman existe y va a rescatarlo.
- Porque se hace en solitario: si ella me dijera que son dos niños de la misma edad (o tres o cuatro) podría ser menos reacia. Cierto que cuanto más sean, más posibilidades de que lo que no idee uno, idee otro... pero al menos si algo sale mal, son varios para estar juntos. Es muy dificil que encuentres a un pervertido, pongo por caso (sí, ya salió lo del "hombre del saco", pero es inevitable) que se dirija a un grupo de niños juntos sin conocerlos de nada a entrarles en un entorno tan puntual como una parada de autobus. O bien, si tienen algún problema siempre es más fácil que siendo varios lo puedan solucionar o al menos encontrar quien los auxilie. mandar a un niño solo a la aventura me parece muy temerario.
¿Cómo me parecería que es algo positivo que refuerza su autoestima? En primer lugar, me olvidaría de Nueva York. Claro, la mujer vive alli, no va a irse a las profundidades más profundas del estado de Kansas para que su hijo vaya de la parada del autobús al centro de correos (igual está a una manzana andando con suerte). Pues oiga, mala suerte. Espere usted a tener un adolescente (o pre al menos) para dejarlo suelto con la seguridad de que si pasa algo va a ser consciente al menos de que pasa algo. Y mientras tanto, eduquelo, pero sin hacer experimentos extraños, que pueden salir mal. En segundo lugar, si sintiera la imperiosa necesidad de hacer algo parecido, que nunca fuera solo. Y tercero, hay circunstancias en que un niño debe buscarse la forma de llegar a casa: como entrenamiento ante un suceso puntual (los padres tienen que ir a algún sitio y nadie puede recogerlo, hay una emergencia familiar...) pues me parece que deben estar advertidos de cómo comportarse, qué hacer y que no, y siempre tomándolo como algo extraordinario, forzado por las circunstancias. Tomarlo como una experiencia que el niño quería tener y se le concede (como ir al parque de bolas un domingo) creo que le quita la labor pedagógica que pudiera tener.
Dicho todo esto, vivo en un pueblo de pocos habitante relativos, un entorno tranquilo: mis hijos salen juntos a jugar a la calle "solos" (me refiero, a sin adultos) desde que el mayor tenía doce años y la pequeña nueve, antes siempre iba alguien acompañándoles. El parque adonde han ido siempre está muy cerca de casa, apenas a trescientos metros, y si iban a otras partes del pueblo, tenían que ir siempre juntos, y además con más niños o adultos. A partir de los trece años, mi hijo ha empezado a salir por otras partes del pueblo sólo, y ocasionalmente y avisando en casa, a otros pueblos cercanos, a la piscina o a algún cumpleaños. La niña tiene once años, y aparte de algún recado ocasional que hace sola, nunca sale de casa si algún amiguito no viene a buscarla a la puerta, o llama por teléfono -si, en mi pueblo todavía se lleva eso de ir los niños a buscarse unos a casa de otros-. Y sin embargo, nuestro comportamiento cambia totalmente cuando vamos a Madrid de vacaciones. Allí, la niña nunca baja al parque (que está al lado de casa de mis suegros) sola, el niño nunca jamás ha tomado el metro (o el autobús) solo tampoco. Es un entorno que no conocemos, que ninguno controlamos, mucho menos ellos y del que no sabemos qué esperar. Yo es que lo siento mucho (o no), pero ante la idea de que mi hija de once años sea independiente en Madrid, a pesar de todos los guiones, o que yo esté tranquila, pues prefiero lo segundo.
(Dicho todo esto con todo el respeto a quienes fomentan de forma responsable la autonomía de los niños. Dejar a un niño solo con nueve años en Nueva York no me lo parece)