nefernef
Madmaxista
Digamos que mi trabajo en casa acaba cuando hago la cena. (NIños aparte, que me los suelo tragar yo casi todas las noches). Ayer dejé la cocina más o menos recogida, a falta de fregar los dos platos, los dos vasos, los cubiertos y una olla de la cena. HOy me la he encontrado con todo eso más que a mi marido, en lugar de recoger, se le ocurrió la brillante idea de empezar a tirar cosas de comer que su progenitora trajo unilateralmente el viernes y que cuando llegamos nosotros el domingo por la noche se habían echado a perder. Por supuesto, nada de fregar los envases, y por supuesto también, nada de apartar lo que estaba en el fregadero o quitar las gotas que salpicaban.
Después de más de una hora de reloj de aguantar niño con gases esta mañana, entro a la cocina y me encuentro el percal.
(Obviamente, tampoco tiró la sarama de pañales apestosos, total, él no va a estar)
Después de más de una hora de reloj de aguantar niño con gases esta mañana, entro a la cocina y me encuentro el percal.
(Obviamente, tampoco tiró la sarama de pañales apestosos, total, él no va a estar)