Únicamente escribo esto con la intención de que nadie intente hacer la ouija jamás de los jamases o se atenga a las consecuencias.
Lo intentamos unas cuantas veces en la casa de un amigo y no pasó nada, era una ouija rudimentaria: una "S" una "N" letras y números alrededor y una moneda. A la tercera o cuarta vez que lo intentamos éramos 5, luz tenue, expectación, preguntas absurdas y ganas de risas.
De repente la moneda comenzó a moverse lentamente y nos mirábamos como si alguien de nosotros lo hubiera hecho. Comenzó la ronda de preguntas y respuestas, preguntas sencillas de SI o NO y a veces la moneda se resistía entre marcar una S o una N (tan pronto iba como volvía). En una de estas, la moneda comenzó a dirigirse hacia uno de los que estábamos allí hasta que salió de la mesa en su dirección y se acabó el juego. Cuando encendimos la luz para buscar la moneda, no aparecía por ninguna parte y por más que la buscamos nunca apareció.
A los pocos días el amigo al que le saltó la moneda lo ingresaron en un hospital, no sabían que le pasaba, empezó a debilitarse y en menos de dos semanas murió. Allí nos juntamos de nuevo los 4 restantes y prometimos no decir nada.
No pasaría un mes cuando otro de los 4 comenzó a perder la cabeza, hecho un ovillo sentado en el afeizar de una ventana, las piernas recogidas en los brazos y la mirada totalmente perdida. Nos acercábamos, le dábamos ánimos y le preguntábamos que qué le pasaba. El tío nos contaba unas historias rarísimas, que no podía dormir porque tenía pesadillas y recuerdo que nos contaba algo de una espiral humana que le llevaba hacia el centro y le decía que entrara.... bueno, una locura. Acabó yendo al psiquiatra (supongo que contando lo que pasó) y alejándose de nosotros.
Otro, el de la casa donde se hizo, también se distanció de nosotros y cuando nos lo encontrábamos no contaba gran cosa pero se le veía como asustadillo y siempre preguntaba que qué tal pero con una pregunta cargada de intención. La última vez que le vi me dijo sin venir a cuento (cuando ya ha pasado muchísimo tiempo) que sus padres habían vendido la casa, me lo dijo como con cierto alivio.
Yo pasé un tiempo en el que al caminar por la calle de noche, se iban apagando todas las farolas por donde pasaba, comenzaban a parpadear y si permanecía mucho tiempo acababan apagándose. A la gente que caminaba a mi lado le hacía gracia y no sabían por qué se apagaban, pero a mi no me hacía ni fruta gracia. También comenzaron a quedarse colgados los ascensores conmigo dentro, solo o con gente, y aún a día de hoy, en el que ya no pasa extraño, raro es que me monte en un ascensor habiendo escaleras. Y también ciertos aparatos eléctricos como televisiones, radios, etc cuando no había nadie más delante ¿Por qué lo has apagado? ¿Por qué lo has encendido? Y yo no había sido, claro.
Pasó hace mucho tiempo, junto con otras cosas que paso de contar.
Yo mismo he pensado muchas veces que puede ser que fuera sugestión, casualidad, algo que hubiera pasado sin más y que la causa no tiene que ser necesariamente la ouija.... no sé, cada cual que piense lo que le de la gana. No creo en espíritus, ni ovnis, ni historias de esas, solo cuento lo que pasó. Si fue causa y consecuencia, pues... prefiero pensar que todo fue una casualidad, azar.
No lo hagáis, no lo intentéis.