Una vez leí en un libro de Alan Watts (
El camino del zen) lo siguiente, decía más o menos lo siguiente, si recuerdo bien.
Que hubo una antiquísima religión china o unos ritos anteriores a la aparición del taoísmo, y sobre el que influenció en algo (por ejemplo, con la idea de la espontaneidad, del valor de ser auténticos).
Que uno de esos ritos consistía en que alzabas un jarrón y lo dejabas caer.
Luego se analizaba el modo en cómo los pedazos habían quedado distribuidos.
En función de este análisis, se podía predecir cosas acerca de tu futuro.
La lógica era la siguiente:
1) Tu manera de ser, tu estado de ánimo en ese momento, tu sistema nervioso… influye sobre todo cuanto haces.
2) La manera en cómo se ha despedazado el jarrón, se ve igualmente influida por lo mismo.
3) Por lo tanto, analizándola y cómo han quedado los trozos y tal, se aprecian cosas de tu personalidad que estaban más o menos veladas.
4) Al conocerte mejor, se puede predecir un poco cómo te irás comportando, luego cosas de tu futuro también.
Más o menos creo que es esto lo que decía (hace tantos años que lo leí…).
Obsérvese el posible parecido —no sé si puedo osar en decirlo— con lo de los tests de proyección de la actual disciplina de la Psicología.