Fornicious Jr
Madmaxista
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Tan pequeños como los insectos más diminutos pero con una enorme repercusión para el bolsillo del consumidor a final de mes. Acciones tan cotidianas como tomar un café en un bar, comprar una bolsa de patatas fritas o una botella de agua puede parece que no suponen un esfuerzo económico.
Sin embargo, perseverar en ellas puede ser muy perjudicial para nuestra economía familiar. Forman parte del grupo denominado como gastos hormiga, conocidos así por la aparente insignificancia de su coste. Se trata de pagos evitables y reiterados que realizas casi sin darte cuenta y de forma espontánea, por lo que te dan la impresión de no afectar a tus finanzas personales, pero que pueden llegar a ser el enemigo más temible para tu economía.
Ejemplos significativos de estos gastos son acciones que realizamos con relativa frecuencia son comer en restaurantes o pedir comida a domicilio, ir a una cafetería a tomar un café o una cerveza, comprar dulces, golosinas o patatas en la máquina de vending del trabajo o adquirir cualquier artículo en Amazon o Aliexpress que al final nunca usamos.
Otros comportamientos evitables en los que se nos van el dinero son el pago de comisiones bancarias innecesarias, la suscripción a varias plataformas de contenidos audiovisuales similares o la compra de caprichos en el supermercado, es decir: productos que inicialmente no estaban previstos en nuestro carro de la compra.
"Son gastos que en el día a día no te das cuenta pero que al final acaban sumando bastante y teniendo un impacto significativo en el presupuesto de una persona. Si por ejemplo te tomas dos cafés al día a 1,5 euros son 90 euros al mes, que por doce meses son más de 1.000 euros al año simplemente en cafés", afirma Richard Gracia Anso, experto en ahorro y finanzas y autor de El Método RICO y ahora Superahorradores (Alienta Editorial, 2022).
Qué puedo hacer para intentar evitarlos
-Hacer un seguimiento exhaustivo de nuestros gastos. Para conocer a nuestro 'enemigo' hay primero que analizarlo en profundidad. Por eso es conveniente ir anotando en una lista los gastos que vamos realizando. "Al cabo de un mes súmalos para darte cuenta de en qué en realidad se te van esos gastos. Esto ayuda a ganar consciencia", explica Gracia Anso.
-Establece un presupuesto. Una vez que conoces la cuantía de estos gastos, hay que establecer un presupuesto para los mismos. Una cantidad fija, ya sea diaria, semanal o mensual, que no hay que sobrepasar. Esto te ayudará a rebajar mucho el coste total de esos gastos. Por ejemplo, en lugar de comer en restaurantes cuatro veces a la semana hacerlo solo dos veces.
-Planifica las compras. La planificación es un requisitos esencial para evitar este tipo de gastos, aunque debe ir acompañada de una enorme disciplina. Hacer una lista de lo que realmente necesitas ayuda a no caer en tentaciones y comprar caprichos, sobre todo a la hora de ir al supermercado.
-Busca una alternativa gratuita o similar. Siempre existen opciones más económicas o gratuitas que nos puede dar un resultado idéntico o similar. Si cada día, por ejemplo, compramos la botella de agua en la maquina del trabajo podemos optar por adquirir esa misma botella en el supermercado o llevar nuestro propio envase y beber el agua del grifo.
-Controlar los impulsos. Intenta no comprar cosas de forma compulsiva. No compres por comprar. "Hay que dar al menos mínimo 24 horas de reflexión, aunque hay expertos que aconsejan 48 horas y hasta una semana, porque muchas veces en el calentón del momentos piensas que algo es muy necesario pero al cabo de los días te das cuenta de que realmente no lo necesitas", asegura el autor de Superahorradores.
Si después de hacer esto sigues teniendo dudas o la situación te abruma, siempre puedes acudir a un experto en finanzas personales para que te ayude a planificarte y evitar los gastos que no son necesarios.
Sin embargo, perseverar en ellas puede ser muy perjudicial para nuestra economía familiar. Forman parte del grupo denominado como gastos hormiga, conocidos así por la aparente insignificancia de su coste. Se trata de pagos evitables y reiterados que realizas casi sin darte cuenta y de forma espontánea, por lo que te dan la impresión de no afectar a tus finanzas personales, pero que pueden llegar a ser el enemigo más temible para tu economía.
Ejemplos significativos de estos gastos son acciones que realizamos con relativa frecuencia son comer en restaurantes o pedir comida a domicilio, ir a una cafetería a tomar un café o una cerveza, comprar dulces, golosinas o patatas en la máquina de vending del trabajo o adquirir cualquier artículo en Amazon o Aliexpress que al final nunca usamos.
Otros comportamientos evitables en los que se nos van el dinero son el pago de comisiones bancarias innecesarias, la suscripción a varias plataformas de contenidos audiovisuales similares o la compra de caprichos en el supermercado, es decir: productos que inicialmente no estaban previstos en nuestro carro de la compra.
"Son gastos que en el día a día no te das cuenta pero que al final acaban sumando bastante y teniendo un impacto significativo en el presupuesto de una persona. Si por ejemplo te tomas dos cafés al día a 1,5 euros son 90 euros al mes, que por doce meses son más de 1.000 euros al año simplemente en cafés", afirma Richard Gracia Anso, experto en ahorro y finanzas y autor de El Método RICO y ahora Superahorradores (Alienta Editorial, 2022).
Qué puedo hacer para intentar evitarlos
-Hacer un seguimiento exhaustivo de nuestros gastos. Para conocer a nuestro 'enemigo' hay primero que analizarlo en profundidad. Por eso es conveniente ir anotando en una lista los gastos que vamos realizando. "Al cabo de un mes súmalos para darte cuenta de en qué en realidad se te van esos gastos. Esto ayuda a ganar consciencia", explica Gracia Anso.
-Establece un presupuesto. Una vez que conoces la cuantía de estos gastos, hay que establecer un presupuesto para los mismos. Una cantidad fija, ya sea diaria, semanal o mensual, que no hay que sobrepasar. Esto te ayudará a rebajar mucho el coste total de esos gastos. Por ejemplo, en lugar de comer en restaurantes cuatro veces a la semana hacerlo solo dos veces.
-Planifica las compras. La planificación es un requisitos esencial para evitar este tipo de gastos, aunque debe ir acompañada de una enorme disciplina. Hacer una lista de lo que realmente necesitas ayuda a no caer en tentaciones y comprar caprichos, sobre todo a la hora de ir al supermercado.
-Busca una alternativa gratuita o similar. Siempre existen opciones más económicas o gratuitas que nos puede dar un resultado idéntico o similar. Si cada día, por ejemplo, compramos la botella de agua en la maquina del trabajo podemos optar por adquirir esa misma botella en el supermercado o llevar nuestro propio envase y beber el agua del grifo.
-Controlar los impulsos. Intenta no comprar cosas de forma compulsiva. No compres por comprar. "Hay que dar al menos mínimo 24 horas de reflexión, aunque hay expertos que aconsejan 48 horas y hasta una semana, porque muchas veces en el calentón del momentos piensas que algo es muy necesario pero al cabo de los días te das cuenta de que realmente no lo necesitas", asegura el autor de Superahorradores.
Si después de hacer esto sigues teniendo dudas o la situación te abruma, siempre puedes acudir a un experto en finanzas personales para que te ayude a planificarte y evitar los gastos que no son necesarios.