Cierto es, lo de las pulsaciones tambien lo he notado yo...según he leido no recomiendan hacer ayunos largos (mas de 4 dias) más de tres veces al año asi que me imagino que es una cosa de la que no se puede abusar.
Mi intencion en cualquier caso es probarlo solo esta vez y luego pasar al 16:8 que creo que me va a venir como anillo al dedo. Tambien podria adaptarme al 20:1 en determinados dias.
Si noto algun cambio mas relevante lo comentaré, me parece curioso que no tenga un hambre atroz.
La subida de pulsaciones, dolores de cabeza, mareos, etc aparece como consecuencia de digamos "contaminación de la sangre".
Habéis visto como se pone la lengua?veis una orina mas fuerte?el sudor? Excreciones de los oídos? Todo eso es desintoxicación.
Pero lo importante es saber que todas esas cosas se pueden limpiar(abluciones), sin embargo hay una suciedad oculta, todo el tracto digestivo se pone como la boca(apestosa y llena de tóxicos) y es en intestino grueso donde todos esos tóxicos pasan a la sangre y nos hacen sufrir esos pesares.
Hay que usar entonces un baño interno, esto es los enemas de toda la vida, introducir agua en el recto y provocar la salida de heces retenidas y mezcladas con los tóxicos.
Eso es lo que os provocan los inconvenientes que citáis, estorban la limpieza y provoca desajustes innecesarios. Un enema en su momento y listo, a seguir el ayuno tan benigno y necesario en estos tiempos como una rosa.
Así puedes hacer ayunos de más de 4 días sin problemas; los beneficios se disparan exponencialmente...
---------- Post added 07-sep-2018 at 16:37 ----------
»Pero no penséis que es suficiente que el ángel del agua os
abrace sólo externamente. En verdad os digo que la inmundicia interna es, con mucho, mayor que la externa. Y quien se limpia por
fuera permaneciendo sucio en su interior, es corno las
tumbas bellamente pintadas por fuera, pero llenas por dentro de todo tipo de inmundicias y de abominaciones horribles. Por ello, en verdad os digo, que dejéis que el ángel del agua os bautice también por dentro, para que os liberéis de todos vuestros antiguos pecados, y para que asimismo internamente seáis tan puros como la espuma del río jugueteando a la luz del sol. »Buscad, por tanto, una gran calabaza con el cuello de la
longitud de un hombre; extraed su interior y llenadla con agua del río caldeada por el sol. Colgadla de la rama de un árbol, arrodillaos en el suelo ante el ángel del agua y haced que el extremo del tallo de la calabaza penetre vuestras partes ocultas, para que el agua fluya a través de todos vuestros intestinos.