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Soy el principio y el fin
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Hablando de China:
La burbuja inmobiliaria en China pone a las autoridades contra la espada y la pared
- El elevado precio de la vivienda puede provocar la marcha de inversores
- Si los capitales salen fuera la presión sobre el yuan se acentuará
En los últimos meses se están produciendo una serie de acontecimientos que podrían dificultar el aterrizaje de la economía china. Si hace escasos días un experto aseguraba que los turistas chinos aprovechaban sus viajes para llevarse capitales al extranjero, ahora un forme de Royal Bank of Scotland (RBS) asegura que los inversores inmobiliarios podrían abandonar China para buscar mejores oportunidades en el extranjero. Lo que parece seguro, es que el Banco Popular de China (BPC) va a tener que trabajar muy duro para mantener el tipo de cambio del yuan.
Esta es la nueva incertidumbre que enfrenta la moneda china: el precio de las viviendas por las nubes e inversores que buscan oportunidades en el ladrillo, pero a un precio competitivo, es decir, fuera de China.
Según destacan desde Bloomberg, en China se está produciendo un boom inmobiliario que esta fuera de control en las ciudades más grandes. Estos precios son prohibitivos, lo que podría llevar a los inversores a buscar alternativas más baratas en el exterior, aseguran desde RBS.
Esta salida de capitales absorberá dinero de China y presionará el yuan a la baja, según un análisis de Harrison Hu, economista jefe de Royal Bank of Scotland para la región de Gran China en Singapur.
El yuan o la vivienda
Un "la gran diferencia entre los precios de los activos locales y extranjeros provocará flujos de salida de capital y una depreciación hasta que se restablezca la paridad", señala Hu en una nota. Este economista comenta que el incremento interanual del 30% en los precios de las principales ciudades supone un alza del 25% en dólares, que supera por mucho los incrementos del 5% en las principales ciudades de Estados Unidos.
"Se cree que las autoridades económicas de China sacrificarán el tipo de cambio del yuan para evitar una corrección acentuada de los precios de las propiedades locales, porque el colapso del mercado de la vivienda provocaría un descarrilamiento de la economía y el sistema financiero de China", sostiene Hu. Esto es así porque la importancia del mercado inmobiliario en la segunda economía más grande del mundo es mucho mayor que la de varios sectores, entre ellos el mercado bursátil.
Si el yuan termina cayendo frente al dólar, el precio de la vivienda podría resultar más atractiva para los inversores extranjeros, mientras que los inversores locales verían como los inmuebles de fuera de China se encarecen por el efecto tipo de cambio.
Evitar que la burbuja estalle
Un colapso inmobiliario en China podría tener consecuencias de gran alcance y los inversores tardarían mucho tiempo en recuperar la confianza. Eso pondrá a las autoridades políticas en una posición muy complicada, comenta Hu en el documento de RBS.
Si bien el Gobierno tiene algunas cartas en la mano, como la capacidad de controlar la oferta de tierras e imponer restricciones a la compra de casas nuevas, la historia muestra que algunas medidas de ajuste acarrean más problemas que soluciones y alimentan el comportamiento especulativo, como las compras que se vieron este año en Shanghái.
El mercado de la vivienda comenzó a enfriarse en China a mediados de 2015. Todos los datos mostraban que la burbuja comenzaba a pincharse, pero los estímulos del BPC y los cambios normativos lograron que familias e inversores recuperasen el apetito por el ladrillo. Ahora la burbuja tiene un tamaño mayor, lo que quiere decir que el riesgo ha aumentado.
Además, la estrategia que usaron los reguladores que lucharon contra las turbulencias en el mercado bursátil el año pasado no inspira mucha confianza en la capacidad del Gobierno de administrar el burbujeante mercado inmobiliario. "Ninguna burbuja tiene un final feliz", sentencia Hu.
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DB, banca italiana, China tocada, Japón en la "neverra". Demasiada papelera financiera para vislumbrar un final feliz.
Sin tener en cuenta la escalada belicista global.
La burbuja inmobiliaria en China pone a las autoridades contra la espada y la pared
- El elevado precio de la vivienda puede provocar la marcha de inversores
- Si los capitales salen fuera la presión sobre el yuan se acentuará
En los últimos meses se están produciendo una serie de acontecimientos que podrían dificultar el aterrizaje de la economía china. Si hace escasos días un experto aseguraba que los turistas chinos aprovechaban sus viajes para llevarse capitales al extranjero, ahora un forme de Royal Bank of Scotland (RBS) asegura que los inversores inmobiliarios podrían abandonar China para buscar mejores oportunidades en el extranjero. Lo que parece seguro, es que el Banco Popular de China (BPC) va a tener que trabajar muy duro para mantener el tipo de cambio del yuan.
Esta es la nueva incertidumbre que enfrenta la moneda china: el precio de las viviendas por las nubes e inversores que buscan oportunidades en el ladrillo, pero a un precio competitivo, es decir, fuera de China.
Según destacan desde Bloomberg, en China se está produciendo un boom inmobiliario que esta fuera de control en las ciudades más grandes. Estos precios son prohibitivos, lo que podría llevar a los inversores a buscar alternativas más baratas en el exterior, aseguran desde RBS.
Esta salida de capitales absorberá dinero de China y presionará el yuan a la baja, según un análisis de Harrison Hu, economista jefe de Royal Bank of Scotland para la región de Gran China en Singapur.
El yuan o la vivienda
Un "la gran diferencia entre los precios de los activos locales y extranjeros provocará flujos de salida de capital y una depreciación hasta que se restablezca la paridad", señala Hu en una nota. Este economista comenta que el incremento interanual del 30% en los precios de las principales ciudades supone un alza del 25% en dólares, que supera por mucho los incrementos del 5% en las principales ciudades de Estados Unidos.
"Se cree que las autoridades económicas de China sacrificarán el tipo de cambio del yuan para evitar una corrección acentuada de los precios de las propiedades locales, porque el colapso del mercado de la vivienda provocaría un descarrilamiento de la economía y el sistema financiero de China", sostiene Hu. Esto es así porque la importancia del mercado inmobiliario en la segunda economía más grande del mundo es mucho mayor que la de varios sectores, entre ellos el mercado bursátil.
Si el yuan termina cayendo frente al dólar, el precio de la vivienda podría resultar más atractiva para los inversores extranjeros, mientras que los inversores locales verían como los inmuebles de fuera de China se encarecen por el efecto tipo de cambio.
Evitar que la burbuja estalle
Un colapso inmobiliario en China podría tener consecuencias de gran alcance y los inversores tardarían mucho tiempo en recuperar la confianza. Eso pondrá a las autoridades políticas en una posición muy complicada, comenta Hu en el documento de RBS.
Si bien el Gobierno tiene algunas cartas en la mano, como la capacidad de controlar la oferta de tierras e imponer restricciones a la compra de casas nuevas, la historia muestra que algunas medidas de ajuste acarrean más problemas que soluciones y alimentan el comportamiento especulativo, como las compras que se vieron este año en Shanghái.
El mercado de la vivienda comenzó a enfriarse en China a mediados de 2015. Todos los datos mostraban que la burbuja comenzaba a pincharse, pero los estímulos del BPC y los cambios normativos lograron que familias e inversores recuperasen el apetito por el ladrillo. Ahora la burbuja tiene un tamaño mayor, lo que quiere decir que el riesgo ha aumentado.
Además, la estrategia que usaron los reguladores que lucharon contra las turbulencias en el mercado bursátil el año pasado no inspira mucha confianza en la capacidad del Gobierno de administrar el burbujeante mercado inmobiliario. "Ninguna burbuja tiene un final feliz", sentencia Hu.
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DB, banca italiana, China tocada, Japón en la "neverra". Demasiada papelera financiera para vislumbrar un final feliz.
Sin tener en cuenta la escalada belicista global.