Hola,
No os habéis parado a pensar que igual la mayoría de gente no quiere ser libre y prefiere que lo traten como a un niño? Que se vive más cómodamente así?
Aunque suene duro decirlo, el "esclavo doméstico" que vivía bien en casa de su señor y además lo protege, la libertad le importa poco...
Un saludo
Yo si me he parado a pensar en ello y creo más probable lo siguiente:
la mayoría de los gobernantes no quieren que la gente sea libre y disponen los medios a su alcance para impedirlo:
1. Educación estatal que limita la capacidad de comprensión de los fenómenos sociales: ocurre con las asignaturas de economía (solo se estudia teoría keynesiana y monetarista), filosofía (solo se estudia teoría del estado, colectivismo y socialismo, marxismo y metafísica), derecho, etc, etc, etc.
2. Control de los medios de masas mediante licencias administrativas. ¿En que queda la libertad de prensa si el gobierno dispone quien puede poseer un medio para emitir?
3. Falta de democracia que perpetúa lo anterior.
Tomemos el ejemplo de Suiza, el caso paradigmático de sociedad con capacidad de decisión (referendums vinculantes) sobre su destino político y económico.
En los últimos años han votado sobre cuestiones tan dispares como limitación de grandes salarios, RBUs, permiso de circulación de camiones en fines de semana, alminares en ciudades o pueblos y similares y en todas las ocasiones el resultado de la votación se puede considerar acorde con el que tomaría una sociedad responsable.
Cientos de referendums sobre temas diversos y nadie duda de la capacidad responsable de los suizos.
Ahora tomemos el caso de España, paradigma de sociedad con nula capacidad de elección real. En 40 años de democracia, hemos votado:
-1 referendum sobre permanencia en la OTAN, no vinculante.
Aquí me paré. No recuerdo votación importante que se haya tomado por consulta popular. (sin embargo si recuerdo a una jauría de conservadores, pseudoliberales y socialistas increpando cuando Podemos era todavía partidario de un sistema de democracia directa).
Un solo referendums sobre un tema relevante, no consultivo, y demasiados dudan sobre la capacidad responsable de los españoles.
Somos lo que somos: un producto de la dictadura y 500 años de la peor historia.