frisch
Madmaxista
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Yo tengo una visión de la democracia y de los sistemas políticos en general mucho más en el sentido, no sé cómo decirlo, “de reparto del poder para perpetuar el poder inicial”. Quizás sea cierta, quizás no y probablemente, sea sólo parte de la explicación.
Hoy en día se cree que la llegada de los sistemas democráticos se deben a un proceso de lucha.
No estoy tan seguro de que sea del todo así.
Simplificando ¿sobre qué se sustenta el poder y el consiguiente sistema político?
Sobre la fuerza, los medios económicos (dinero) y finalmente los idearios.
El orden es ése.
Voy a dar una serie de ejemplos.
El primero se remonta a los tiempos bíblicos del Antiguo Testamento (independientemente de que sea un texto religioso, también se puede leer como un texto antropológico, etc., etc.).
En un momento dado el pueblo hebreo era regido por profetas (patriarcas). Es decir el intermediario entre Dios y el pueblo. Era un régimen teocrático. Coincide con la época del nomadismo. Una vez asentados en Palestina, necesitaban solucionar problemas, muchos consecuencia de las relaciones con los pueblos que estaban en su entorno. Se conoce esa época como la época de los Jueces. El último juez fue Samuel. Y llegado Samuel, el pueblo hebreo pide que quiere tener un rey, como lo tienen todos los pueblos de su entorno. El primer rey es Saúl. El asunto terminó (me salto un buen trecho pero es por no extenderme) en que llega un momento en el que hay un cisma en el pueblo que es regido por un rey. Tocaba uno pero parte de las tribus de Israel escogen a otro. Bueno, ya estamos en el esquema clásico de reparto del poder y sus consiguientes enfrentamientos.
¿Cual es el hilo conductor ?
La adecuación del sistema para contentar al mayor número posible de ciudadanos con el fin de perpetuar el poder. Curiosamente, la cosa acaba en trifulca.
Pego un salto de 1500 años.
Estamos en Europa. Vivimos bajo monarquías pero resulta que estas monarquías gastan más de lo que recaudan y necesitan recibir préstamos de los que sí tienen dinero. Es la época de los mercaderes y los banqueros y estos prestan el dinero pero no tardan en exigir, poder participar en la gestión del poder (lógico). El rey cede e incorpora, en cierto grado, al olimpo del poder a los que manejan la guita.
Ya estamos más cerca de la democracia.
Pego un salto de 289 años y nos topamos con la archiconocida y archidesconocida Revolución Francesa.
Bueno, la cosa ya se está poniendo antiestética. Existe un sistema capitalista de facto (mercaderes y banqueros medio capitaneados por reyes) pero no es suficiente para el ejercicio del Poder sin llegar a tener problemas serios que pueden llevar a los que dominan dejar de dominar. Es necesario incluir en el reparto a ¿a? ¿a? ¿a? al pueblo mondo y lirondo. Se han utilizado ríos de tinta para hablar de esta revolución pero cualquiera que lea sobre este periodo histórico entenderá rápidamente que los que la capitaneaban eran los mismos del poder (por mucho que cortaran una cabeza, eso hacía parte del ritual del chivo expiatorio). No entraré en el capítulo de cuántos de ellos pertenecían a logias masónicas porque no quiero centrarlo sobre eso (no deja de ser un “accidente”).
Pego otro salto de 100 años (los saltos cada vez tienen menos duración).
Estamos en la revolución industrial. Esto no funciona sin mano de obra, y mucha. Y a esta mano de obra hay que darle la posibilidad de que crea que participa en el poder.
¡Tachán! Llega la democracia.
Pero, en realidad ¿quién ha mandado siempre?
Epílogo
Pego un salto de ciencia ficción. Estamos en 2050. Estamos rodeados de robots. Estos, al ser máquinas no solicitan participar en el poder. Están programados para hacer algo y lo hacen. Si no lo hacen, se llama a un técnico y se arregla la avería.
Democracia ya no te necesitamos (en realidad nunca te necesitamos, el juego era otro).
P.D.
Podría extenderme páginas y páginas sobre cada uno de los saltos (y más) que he citado. Agradecería que, de contestar a mi comentario, se contestase sobre el fondo, no sobre el detalle. He tratado de explicar lo que pienso lo más sucintamente posible y, aún así, me ha salido un tocho.
Hoy en día se cree que la llegada de los sistemas democráticos se deben a un proceso de lucha.
No estoy tan seguro de que sea del todo así.
Simplificando ¿sobre qué se sustenta el poder y el consiguiente sistema político?
Sobre la fuerza, los medios económicos (dinero) y finalmente los idearios.
El orden es ése.
Voy a dar una serie de ejemplos.
El primero se remonta a los tiempos bíblicos del Antiguo Testamento (independientemente de que sea un texto religioso, también se puede leer como un texto antropológico, etc., etc.).
En un momento dado el pueblo hebreo era regido por profetas (patriarcas). Es decir el intermediario entre Dios y el pueblo. Era un régimen teocrático. Coincide con la época del nomadismo. Una vez asentados en Palestina, necesitaban solucionar problemas, muchos consecuencia de las relaciones con los pueblos que estaban en su entorno. Se conoce esa época como la época de los Jueces. El último juez fue Samuel. Y llegado Samuel, el pueblo hebreo pide que quiere tener un rey, como lo tienen todos los pueblos de su entorno. El primer rey es Saúl. El asunto terminó (me salto un buen trecho pero es por no extenderme) en que llega un momento en el que hay un cisma en el pueblo que es regido por un rey. Tocaba uno pero parte de las tribus de Israel escogen a otro. Bueno, ya estamos en el esquema clásico de reparto del poder y sus consiguientes enfrentamientos.
¿Cual es el hilo conductor ?
La adecuación del sistema para contentar al mayor número posible de ciudadanos con el fin de perpetuar el poder. Curiosamente, la cosa acaba en trifulca.
Pego un salto de 1500 años.
Estamos en Europa. Vivimos bajo monarquías pero resulta que estas monarquías gastan más de lo que recaudan y necesitan recibir préstamos de los que sí tienen dinero. Es la época de los mercaderes y los banqueros y estos prestan el dinero pero no tardan en exigir, poder participar en la gestión del poder (lógico). El rey cede e incorpora, en cierto grado, al olimpo del poder a los que manejan la guita.
Ya estamos más cerca de la democracia.
Pego un salto de 289 años y nos topamos con la archiconocida y archidesconocida Revolución Francesa.
Bueno, la cosa ya se está poniendo antiestética. Existe un sistema capitalista de facto (mercaderes y banqueros medio capitaneados por reyes) pero no es suficiente para el ejercicio del Poder sin llegar a tener problemas serios que pueden llevar a los que dominan dejar de dominar. Es necesario incluir en el reparto a ¿a? ¿a? ¿a? al pueblo mondo y lirondo. Se han utilizado ríos de tinta para hablar de esta revolución pero cualquiera que lea sobre este periodo histórico entenderá rápidamente que los que la capitaneaban eran los mismos del poder (por mucho que cortaran una cabeza, eso hacía parte del ritual del chivo expiatorio). No entraré en el capítulo de cuántos de ellos pertenecían a logias masónicas porque no quiero centrarlo sobre eso (no deja de ser un “accidente”).
Pego otro salto de 100 años (los saltos cada vez tienen menos duración).
Estamos en la revolución industrial. Esto no funciona sin mano de obra, y mucha. Y a esta mano de obra hay que darle la posibilidad de que crea que participa en el poder.
¡Tachán! Llega la democracia.
Pero, en realidad ¿quién ha mandado siempre?
Epílogo
Pego un salto de ciencia ficción. Estamos en 2050. Estamos rodeados de robots. Estos, al ser máquinas no solicitan participar en el poder. Están programados para hacer algo y lo hacen. Si no lo hacen, se llama a un técnico y se arregla la avería.
Democracia ya no te necesitamos (en realidad nunca te necesitamos, el juego era otro).
P.D.
Podría extenderme páginas y páginas sobre cada uno de los saltos (y más) que he citado. Agradecería que, de contestar a mi comentario, se contestase sobre el fondo, no sobre el detalle. He tratado de explicar lo que pienso lo más sucintamente posible y, aún así, me ha salido un tocho.
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