Enhorabuena, pepitoacojonado, ahora conoces perfectamente la resistencia física de tu organismo al frío. Esta información, conocerse a sí mismo desde todos los puntos de vista, es un punto de apoyo básico tanto para la supervivencia como para el crecimiento personal. Me parece muy prudente tu decisión de volver a poner la calefacción cuando vuelva la temporada de frío ya que no es cuestión de dejarse la salud en empeños heroicos si uno no tiene la necesidad de resistir tanta austeridad.
Yo también he medido mi resistencia física en cuanto al frío severo: ha habido mañanas en las que he llegado a estar a 8 grados en casa mientras desayunaba antes de irme al trabajo en bici a recorrer 7 km a tres o cuatro grados bajo cero. Para tener 45 tacos, no esta nada mal la proeza
y, además, he disfrutado de lo lindo a pesar del escándalo de vecinos y compañeros de trabajo. Pero, igualmente, temí estar cuajando futuros problemas respiratorios y de huesos aunque, salvo una pequeña infección de las vías respiratorias que me ha hecho toser de lo lindo y que se ha prolongado algo en el tiempo ya que no he tomado medicación alguna, no he tenido malestar alguno en todo el invierno.
Por lo tanto, a principios de febrero, decidí hacerme con una estufa grande de leña con horno para cocinar incluido y, desde luego, ha sido una estupenda decisión e inversión. He dejado las dos estufas de butano para días de poco frío. Y enciendo la estufa de leña que da un calor seco y muy agradable los días más duros del invierno. Haciendo números, la leña que compre me ha cundido mucho y realmente, tener la estancia donde estoy a unos 20 grados no me ha salido caro, unos 40 euros al mes. Claro que no me ha sido necesario encender el fuego todos los días, eso también hay que tenerlo en cuenta. Además, he hecho mis pinitos con el pan casero en el horno de la estufa para sacarle el máximo provecho y beneficio a la leña.
Ahora voy a aprovechar estos días invernales que se aproximan para terminar de consumir toda la leña y las dos bombonas de gas. Lo iré haciendo poco a poco, ya que aquí donde vivo yo puede llegar a nevar en mayo. No quiero dejar las bombonas llenas o a medio llenar en verano ya que vivo en una zona con riesgo de incendio y puede ser peligroso almacenar gas en casa.