Estoy mayor para cosas raras:
Me voy a las tierras de xilebo, me hare una fotillo y os dare envidia a mi vuelta:X
Gracias por la parte que me toca
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Estoy mayor para cosas raras:
Me voy a las tierras de xilebo, me hare una fotillo y os dare envidia a mi vuelta:X
Hoygan, que éste es el hilo del Divan, no el hilo de los que dan-envidia-marchádose-a-la playa
Diga usted que sí.
Aquí vengo a exponer una duda jovenlandesal que se me presenta hoy y que me lleva "mosca".
Una persona de mi entorno muy cercana hace unos años me hizo una guarrada muy muy subida de peso, ante la que no había excusa. No es que me destrozara la vida pero la cosa causó estragos. Cuando me recuperé apliqué la máxima de "ojalá la vida te traiga lo que te mereces" y con el tiempo hemos retomado una cierta amistad, ni mucho menos como era antes pero sí con bastante contacto (aunque no me fio ni un pelo). Me consta, por su comportamiento y por lo que ha dicho a otras personas que está muy arrepentida de su proceder -aunque podría haberlo hecho de otra forma menos "destructiva"- y de hecho se desvive por que vuelva a confiar en ella.
El caso es que la vida, tres años largos después le está trayendo lo que se merece, no lo mismo que me hizo a mí pero las está pasando canutas en las ultimas semanas. Y lo normal, dado que ya ha pasado el tiempo, que mis cosas se han ido arreglando y que su comportamiento ultimamente ha sido ejemplar es que lo sintiera y me ofreciera a todo eso que se dice y tal, y tal. Pues no puedo, no me sale y aparte de decir lo de que "lo siento mucho", soy incapaz ni de ofrecerme a nada más como si han hecho otras personas cercanas, ni de brindar apoyo. No es que me alegre pero tengo la sensación de que, qué narices, se ha hecho justicia y donde más le puede doler.
Ahora mi cuestión es: ¿debería sentirme como una rata inmunda por no pasar página y no sentir compasión, ni pena, ni nada, ni ser capaz de brindarle consuelo y ayuda? ¿o es normal que no es que esté tirando petardos de la alegría pero que mi pensamiento básicamente sea "pues te jorobas"?
Estoy dividida entre mi creencia en el karma y mi nula empatía en este caso.
Diga usted que sí.
Aquí vengo a exponer una duda jovenlandesal que se me presenta hoy y que me lleva "mosca".
Una persona de mi entorno muy cercana hace unos años me hizo una guarrada muy muy subida de peso, ante la que no había excusa. No es que me destrozara la vida pero la cosa causó estragos. Cuando me recuperé apliqué la máxima de "ojalá la vida te traiga lo que te mereces" y con el tiempo hemos retomado una cierta amistad, ni mucho menos como era antes pero sí con bastante contacto (aunque no me fio ni un pelo). Me consta, por su comportamiento y por lo que ha dicho a otras personas que está muy arrepentida de su proceder -aunque podría haberlo hecho de otra forma menos "destructiva"- y de hecho se desvive por que vuelva a confiar en ella.
El caso es que la vida, tres años largos después le está trayendo lo que se merece, no lo mismo que me hizo a mí pero las está pasando canutas en las ultimas semanas. Y lo normal, dado que ya ha pasado el tiempo, que mis cosas se han ido arreglando y que su comportamiento ultimamente ha sido ejemplar es que lo sintiera y me ofreciera a todo eso que se dice y tal, y tal. Pues no puedo, no me sale y aparte de decir lo de que "lo siento mucho", soy incapaz ni de ofrecerme a nada más como si han hecho otras personas cercanas, ni de brindar apoyo. No es que me alegre pero tengo la sensación de que, qué narices, se ha hecho justicia y donde más le puede doler.
Ahora mi cuestión es: ¿debería sentirme como una rata inmunda por no pasar página y no sentir compasión, ni pena, ni nada, ni ser capaz de brindarle consuelo y ayuda? ¿o es normal que no es que esté tirando petardos de la alegría pero que mi pensamiento básicamente sea "pues te jorobas"?
Estoy dividida entre mi creencia en el karma y mi nula empatía en este caso.
Bueno, si te hicieron una frutada es normal y habitual que no tengas empatía hacia esa persona.
Ahora que sea normal y habitual no quiere decir que sea conveniente, yo hace años era de los que si me hacían una gran frutada no perdonaba tal afrenta ni en broma.
Con el tiempo he pasado a ser todo lo contrario, he aprendido que el rencor sólo le hace daño a quien lo padece y que perdonar es el mejor camino para seguir adelante con tu propia vida.
Por otro lado también he aprendido que la gente cambia, tanto para bien como para mal y una mala persona en el pasado puede haber pasado a ser una buena persona en el presente.
Yo desde luego con la experiencia que me ha dado la vida no le pongo una cruz a nadie en esta vida.
Pues yo creo que la gente no cambia para nada...
Lo que cambian son las circunstancias que es muy distinto
Quizá por eso esta persona ha vuelto a la vida de Txell