Los japoneses sabían seguro que los useños tenían muy pocas armas atómicas (quizá solo una o dos). Y que les llevaría quizá un año o dos más tener la tercera. También estaban seguros que no podrían doblegarlos solo con un bloqueo naval y una campaña de bombardeos aéreos. Por tanto tenían la certeza de que los useños iban a invadir Japón porque no les quedaba otra opción.
Los mandos nipones calcularon que una flota de quizá 1000 buques enemigos con un apoyo aéreo nunca visto sería la encargada de invadir y acabar con Japón. ¿Qué tenía Japón para resistir?
-La fuerza aérea de Japón todavía podía dar pelea lo cual sería una desagradable sorpresa para los useños. El combustible, los pilotos y los aviones habían sido reservados para repeler la oleada turística de Japón. En talleres ocultos por todo el país se seguían fabricando aviones a contrarreloj. Y había pistas de despegue camufladas. El mando americano calculaba que Japón tendrían unos 2500 aviones. La realidad es que casi 13.000 aviones japoneses estaban listos para la lucha. El objetivo no era atacar los portaaviones ni los acorazados sino los buques de tras*porte de tropas. Y tenían a su favor la cercania y las montañas. Cada éxito kamikaze podría suponer cientos de bajas useñas.
-El terreno japonés apenas tiene territorio apto para desembarcos a gran escala. Y el escaso terreno apto era justo donde los japoneses concentraron todos sus medios defensivos y ofensivos.
-La armada nipona había sido aniquilada, pero el ejército japonés conservaba unidades de gran calidad. Lo mejor del ejército japonés se había reservado para repeler la oleada turística. Esperaban ocultos (camuflados o bajo tierra) para que los useños no pudieran detectarlos. Y construyeron kilómetros de túneles subterraneos para poder mover tropas sin que los useños se enterasen hasta el último momento. En cada zona de desembarco había dos fuerzas: una estática encargada de una defensa fanática y otra movil encargada de expulsarlos al mar.
-El uso masivo de milicianos en misiones suicidas: torpedos tripulados, lanchas cargadas de explosivos, buzos con minas, civiles enterrados con granadas esperando a que se acerque el enemigo para detonarse...
-El plan japonés era rechazarlos en las mismas playas. Habían preparado medios descomunales para repeler el desembarco y para contraatacar. Pero también sabían que el mejor de los planes no resiste al primer encuentro con el enemigo. Así que previeron la posibilidad de que el enemigo superara las defensas de la playa, que rechazara los contraataques, y que lograra avanzar hasta el interior. Por eso todo el interior estaba fortificado.
-Pero sobre todo la principal ventaja que tenía Japón es que la jovenlandesal useña era baja. Los japoneses tenían la certeza de que los useños no estarían dispuestos a soportar bajas masivas. Por eso el plan japonés se basaba en atacar el único punto débil del enemigo: su jovenlandesal. Rechazarían al enemigo en las mismas playas y les provocarían bajas masivas. Finalmente los useños verían que Japón es un hueso demasiado duro y Japón podría rendirse de forma honorable. Ese era el único objetivo que buscaban: la guerra ya la tenían perdida, lo que querían era poder rendirse con condiciones.
-Pero entonces Rusia le declaró la guerra a Japón. Y el plan japonés se vino abajo. Los japoneses sabían que los rusos (al revés que los americanos) estaban dispuestos a perder los hombres que hicieran falta con tal de obtener la victoria. La lucha por tanto no tenía sentido. Es más: no debían permitir que ocurriese el desembarco ruso porque sabían que perderían, que la cultura japonesa sería volatilizada y que Japón sería para siempre un títere de Moscú. Y optaron por el mal menor: rendirse a USA aunque fuese de forma incondicional.
-A la cantidad de rusofanáticos que hay en este foro, les parecerá incomprensible que un país decida racionalmente que prefiere ser un aliado de USA que un títere de Rusia. Pero eso fue lo que pasó.
-Existe la leyenda de que fueron las bombas atómicas las que forzaron a Japón a rendirse. Pues no: fue el miedo a una oleada turística rusa. Y en realidad ese temor era infundado porque Rusia no tenía la capacidad anfibia necesaria para invadir Japón.