El castellano no viene del latín

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"Polichinela", en castellano, "Pulcinella", en italiano.

En la Comedia del Arte italiana, este personaje es un "zanni" (siervo, criado) que, de un modo u otro, termina recibiendo o endilgando, según los casos, una buena somanta de palos.
Dice la wikipedia que el nombre deriva de un comediante napolitano del siglo XVI llamado Paolo Cinelli.

Sin embargo,

"получило" (poluchilo), del verbo "получать" (poluchat') con el sentido de "recibir", es decir, "recibido, el que recibe".

"El que recibe las bofetadas", un clásico del escritor ruso Leonid Andreiev.
 
Termino de leer "El rostro en el espejo y otros relatos góticos" de Mary Elizabeth Braddon (1835-1915).


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Son relatos elaborados desde 1867, el más antiguo, hasta 1896, el más reciente.
Entresaco algunos párrafos:

"...La Duquesa de
Malfi en cuatro actos de Webster: «La duquesa interpretada por la señora
Stowell». En aquellos días gustaban de las tragedias, cuanto más lúgubres,
mejor. El Covent Garden era un espacioso osario donde se exhibían el
suicidio y la fin."

o también

"hasta el terrible cuarto acto con sus
múltiples horrores: el salvaje baile de máscaras de hombres locos, el
sepulturero, el portero, la música fúnebre, los verdugos con los ataúdes y las
sogas."

Estos extractos me sirven de apoyatura sobre el origen de la ópera, tal como señalé en un post reciente, que parece derivar de "упырь" (upir'), con significado de "vampiro, fantasma".
Estos "upir'" contenían los ingredientes de los que habla la escritora inglesa y, en mi opinión, son igualmente el sustento de la mitología grecolatina, plagada toda ella de intervenciones truculentas ejecutadas por dioses y espíritus de la naturaleza, con castigos despiadados, las mas de las veces, contra los sufridos mortales.
De facto, los primeros escritores de la Edad Moderna de la Historia Oficial suelen nutrirse de personajes de Grecia y Roma, como si no hubiera existido una historia anterior en sus propios países o no tuvieran conocimiento de su pasado.
¿Por qué no hablan del Cid, de los Reyes Católicos, de las guerras entre romanos y cartagineses o de los supuestos invasores árabes los también supuestos integrantes de lo que conocemos como Siglo de Oro español?
Sencillamente: porque la HO de nuestra nación fue pergeñada en el siglo XIX. Antes no había nada y, por consiguiente, echaron mano de la mitología greco-romana o, lo que es lo mismo, de viejas representaciones en las que aparecían espíritus, dioses y diosecillos, fantasmas, seres ocultos de la naturaleza que castigaban o intervenían a su antojo en la vida de los seres humanos.
Eso era el paganismo, cuyos rastros podemos observar igualmente en la religión de abadías y conventos en los cuales se comerciaba con brebajes, ungüentos o escapularios o cualquier otro objeto que suponía una especial protección contra los malvados espíritus del otro lado.
Por lo mismo, las primigenias óperas tratan temas en los que se reflejan los fastos y vicisitudes de emperadores o reyes asiáticos, o versan sobre temas mitológicos greco-latinos.

Sin embargo, a pesar de que estas obras, como "La duquesa de Malfi" de John Webster, publicada en 1623, tratan de los asuntos que he mencionado arriba, la novela gótica como tal aparece en 1764, con la obra "El Castillo de Otranto" de Horace Walpole.

¿No resultaría más lógico suponer que ese periodo de más de un siglo entre una novela y otra, tal vez no sea sino una artimaña de la HO?
¿Y que Walpole no fue sino un continuador de las novelas de terror tan corrientes en los tiempos de John Webster?
Si así fuera, nos parecería mucho más lógico que Mary E. Braddon, en la segunda mitad del siglo XIX, tuviera conocimiento de primera mano, como así parece desprenderse de la lectura de sus relatos.
Es decir que entre Webster y Braddon no existiera la friolera de más de tres siglos.

Por si alguien quiere echarle un vistazo a la obra de John Webster, aquí el enlace:

 
"дух" (duh), en serbio y croata, tiene el significado de "fantasma, espíritu".
"duch", en checo, es equivalente a "fantasma, espíritu".
De aquí las castellanas DUQUE y DUCHO.

Oficialmente, el "duque" deriva del latin "dux" o "conductor", pero resulta mucho más exacto considerar al "duque" como un "guía espiritual", aquel que decide los hechos a realizar y la forma de llevarlos a cabo, teniendo además en cuenta que la figura del "duch" podría no estar presente, sino aposentado en su castillo, emitiendo sus órdenes desde la lejanía.
Por lo mismo, cuando hablamos de una persona "ducha" en algo, nos referimos a su capacidad para ejercer de "guía", decidiendo sobre las materias en las que sobresale por sus conocimientos.

También resulta interesante el vocablo croata "dućan", con sentido de "tienda" y que podría ser el antecesor de la castellana DUCHA.
Un lugar en el que ducharse, previo pago del precio correspondiente. Una "tienda" de duchas.
En húngaro, "ducha" es "zuhany", en la misma dirección que el vocablo croata.
Por cierto, muy semejante al "swim" (nadar) inglés o al, también inglés, "swan" (cisne), "el que nada".

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"aave", en finés, tiene el significado de "fantasma, espíritu".
Lo que explicaría el "!Ave, Cesar!", un saludo dirigido al "guía espiritual" de los supuestos romanos, el Cesar correspondiente.

"szellem", en húngaro, es también "fantasma, espíritu".
De aquí las castellanas EXCELENTE y EXCELENCIA.
Una vez equiparado el sentido de "guía, conductor" con el de "espíritu", la "excelencia" consiste en reconocer la cualidad de una persona para dirigir e implantar órdenes.
En húngaro, al "intelectual" se le denomina "szellemi".
Como curiosidad un tanto risible, diré que "szellent" (lo más parecido a nuestra "excelente") significa "tirarse un pedo".
Comprensible, no obstante, si consideramos que "szello" es "brisa", por lo que "szellent" vendría a ser algo así como "airecillo".
En todo caso, algo que no se ve, un "espíritu".

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"henki", en finés, significa "espíritu, fantasma".
Quizás relacionado con el dios ENKI de la mitología sumeria.
Un "espíritu" que crea a los hombres y "dota a los humanos con las artes, oficios y medios técnicos para la agricultura", como apunta la Wikipedia.
Un "guía espiritual", benévolo en este caso.

Quizás la inclusión del ESPÍRITU SANTO en la Tríada o Trinidad de la religión cristiana, tenga una explicación más bien prosaica.

La Religión se halla al servicio de la Política (no sólo la cristiana, sino todas ellas), y la Política está supeditada a los intereses económicos de las clases dominantes.
Por lo mismo, al PADRE y el HIJO (es decir, al monarca y su delfín o sucesor) se añade el ESPÍRITU SANTO, que muy bien podría representar a los que tienen influencia en el comportamiento de la gente común, sobre cuya vida deciden y ordenan. Es decir, la nobleza, los intelectuales, la Iglesia.
En fin, es una idea.
 
Añadiré tres nuevas palabras que han arribado a mi cabeza tras terminar el anterior post:

"szello", en húngaro, es "brisa".
De aquí la castellana CELLO o CHELO y VIOLONCELLO.
Supuestamente del italiano, pero en ese idioma "cello" no significa nada, solamente el instrumento citado.
Es obvio que es necesario encontrar una razón para que los italianos le designaran con ese nombre, y no la hay.
En húngaro la tenemos a mano: un instrumento que permite reproducir un sonido parecido a la "brisa".

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"szellemi", en húngaro, era equivalente a "intelectual".
De aquí la castellana CELEMÍN.

El "celemín" era una medida de capacidad para el trigo.
Es una especie de cajón, como se muestra en la imagen.
Es plausible suponer que un cajón similar pudo ser utilizado para guardar documentos y escritos elaborados por los "intelectuales" o "que escribían", una suerte de cajón de escritorio antes de que aparecieran los archivadores.

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"szellem", en húngaro, es "fantasma, espíritu".
De aquí la castellana SILENCIO.
Más claro "silence", en francés e inglés.
Un "espíritu" puede estar presente, pero no lo vemos, ni emite sonido alguno.
 
Si buscamos la etimología oficial del vocablo castellano DRAMA, nos encontramos con su procedencia del griego clásico «δραμα».

Pero, claro, estamos en las mismas, no hemos avanzado nada. En griego clásico el "drama" hace referencia a una obra teatral o literaria, igual que en castellano, sin que sepamos por qué maldita razón denominaron "drama" al drama.

Yo considero que ha de relacionarse con la inglesa "dream", con el significado de "sueño".
Similar a "drømme" (danés), "dromen" (holandés) o "traum" (alemán).
Un "drama", según esta interpretación, vendría a ser una "ficción", algo que no existe, inventado, imaginado, soñado.

Como vivimos en el mejor de los mundos, el sentido de "dream" ha evolucionado en occidente hacia un punto de vista positivo. El American Dream, el sueño americano, la culminación de los deseos que uno ansía poseer.
Mas no siempre fue así. El "sueño" no era sinónimo de deseo, sino de pesadilla.
Un sinfín de temores que accedían al magín a la hora de proceder al descanso.
Por lo mismo, el "dream" era más parecido a un "drama" que a otra cosa más beneficiosa y reparadora.

De hecho, el vocablo alemán "traum" (sueño) viene a ser equiparable a la castellana TRAUMA.

Y no estaría mal, una vez dicho lo dicho, rebautizar la obra de Shakespeare "El sueño de una noche de verano" como "El drama de una noche de verano".

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El libro se publicó en 1855 (oficialmente, ya he dicho que la Cronología constituye un pozo de sorpresas).

La "Estrella de Vandalia" hace referencia a la localidad sevillana de Carmona, en cuyo escudo se halla insertado el siguiente texto:

"Sicut Lucifer lucet in Aurora ita in Vandalia Carmon"

Aunque, en el libro de Doña Cecilia Böhl de Faber, la que aparece es ligeramente diferente:

"Sicut Lucifer in Aurora, sic in Vandalia Carmona".

Y, dentro de la obra, "La Estrella de Vandalia" se refiere a Gracia, uno de los personajes del mismo, fiel imagen de respeto a las costumbres y tradiciones, amenazadas por las ideas anticlericales.

Otro dilema es el que hace mención a la conquista de la ciudad por los cristianos, al mando de Fernando III el Santo.
La wikipedia sitúa el hecho en 1247, mientras en el libro el suceso tuvo lugar en 1166.
Dice así:

"En el año 1209, esto es, cuarenta y tres después de la conquista de
Carmona por el Santo Rey, descubrió un pastor, milagrosamente guiado,
la bella imagen de la SEÑORA"

Pero, con todo, lo más interesante viene a ser el siguiente extracto:

"...este alcázar, conocido, entre los tres que tuvo Carmona, por el de Arriba.
...las exteriores, así como las torres, son de esa argamasa con la
que los jovenlandeses hacían rocas. "

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Se refiere al Alcázar del Rey Pedro, en honor a Pedro I de Castilla, "el cruel" o "el justiciero", según lo nombraran enemigos o amigos del monarca.

Tiene su interés, ya que en medios alternativos suele sugerirse la existencia de algún tipo de fórmula para lograr un concreto que se asemejara a las rocas.
Hasta ahora, oficialmente, este concreto, cuya tecnología se afirma hallarse presa del olvido, es atribuida a los romanos, cómo no. El concepto de "romano" no deja de ser una excusa permanente para ocultar o dejar de investigar cualquier hecho histórico anterior.

También menciona Doña Cecilia que

...Para emprender este paseo solían salir por la puerta de Córdoba, puerta
que ha sido reedificada en el año 1608...

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La Puerta de Córdoba, si hemos de hacer caso a la HO, es de origen romano, reconstruida en el siglo XIV por Pedro el Cruel, destrozada por un terremoto en 1504 y definitivamente restaurada por Carlos II en 1688.

Aunque en el libro se sitúe esta definitiva reconstrucción en el año 1608, ochenta años antes.

Como sucede siempre, un inútil pretexto para convencernos de la supuesta antigüedad de todos los monumentos habidos y por haber. Levantados por los romanos, asolados, reconstruidos, destrozados por incendios o terremotos, y vueltos a reconstruir hasta su forma definitiva.
En realidad, claro está, los monumentos no son tan antiguos como nos dicen, pero todo sea por la causa benefactora de lograr que los hechos históricos se tornen verosímiles.

En resumen, resulta interesante y conveniente a la vez, redescubrir a los ya viejos escritores del siglo XIX.
Siempre encuentra uno cosas extrañas que nos llevan a cuestionar la narrativa oficial.
No solamente por las cosas que dicen, sino también, por lo que no dicen.
Sin ir más lejos, En "La estrella de Vandalia", la autora apenas deja entrever algún vestigio de lo acaecido en 1855, el tiempo en el que el libro fue publicado.
 
Última edición:
En el post anterior, de forma no buscada sino fortuita, aparecen dos hechos históricos que tienen por epicentro a la localidad de Carmona, en Sevilla, los cuales presentan una diferencia cronológica de 80 años con relación a lo establecido por la HO.
Son estos:

TOMA DE CARMONA POR FERNANDO III EL SANTO

Según la HO 1247

Según FC (Fernán Caballero) 1166

"En el año 1209, esto es, cuarenta y tres después de la conquista de
Carmona por el Santo Rey, descubrió un pastor, milagrosamente guiado,
la bella imagen de la SEÑORA"

1209 - 43 = 1166 (+- 80 años)

RECONSTRUCCION DE LA PUERTA DE CORDOBA EN CARMONA

Según la HO 1688

Según FC 1608

"..Para emprender este paseo solían salir por la puerta de Córdoba, puerta
que ha sido reedificada en el año 1608... "

Esta vez 80 años justos.


Hago mención de este asunto, ya que hay mucha gente inclinada a pensar que la Cronología oficial es como un reloj que permanece imperturbable a lo largo de los siglos, cuando realmente se trata de una componenda en la que se han ido incluyendo acontecimientos sin demasiado rigor.
Al finales del siglo XIX es cuando se unifican los diferentes calendarios que han estado rigiendo en las distintas zonas de Europa, que podían ser solares, lunares o de cualquier otra forma que haya servido para medir el tiempo y datar los acontecimientos.
 
"....hasta atravesar un gran arrabal o ciudad nueva."

Fernán Caballero
"La Estrella de Vandalia" (1855)



رَبَض • (rabaḍ), en árabe actual, tiene el significado de "suburbio, lugar de aparcamiento, sitio en el que se acuestan los animales".
Es muy parecido a lo que ahora conocemos como "ciudad dormitorio".
"раб" (rab), en ruso, viene a ser "esclavo, siervo".
Relacionado con "рабо́тник [rɐbotnˈьk]" o "trabajador".

Es de suponer que, tras la Gran Catástrofe, numerosos individuos se agolparan en lugares determinados al objeto de sobrevivir a las adversidades. Algo mucho más fácil de conseguir buscando la compañía de otra gente que vagando en solitario por zonas inhóspitas.
Pienso que la asimilación de esta muchedumbre con la idea de "siervo o esclavo" es posterior, ya que su procedencia incluía igualmente a maestros u oficiales de las diferentes profesiones.
No en vano, un "rabí", entre los judíos, es también un "maestro".

Estos "arrabales" eran, pues, como una nueva ciudad, al margen de los centros urbanos anteriores, muchos de ellos destruidos por los desastres.
Tenemos la Cerca del Arrabal, en Madrid, El barrio del Raval, en Barcelona o el también barrio del Arrabal, en Zaragoza, entre numerosos ejemplos.

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Pero lo más chocante de este asunto consiste en la semejanza del "rab" o "arrabal" con el vocablo "árabe".

¿Y si el concepto de "árabe", pregunto yo, no tuviera nada que ver con la raza "árabe", sino que derivara de aquellos que "viven en los arrabales"?

Sé que me estoy metiendo en un fregao de proporciones dantescas, pero, en fin, a eso hemos venido precisamente.

Europa o Evropa viene a significar "el camino o senda de los hebreos".

"Evre" es un vocablo turco que se corresponde a "tramo" y que hace mención a "aquellos que vivían en los tramos (navegables) de los ríos".
"тропа", en ruso, equivale a "sendero, senda".

La HO señala, como primeros pobladores de España, a los íberos y celtas.
Pues bien, los íberos (cuya etimología se halla relacionada también con "iber" o "río") son los hebreos y los celtas son los escitas.
Hebreos y escitas o íberos y celtas se tras*formaron en judíos y árabes, sin que mediara ninguna oleada turística romana del territorio peninsular, ni tampoco la ya archimencionada "oleada turística árabe" de la HO.

Esta fue la población que encontraron aquí, tras la Gran Catástrofe, los integrantes de la "gran migración de pueblos" que se vieron obligados a dirigirse hacia occidente como fórmula necesaria para sobrevivir.
Lógicamente, esto trajo como consecuencia que todo el sistema anterior saltara por los aires.


Es factible que el castellano y todos los demás lenguajes de las diferentes zonas de España (excepto el vasco) fueran hablados por judíos y árabes, en grafía árabe o hebrea.
Es lo que la HO denomina "Aljamía".
De hecho, las primeras composiciones literarias --las jarchas-- fueron escritas, así lo reconoce la HO, en árabe.

Obviamente, la consiguiente lucha por el control del territorio, acrecentada por el hecho de que judíos y árabes eran mercantilistas y los recién llegados, en cambio, se pueden definir como estatistas o estatalistas, terminó como el rosario de la Aurora: Judíos y Árabes, los perdedores de la contienda, hubieron de abandonar el país salvo aquellos que aceptaron las nuevas normas de organización social.
Algo similar ocurrió en Rusia con los supuestos invasores tártaro-mongoles, que igualmente fueron expulsados de allí, mientas que los judíos (quienes, por cierto, hablaban el idioma de la zona solo que en caracteres hebreos, el yiddish) hubieron de mantenerse al margen de la sociedad, dando lugar a lo que todavía en las primeras décadas del siglo XX pasó a denominarse "cuestión judía".

Hubo un reset económico, una redención de tierras y una nueva religión de Estado (el cristianismo), que luego se fraccionó dando nombre a las guerras de religión entre protestantes y católicos.

Volviendo a los arrabales, he de suponer que allí se arremolinaron muchos judíos y árabes que, con posterioridad, engrosaron la categoría de esclavos, siervos o sirvientes, al servicio, valga la redundancia, de las nuevas clases inclusas en los aparatos del Estado o de la nobleza de nuevo cuño.

"Quien tiene un jovenlandés, tiene un tesoro", dice el refranero, señalando la importancia y capacidad de los perdedores de la contienda, ahora convertidos en siervos.

En la Historia no hay buenos ni malos. No es su objeto el juicio jovenlandesal, sino la comprensión de los acontecimientos que tuvieron lugar.

A fin de cuentas, es la diosa Economía quien rige, desde su áureo estrado, las desventuras y avatares de los humanos.
 
"боол", en mongol, tiene el significado de "esclavo, siervo".
De aquí las castellanas BOL y BOLLO.

La ración de comida administrada a los "esclavos".

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Resulta factible que el vocablo mongol "bool" sea la antecesora de la inglesa "bull" (toro).
Animal al que se le da uso como "esclavo" dada su fortaleza y capacidad para arrastrar grandes cargas.
 
Última edición:
"ëndërr", en albanés, presenta el significado de "sueño".

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Quizás nos hallemos ante la toponimia de ANDORRA LA VELLA la cual, en este supuesto, debería su nombre al hecho de servir como "refugio para pasar la noche".
Un alto en el camino, el final de una etapa y el comienzo de otra.

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Obviamente, compartiría toponimia su homónima aragonesa ANDORRA, en la provincia de Teruel.
Lugar de descanso para pasar la noche y continuar el camino, tal vez hacia tierras valencianas.

Sirve de apoyatura a esta tesis, la existencia del vocablo ingles "ender", con el sentido de "terminar, finalizar" y "end" o "fin, final".
Es decir, una parada obligatoria, fin del trayecto.

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Podemos añadir, por los mismos motivos, a la localidad vizcaína de ONDARROA, un pequeño puerto de pescadores, resguardado del mar y con una playa de arena.
Encuentro, en euskera, el vocablo "hondar" con significado de "arena". Mas que "arena", el sentido es el de "sedimento, residuo, ruina".
De modo que, es posible que la toponimia provenga del mismo euskera, ya que en las playas suelen aparecer restos de naufragios depositados por el mar.
Pero también podría tratarse de un vocablo adoptado, ya que en la arena de las playas suelen depositar sus barcas los pescadores para pasar allí la noche, quizás encendiendo una hoguera en el entorno.
Es decir, lugar de descanso, fin de la tarea, para pasar la noche y continuar con la labor.
 
Ya dije que "dream", en inglés, es equivalente a "sueño".
Pues bién, "δρόμος", en griego, tiene la acepción de "camino, calle, avenida".
Es decir, el espacio a cuyo costado se agolpan las casas en cuyas habitaciones los ciudadanos "duermen".
Por cierto, el mismo vocablo castellano DORMIR tiene el mismo esqueleto consonántico (DRM) que la plabra inglesa "dream".

Esas calles, esos caminos o avenidas, además de para cobijar los sueños humanos, también eran utilizadas como pista de carreras. De ahí que, en griego,
"δρόμος" signifique, a su vez, "carrera" o "lugar donde hay carreras".
Y una de las competiciones o carreras exhibidas sería aquella en la que participaban los animales llamados DROMEDARIOS.

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"мөрөөдөж" (möröödöj), en idioma mongol, tiene el sentido de "sueño".
De aquí la castellana MERODEAR , "el que da vueltas a horas intempestivas, a la hora de dormir".
Aunque oficialmente al vocablo jovenlandés se le hace derivar del latín "maurus", conviene apuntar la posibilidad de que, al igual que ÁRABE con el "rab" o "arrabal", tenga algo que ver con los habitantes de los arrabales o suburbios, los anexos a las ciudades, en las que los siervos dormían.
"jovenlandés" también podría relacionarse con el sentido de "merodeador", los que daban vueltas o iban de lado a lado.
Algo muy común en el siglo XIX con los piratas berberiscos del Mediterráneo.
Se trataría, entonces, de una denominación reciente en el tiempo. Una denominación de los cristianos hacia los berberiscos. Nada que ver con el latín "maurus" ni con la Mauritania.
De hecho, aquellos a quienes llamamos "jovenlandeses" no tienen ninguna referencia en su propio idioma.

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"СЛУГА" (sluga), en búlgaro y prácticamente en todas las lenguas eslavas, tiene el significado de "siervo".

De aquí la castellana ESLOGAN y la inglesa SLOGAN.

Parece evidente que el vocablo castellano ha venido a través del inglés con el sentido de "texto breve utilizado en política y marketing".

En el inglés, a su etimología se la relaciona con "slaugh" o "apiolar" ("slaughter" es el "matachín", el que sacrifica a los animales en le matadero), dando a entrever que se refiere a "un grito de guerra".

No es descartable que constituya una evolución posterior, tal vez en los motines de campesinos y siervos, tan frecuentes en el siglo XIX.

Los ingleses poseen otro vocablo relacionado:

"slug", en inglés, es equivalente a "babosa".
Sin duda, un mote despreciativo destinado a las clases bajas, los servidores, tal vez las mismas que se rebelaron contra sus señores en las guerras de campesinos.

Un "slogan" vendría a ser, originalmente, "una orden o mandato dirigido a los siervos."

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El blog de Andrei Stepanenko, paralizado durante algún tiempo por motivos personales, parece renacer de nuevo.

Traigo este post aquí (no voy a traducirlo, si a alguno le interesa aconsejo usar Deepl.com), por juzgarlo de interés.

Resumiendo:

1) La Geografía Antigua parece no coincidir en absoluto con la que hoy se considera oficial.
Egipto, Palestina, Israel, Abisinia, Etiopía, Armenia, entre otros, eran topónimos adjudicados a territorios distintos y alejados de los que, hoy en día, reciben ese nombre.

2) El autor da una lista de emperadores romanos (del imperio romano oficial) que durante 250 años (de la HO) nacen en antiguas ciudades de la actual Serbia.
He comprobado algunos y sí que concuerdan, aunque yo, desde luego, mantengo mi fe inquebrantable en A. Stepanenko. Uno puede discutir alguna de sus afirmaciones, pero no hay duda de su honestidad intelectual.
Estos 250 años componen lo que él denomina PERIODO SERBIO DE ROMA y que deja traslucir la idea de que la Roma italiana no fue el origen del Imperio Romano.

También he comprobado alguna de estas ciudades serbias, tales como Sirmia, Viminacium o Nish.

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En la imagen, obtenida de dicho post, en la que vemos a AETHIOPUM o Etiopía cercana a la IBERIA del Cáucaso.
 
https://tras*late.academic.ru/оперение/ru/es/

"оперение" (oppereniye), en ruso, tiene el significado de "plumaje".
De aquí la castellana APARIENCIA.
El hecho de portar plumas como adorno, sobre todo en la cabeza, ha sido muy habitual hasta la llegada de la "modernidad".
Mas claro todavía en bieloruso:

"апярэнне" (apiarennie), o "plumaje".

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"penaj", en rumano, es equivalente a "plumaje".
De aquí la castellana PENACHO.

"vergas", en lituano, presenta el sentido de "esclavo".
Relacionada con "vergija [vergija]" o "esclavitud".
De aquí las castellanas VERGA y VERGAZO.

Parece ser que una "verga" es un palo o vara con el que se golpeaba a un esclavo o siervo desobediente.
La "verga" también adquirió el sentido de "mástil de un barco" o de "miembro viril".
Las "vergas", en náutica, son las "perchas perpendiculares a los mástiles en las embarcaciones a vela; precisamente a estas vergas o perchas se aseguran los grátiles de las velas.", nos dice la wikipedia.


"La embarcación de guerra llamada bergantín apareció originalmente en el siglo XIII en el mar Mediterráneo, y se refería a un buque de guerra impulsado por velas latinas y remos."
De lo cual deducimos que la etimología de "bergantín" está relacionada con los esclavos (remeros) o "vergas" que lo ponían en movimiento y que, con el tiempo, fueron substituidos por las velas.

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Llama poderosamente mi atención la semejanza, en inglés, de dos vocablos:
"father" (padre) y "antiestéticather" (pluma).

Veamos:

"پر • (par)", en persa, tiene el significado de "pluma, ala".

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De nuevo nos topamos con los "pair" de Francia y los "peer" de Inglaterra. Los "pares", un título de enorme importancia en la cúspide del poder, dando el nombre a la Cámara de los Pares.
Oficialmente del latín "par", con sentido de "igual".
No obstante, parece más lógico hacerla derivar del persa, lo que nos llevaría a considerar a los "pares" como "aquellos que portan plumas".
Un penacho de plumas, algo muy corriente no solamente en la nobleza sino en los atuendos del ejército.

Es razonable incluso anotar la posibilidad de que la "flor de lis", distintivo de la monarquía francesa y muy presente en la heráldica europea, sea en realidad un "penacho" de plumas.
De todas formas, todavía no está aclarado el origen de este símbolo tan usado en Europa.

Por consiguiente, vocablos como "padre", "pater", "father" y otros muchos que, hoy en día, presentan el sentido de "progenitor", son, en origen, una derivación de las plumas, los penachos de plumas, un símbolo de poder dentro de una estructura jerárquica de la sociedad.
Sucede que, cuando se crea la "familia" ("фамилия" (familya), en ruso, significa "apellido"), al cabeza de la misma se le llama "father" o "padre", "pere" y similares, no por el hecho de ser el progenitor sino por ser el que detenta el poder o mando en la unidad familiar.
Incluso en la zona este europea o de Asia Central, el "ata" (father) es una figura de poder, como los atamanes u otomanos.
No son "padres" sino "poderosos, distinguidos", con un "penacho de plumas" que así lo afirma.

Que la cultura es una en todo el orbe, lo contemplamos en cualquier territorio al que nos acerquemos.
Estos son los "jefes" indios de la denominada Conquista del Oeste americano:

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Las "plumas" (antiestéticather) como signo de distinción para las altas jerarquías.
Y lo mismo diremos para las culturas del Centro y Sur de América anteriores al supuesto descubrimiento de Colón.
 
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