Uno encuentra natural y lógica la aparición en Europa de vocablos presentes en el turco o persa, ya que se trata de culturas cimentadas en la expansión comercial. Incluso los estonios y otras del entorno, cuyos portadores eran notables comerciantes en el mar Báltico.
Pero.. ¿y los rusos y eslavos en general?
Rusia, un país enorme, fue creado en el siglo XIX, como todas las naciones existentes.
Su historia fue establecida por los historiadores alemanes de los Romanov y se encuentra aquejada de una veracidad absolutamente nula, al igual que sucede con la de España.
Sin embargo, un buen número de los vocablos que posteo tienen existencia dentro del idioma ruso actual.
Y los rusos no han sido nunca adalides del comercio.
Esto tiene, desde luego, una explicación, apuntada en alguna de las webs revisionistas que visito con frecuencia.
Como ya he manifestado, los ríos eran las antiguas carreteras por las que discurría el comercio antes de la aparición del ferrocarril. Y los rusos, eslavos en general, eran quienes hacían el trabajo sucio.
tras*portaban el equipaje por ríos que conocían a la perfección y servían en el mantenimiento de la seguridad en la ruta.
Habitaban en las proximidades del Báltico, el Mar neցro y el Caspio y los ríos que tras*curren por su territorio están entre los más caudalosos y extensos de Europa.
Sabían muy bien como desenvolverse y navegar por las aguas.
Jinetes y trabajadores eslavos eran contratados por los comerciantes para llevar a buen puerto la conducción de sus mercancías y, del mismo modo, para formar parte del séquito (acordémonos de los sultanes turcos) de vigilancia y control en aquellos lugares de gran interés comercial.
De hecho, de la palabra SLAV derivan las castellanas LABOR y LABORAR.
Y tal vez, de su aptitud para el trabajo, surgiera igualmente el vocablo ESCLAVO. Es decir, "los que trabajaban".
El gran corredor europeo del comercio está constituido por el eje compuesto por el Danubio y el Rin.
En España, el Ebro y el Guadalquivir son los más importantes, sin desmerecer el Duero y el Tajo, en aquel tiempo provistos de un caudal superior al actual.
Por tanto, los diversos equipos "eslavos" de trabajo y control que acompañaban a los comerciantes, fueron imbuyendo su habla diaria en las zonas de Europa que visitaban y, en muchas de ellas, se establecieron definitivamente.
La relación comercial necesita un lenguaje común en el que poder entenderse. Una especie de "lingua franca" que permita sortear la diferencia entre las lenguas de la zona.
Lingua franca