Ceno habitualmente dos o tres rebanadas de pan de centeno con aceite de calidad y sal. Un poco de embutido, jamón o caña de lomo, y algo de queso fresco, por ejemplo, una mozzarella fresquita con una hoja de albahaca. Un vaso de leche tibia y a la cama.
Desayuno un café, en el curro unos frutos secos y un yogur al mediodía, y como de fiambrera a las 3 y media antes de salir del curro a buscar a los críos, normalmente un plato de cuchara y algo de proteína.
Me he dado cuenta con los años que lo que mejor me sienta son las recetas de mi abuela, vamos, comida tradicional española de toda la vida, será cosa de la epigenética. No puedo comer pescado para cenar porque me quita el sueño y me entran ganas de amar.