CAPITULO VI
CAPITAL CONSTANTE Y CAPITAL VARIABLE
Los diversos factores que entran en el proceso de trabajo no intervienen todos por igual en la formación del valor del producto.
El obrero añade al objeto sobre el que recae el trabajo nuevo valor, incorporándole una determinada cantidad de trabajo, cuales¬quiera que el contenido concreto, el fin y el carácter técnico de este trabajo sean.
De otra parte, los valores de los medios de producción absorbidos reaparecen en el producto como partes integrantes de su valor; así, por ejemplo, los valores del algodón y los husos reaparecen en el valor del hilo. Por tanto, el valor de los medios de producción se conserva al transferirse al producto. Esta transferencia se opera al transformarse los medios de producción en producto, es decir, du¬rante el proceso de trabajo. Se opera por medio del trabajo. Pero ¿cómo?
El obrero no realiza un trabajo doble al mismo tiempo, de una parte para añadir valor al algodón por medio de su trabajo y de otra parte para conservar su valor anterior, o lo que es lo mismo, para transferir al producto, al hilo, el valor del algodón que fabrica y de los husos con los que lo elabora. Lo que hace es conservar el valor anterior por la simple adición de un valor nuevo. Pero, como la adición de nuevo valor al objeto sobre que trabaja y la conser¬vación de los valores anteriores en el producto, son dos resultados perfectamente distintos que el obrero crea en el mismo tiempo, aunque sólo trabaje una vez durante él, es evidente que este doble resultado sólo puede explicarse por el doble carácter del trabajo mismo. Du¬rante el mismo tiempo, el trabajo, considerado en uno de sus as¬pectos, crea valor, a la par que, considerado en el otro aspecto conserva o transfiere un valor ya creado.