Comentemos amistosamente hasta qué punto nos están mintiendo con la historia del avión estrellado en los Andes.

Suponiendo que sea posible sobrevivir a un accidente de avión en mitad de la cordillera de los Andes, cosa inverosímil, cabría preguntarse hasta qué punto es posible la supervivencia, ya no durante 72 jornadas, sino simplemente más allá de la primera noche en un entorno donde las condiciones son incompatibles con la vida. Hay multitud de casos en los que senderistas jóvenes se extraviaron en un bosque o en la sierra porque se les fue la luz del día y amanecieron ya muertos por hipotermia. Especial mención merece el episodio en el que dos de estos presuntos supervivientes, tras dos meses de agradable estancia en mitad de una cordillera a miles de metros de altura, sin apenas agua y comiendo restos de cadáver congelado, durante los que pasaron incluso por avalanchas de nieve que los dejaron sepultados, se enrolaron supuestamente en una travesía de 12 días con sus 12 noches, caminando con calzado deportivo y ropa de calle a través de un recorrido imposible con nieve hasta la cintura y tormentas nocturnas a la intemperie, algo que sería impensable de necesidad incluso para el más experimentado de los montañeros. Gandalf y la compañía del anillo no lo hubiesen conseguido. Así pues, cabe preguntarse si algo de lo que esta gente nos cuenta es cierto, o se trata de un invent con el que han pretendido vivir de la sopa boba durante años.

¿Y qué si no? ¿Que crees que podrían estar ocultando?