Vivo en Gandalucía, pero no soy gandaluz, ni siquiera español.
Y a pesar que no me cae bien la gente que vive quejándose por todo y hablando pestes de los demás, esta vez me veo obligado a dejarte un zankito y a reconocer que al menos en esto nos parecemos un poco.
Menos mal que vivo en un chalet aislado y varios de los vecinos que me cruzo a diario son extranjeros como yo, aunque ellos no se enteran demasiado y yo por hispanoamericano sí.
Gente de lo más rastrera y barriobajera, por no hablar del catetaje. Gente que desde que puse pie en esta pedanía por primera vez hace varios años he saludado por puro respeto a quienes ya vivían aquí antes que yo, que en lugar de devolver el saludo se te quedan mirando como ganado que ve pasar un tren. O que directamente frunce el ceño y baja la mirada como aquel republicano que ve pasar a su otrora amigo, del bando nacional.
Y no hablo de la Gandalucía profunda, sino de un pueblo a 20 min de la playa. Menudo retraso se gasta por aquí.
