Soy un defensor de las lámparas incandescentes -bombillas- de toda la vida. Tienen su aplicación en lugares de paso, cómo pasillos o baños, por su encendido instantaneo y buena reproducción cromática; además de baratas.
Todos sabemos que se están dejando de fabricar poco a poco, cada año van eliminado su comecialización por potencias. Pero no es una norma a nivel mundial, por ejemplo en China seguirán vendiéndose. Las halógenas tradicionales también van a dejar de venderse, a partir de 2017.
Estoy convencido de que hay oscuros intereses detrás de esa medida. Se nos vende una imagen de ecología y ahorro, pero también se nos obliga a cambiar de lámparas, incluso de luminaria.
Yo he hecho acopio de ellas. Tendré en casa 15 entre las "normales" y las de vela. Son para gastar a lo largo de 10 o 20 años, en lugares estratégicos...
Por supuesto que tengo ahorradoras pero dan pocos lúmenes.
En mi habitación de trabajo tengo una ahorradora en el techo para dar luz general a la habitación y luego sobre la mesa una halógena por su buena reproducción cromática e intensidad luminosa.
El futuro es del LED no hay duda, pero más que preocuparme su posible daño visual por ser tan intensas me preocupa su espectro luminoso; es una luz demasiado artificial. Nuestros ojos llevan millones de años adaptándose a la luz del sol y del fuego. La bombilla da una luz muy parecida a la del sol, pero un LED no.
Una LED yo la pondría en un pasillo muy oscuro con intención de dejarla encendida todo el día. De las LED hay una cosa que me pregunto, al llevar una circuitería electrónica ¿Cómo se comprtan ante los picos de tensión de la red?
Gracias al que menciona la marca MEGAMAN, es nueva para mí.