Nico
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Vuelvo al tema porque "me ha dejado pensando" el asunto.
No sé si te será útil lo que voy a decirte ahora Lux Mundi, pero a veces las palabras no son casuales. Cuando hablas de "cabreo" o de "sensación" (mala sensación), advierto un cierto grado de insatisfacción y, en mi experiencia, eso suele ser más frecuente cuando estamos "vibrando" en niveles del mundo FISICO y nuestra conexión con los planos ESPIRITUALES no ha terminado de armonizar.
A través de la oración empezamos a desarrollar cierta "armonía" con los planos sobrenaturales. Esto es difícil de explicar en palabras humanas. Es más vivencial. El que lo vive (o ha vivido) entiende lo que digo. Para el que no, resulta quizás extraño o incomprensible.
En la medida en que vamos "armonizando" con el Plan de Dios, más bien nos sentimos felices, gozosos, tranquilos. Es como que "entendemos" naturalmente lo que está bien y lo que está mal en nuestra relación "con los otros".
Si tu vida "parroquial" te genera esas inquietudes quizás necesites MENOS parroquia y más recogimiento interno. Cuando la vida espiritual encuentra su cauce correcto, las cosas que hacemos, decimos y sentimos suelen "armonizar". No hay disonancia.
¿Y si en vez de ir ese día a la Parroquia, no te vas a un parque y te rezas un Rosario? (o dejas tu mente en blanco y le pide "iluminación" a Dios).
¿Y si en vez de ir ese día a la Parroquia, no sales a dar una caminata, con diez euros en el bolsillo y le pides a tu ángel que "te muestre alguien que lo necesite de verdad"?... y si no te muestra a nadie al que te aparezca el golpecito que dice "a ese dale", no le das a nadie y lo repites otro día... ya aparecerá.
¿ No terminarías más feliz, armónico, gozoso de ese modo que "cabreado" en la Parroquia ?
Si el día termina "cabreado" o "desarmonizado" es que algo "no está bien"... y hay que hacer los ajustes del caso.
