Vidas que inspiran

:D espero que te inspire la necesidad de aprovisionarte, aprender mucho y llevar aunque sea un mapa.

si te digo la verdad yo me iria sin mapa... que mis carnes sirvan a los animales:roto2:

pero que no me toquen el ojo ciego hasta que este bien muerto.
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vivieron mucho tiempo sin mapas...
admiro esa vida, la cago y se murio como suele pasar...
 
si te digo la verdad yo me iria sin mapa... que mis carnes sirvan a los animales:roto2:

pero que no me toquen el ojo ciego hasta que este bien muerto.
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vivieron mucho tiempo sin mapas...

admiro esa vida, la cago y se murio como suele pasar...

Vivieron mucho tiempo sin mapas, en comunidades, en entornos conocidos, o asimilables a los conocidos, utilizando técnicas aprendidas desde la niñez y teniendo muchas cosas claras. Eso sí, no vivieron mucho.

Por otra parte, el espacio se ha reducido mucho.
 
A mi la película me encantó, y alguna decisión que tomé después, en cierta forma, estuvo influenciada por las sensaciones que me quedaron al verla.
 
si te digo la verdad yo me iria sin mapa... que mis carnes sirvan a los animales:roto2:

pero que no me toquen el ojo ciego hasta que este bien muerto.
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vivieron mucho tiempo sin mapas...
admiro esa vida, la cago y se murio como suele pasar...


No tengo ni idea de lo que determina esa necesidad que sentimos algunas personas, necesidad de espacio, de horizontes muy muy lejanos, de silencio, de paz. Personalmente donde realmente tengo momentos de verdadera felicidad es en la montaña, lejos de todo y de todos.
 
No tengo ni idea de lo que determina esa necesidad que sentimos algunas personas, necesidad de espacio, de horizontes muy muy lejanos, de silencio, de paz. Personalmente donde realmente tengo momentos de verdadera felicidad es en la montaña, lejos de todo y de todos.

pues justamente a eso voy, no hay dia que no piense durante unos minutos en largar todo he irme sin mas...caminando. y que sea lo que sea.

pero no es de ahora, es de siempre...

si hubiera leido ese libro a los 18 probablemente ya me hubieran comido las hienas...
 
si bueno, esta claro que cada cual se inspira con diferentes personas,de otra forma el mundo seria muy diferente.( mejor que este).
Corrígeme si me equivoco, pero, ¿acabas de escribir que si todos nos inspiráramos con los mismos ejemplos el mundo sería mejor?

Valiente soplapollez.
 
No tengo ni idea de lo que determina esa necesidad que sentimos algunas personas, necesidad de espacio, de horizontes muy muy lejanos, de silencio, de paz. Personalmente donde realmente tengo momentos de verdadera felicidad es en la montaña, lejos de todo y de todos.
Pero bien que te acercas a un ordenador (construido por otras personas y seguramente comprado en una tienda de una ciudad o pueblo) para contárnoslo.
 
Corrígeme si me equivoco, pero, ¿acabas de escribir que si todos nos inspiráramos con los mismos ejemplos el mundo sería mejor?

Valiente soplapollez.

exacto, es lo que valientemente digo,seria como una religion donde hay un unico ejemplo...

igualmente lo que intentaba decir es lo evidente de que a todos nos inspiran diferentes personajes...
y que si todos nos inspirariamos en el mismo no habrian discuciones como esta.

por cierto no estaba atacando tus ideas...
 
Última edición:
Don_Blas_de_Lezo_-Museo_Naval-.jpg

Blas de Lezo y Olavarrieta - Wikipedia, la enciclopedia libre
sin duda uno de los mas grandes heroes españoles de todos los tiempos, junto con Rodrigo Díaz de Vivar - Wikipedia, la enciclopedia libre
leeros la vida de blas de lezo, y vereis que injusta es la historia.
un saludo

«Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir.»
 
Don_Blas_de_Lezo_-Museo_Naval-.jpg

Blas de Lezo y Olavarrieta - Wikipedia, la enciclopedia libre
sin duda uno de los mas grandes heroes españoles de todos los tiempos, junto con Rodrigo Díaz de Vivar - Wikipedia, la enciclopedia libre
leeros la vida de blas de lezo, y vereis que injusta es la historia.
un saludo

«Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir.»
:D Yo también leo a mi paisano el cartagenero.
 
Un año después de la oleada turística, los nazis ya habían decidido qué hacer con la ****ría polaca: encerrarla en guetos, para que muriera de inanición y enfermedades. En octubre, casi medio millón de personas, el 30% de la población de Varsovia, fue confinada en un espacio minúsculo, tapiado y vigilado las 24 horas del día. Cien mil personas murieron de hambre o a causa de infecciones durante sus tres años y medio de existencia.

Me resulta tremendamente familiar.
 
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/27/natura/1335530255.htmlHomenaje al 'padre' de los bosques españoles
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Algunos de los mejores montes de la Península Ibérica habrían sido talados en el siglo XIX o seguirían siendo tierras yermas si no hubiera sido por la labor de Agustín Pascual (1818-1884) inspector de los Bosques Reales pionero de la ingeniería de montes en España. La Real Academia de Ingeniería (RAI) ha dedicado un homenaje a este precursor de la gestión racional de los recursos naturales.

Los actos de conmemoración han tenido lugar en Madrid y Segovia y han consistido en sesiones académicas dedicadas a dar a conocer su obra, el descubrimiento de un busto en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid y una visita a los Pinares de Valsaín, un espacio natural que se salvó gracias a la intervención de Agustín González, que impidió que el Estado se desprendiera de ellos durante las desamortizaciones del siglo XIX. El pinar, uno de los bosques maduros mejor cuidados de España, es propiedad hoy del Organismo Autónomo Parques Nacionales, y está destinado a formar parte del futuro Parque Nacional de Guadarrama.

Para Elías Fereres, presidente de la RAI, Agustín Pacual fue "el fundador y alma intelectual de la cultura forestal en España". Como primer inspector de los Reales Bosques (1845-1868), tuvo bajo su supervisión directa el emblemático pinar y otros enclaves señeros como la Casa de Campo, el Pardo y demás bosques patrimonio de la Corona, que también se beneficiaron de sus actuaciones.

Retrato de época de Agustín Pascual. | RAI
Según señaló el presidente de los ingenieros, Pascual fue un pionero de lo que ahora se ha dado en llamar sostenibilidad: "Vivimos un periodo de incertidumbre, donde aumenta la preocupación en la sociedad por la expansión de algunas actividades humanas que parecen insostenibles. Conviene destacar en estos momentos que la idea de la sostenibilidad surge por primera vez en el norte de Europa cuando se plantea la explotación racional y duradera de los bosques, concepto que introduce en España Agustín Pascual al regreso de su formación en Alemania en 1845".

"Cuando fue nombrado Inspector de los Reales Bosques en 1847, Agustín Pascual publicó un documento para el buen gobierno de los bosques donde se plasmaron unos principios de gestión y manejo de los montes que son un ejemplo de sostenibilidad y de conservación de la naturaleza", indicó Fereres en el discurso de apertura del homenaje. Además, Agustín Pascual fundó, junto con Bernardo de la Torre, la Escuela de Ingenieros de Montes de Villaviciosa de Odón (Madrid), origen de la actual Escuela de Ingenieros de Montes.

En defensa de la propiedad pública

Agustín Pascual defendió que la riqueza forestal española ganaba más si era administrada por el Estado, frente a la postura del Ministerio de Hacienda, partidario de incrementar las ventas de madera al máximo.

Gracias a Agustín Pascual fue posible que tras la Ley Desamortizadora de Madoz de 1855 parte importante de los montes de propiedad pública, que en 1840 suponían un 70%, no se vendieran y se conservaran bajo propiedad estatal y de los ayuntamientos en un 25%.

Pascual puso mucho énfasis en la estadística y a él se debe que la ley de 1859 sobre la medición del territorio español, exigiera informes sobre la medición y composición del patrimonio forestal. Sus esfuerzos cristalizaron en 1868, cuando crea la comisión del mapa forestal en el Ministerio de Fomento con el objetivo de inventariar todo el patrimonio de los montes españoles.

Su labor en el fomento, la mejora y la repoblación de los montes públicos en España se prolongó en el Senado, donde Pascual fue elegido por dos periodos. Cuando murió, lo hizo pobre y falto de reconocimiento. La convulsa historia política de la España de la época hizo que fuera desposeído de funciones públicas y del merecido reconocimiento. Éste le llega ahora, 130 años después de su fin.
 
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«Un tipo llamado Vasili Arkhipov salvó al mundo». Así explicó Thomas S. Blanton, director del Archivo de Seguridad Nacional de EE.UU, el papel protagonista desempeñado por un desconocido marino soviético en la crisis de los misiles cubanos de 1962. De aquel episodio la humanidad recuerda que los Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron a punto de arrastrarla al abismo en su pulso nuclear. Lo que poca gente conoce es que fue la decisión de una sola persona, Arkhipov, la que evitó que estallara la que habría supuesto la tercera guerra mundial.

Pongámonos en antecedentes. Arkhipov es uno de los tres oficiales al mando de un submarino soviético B-59, un sumergible de ataque al que la OTAN denominaba Clase Foxtrot. En los últimos días de octubre de 1962 navega sumergido junto a otros cuatro submarinos similares con destino a Cuba. La URSS ha instalado secretamente en suelo cubano varias lanzaderas de misiles nucleares, capaces de alcanzar territorio estadounidense en apenas unos minutos. Es la respuesta al despliegue previo de proyectiles atómicos de Estados Unidos en tierras de Turquía, una amenaza capaz de golpear y devastar Moscú en apenas un cuarto de hora que el Kremlin tenía que contrarrestar.

En medio de esa escalada de tensión, con el planeta entero conteniendo el aliento y los dos colosos enseñándose los dientes, la 69 Brigada Submarina Soviética, en la que se encuadra la nave de Arkhipov, se dirige hacia aguas cubanas. Su misión, burlar el embargo que la Armada norteamericana ha dispuesto en torno a la isla y establecer una base submarina en la bahía de Mariel, en la costa norte de Cuba. El B-59 de Arkhipov va equipado con torpedos nucleares, una carga letal para una guerra desastrosa que cada vez se ve como más inminente. Pocos días antes, un avión espía U-2 de los Estados Unidos ha caído derribado en suelo cubano y un grupo de cazas MIG soviéticos ataca a otro de estos aparatos mientras completaba un vuelo de reconocimiento en Siberia.

Sin contacto con Moscú, el capitán decidió disparar
Miientras en el Pentágono se ultiman los detalles para la oleada turística final de la Cuba castrista y prosoviética, los buques de la US Navy y los aviones espías de la CIA sobrevuelan el Caribe en busca de embarcaciones soviéticas intentando introducir más armamento nuclear en la isla. Las instrucciones del secretario de Defensa Robert Mcnamara son tan claras como peligrosas: si detectan cualquier intruso, los buques norteamericanos deben obligarlo a emerger e identificarse y bloquear su acceso. Una de esas embarcaciones es el B-59. El máximo responsable del buque, Vitaly Savitsky, lleva como segundos a bordo a Arkhipov y un oficial político.
Cazando al submarino intruso
A media tarde del 27 de octubre de 1962 los acontecimientos se precipitan. Un grupo de destructores estadounidenses detecta la brigada del B-59. Ignorando que se las ven con buques con armamento nuclear, los barcos norteamericanos comienzan a lanzar cargas de profundidad para forzar a los submarinos soviéticos a emerger. A bordo del sumergible de Arkhipov se viven momentos de pánico y caos. Ante la gravedad de los acontecimientos, el trío de oficiales al mando había zarpado de la URSS con autorización para lanzar sus torpedos nucleares si todos ellos estaban de acuerdo en hacerlo. Sin comunicación con Moscú, y dudando si ya había estallado la guerra entre las dos superpotencias, bajo las aguas del Caribe, con medio mundo pendiente de sus televisores, de las decisiones de Kennedy y de Kruschev, un grupo de marinos acosados tendría que decidir el destino de la humanidad.

«Era como si alguien golpeara un barril con un martillo»
El oficial de comunicaciones Vladimir Orlov vivió a bordo aquellos dramáticos instantes. Según su versión, tras una larga travesía tras*oceánica sumergidos, la tripulación y el capitán Savitsky «estaban exhaustos». Las cargas de los destructores norteamericanos explotaban a pocos metros del casco del submarino soviético. «Era como estar sentado en un barril de metal que alguien golpea continuamente con un martillo». Así hostigado, al límite de su resistencia psicológica, presionado por una marinería que exigía defenderse, Savitsky hace un último intento de contactar con Moscú. No hay manera. Enfurecido y desesperado, decide lanzar su mortífero torpedo, aun a sabiendas de que sería el fin también para él y sus hombres: «Los volaremos por los aires; moriremos todos pero hundiremos todos sus barcos», exclama antes de reunir a sus dos segundos a bordo para ratificar una decisión que requiere su consentimiento.
En medio del bombardeo yanqui, a unos centenares de metros bajo el Caribe, los tres marinos celebran una reunión que decidió el destino de la humanidad. Savitsky quiere abrir fuego, el oficial político está de acuerdo. Solo falta Arkhipov. Pero él dice que no. En esas circunstancias extremas, únicamente la frialdad y el coraje de un hombre evitan lo que habría supuesto una catástrofe sin precedentes.

«Un tipo que salvó al mundo»
Arkhipov convence a Savitsky de que haga emerger el submarino. El B-59 asoma a la superficie y da media vuelta a la espera de instrucciones del Kremlin rehuyendo el enfrentamiento con la Task Force norteamericana. Pocas horas después, Kennedy y Kruschev alcanzan un acuerdo que hace suspirar de alivio a toda la humanidad.

Nadie lo supo entonces, ni siquiera Kennedy, pero Arkhipov salvó aquel sábado al mundo. Su historia no se hizo pública hasta 2002. En un congreso celebrado en La Habana a los cuarenta años de aquel episodio, Mcnamara, basándose en documentos estadounidenses desclasificados, admitió que la guerra nuclear estuvo más cerca de lo que nadie había pensado. Thomas S. Blanton aclaró a que se refería: «Un tipo llamado Vasili Arkhipov salvó al mundo». Aquel tipo había muerto tres años antes.
 
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