En ningún momento he negado que las religiones, incluido el cristianismo, fuesen una secta en origen.
Lo que digo es que esa entrada de la definición de secta se ajusta a lo que estamos tratando aquí.
Parece que quieras desviar el tema haciendo como que te ataco...
Por lo que has escrito anteriormente se deduce que conoces esta organización, o como la denomines, y no quieres que se la vincule con el concepto secta. A mi me falta información como para ser categórico pero, por intuición, estos pastiches modernos de querer traer la selva a Europa en forma de retiros espirituales, aderezados con tomas de ayahuasca o secreciones de rana, me huelen muy mal. Y lo más importante, actúan como canalizadores de algo tan ancestral y eterno como es la búsqueda de Dios en el ser humano. Obtener respuestas y remedios a los males que nos aquejan. La espiritualidad que muchos niegan y persiguen de la tradición cristiana la acogen y la publicitan en forma de chamanismo e ingesta de brebajes, que no son más que sustitutivos exógenos de una espiritualidad que, más que en gurús y plantas, se forjo con algo mucho más solido y pétreo, como es la cruz que llevamos todos los días a cuestas.
No hace falta conocer a fondo el género humano para darse cuenta de que una persona perdida, desesperanzada, intoxicada de relativismo y huérfana de referentes sólidos es muy fácil de sugestionar para que confíe en lo que alguien, con buenas palabras e intenciones dudosas, le venda como una puerta abierta al paraíso y a la paz. A la luz. Todos anhelamos eso y los caminos son inescrutables, pero tenemos que saber muy bien en manos de quien y de qué nos ponemos.