No sabes la tranquilidad que da dejar de oír cosas como:
-A veces tengo la sensación de que no me quieres
-Necesito que me escuches y que me digas lo que realmente sientes (como si lo supiese) y me lo demuestres
-Me siento poco atendida
-Quiero que hablemos de nosotros (cuerpo a tierra)
Toda esa cosa se acabó, todas sus neuras, sus meadas fuera del tiesto, sus lloreras por cosas absurdas... Todo eso se lo come el otro. Estoy pasando un climaterio que es un verdadero paseo. Recuerdo el climaterio de mi progenitora, abrir la puerta de casa era como abrir las puertas del infierno, cada día un cristo nuevo por cualquier absurdo. Ahora es como si me paseara por el infierno con traje espacial, sus cosas no son para mí.