Al ESTADO nunca le ha importado ni le importará la vida de las personas. El ESTADO vela por el interés de las minorías poderhabientes que lo conforman, por tanto velan por el propio ESTADO, por su perpetuación, por su sostenimiento, por sus cuentas, etc. Para el ESTADO no existen los humanos sino como números y cifras en una hoja de cálculo.
Las leyes de tráfico, por ejemplo, no son para salvar vidas, sino para salvar (o engordar) las cuentas del ESTADO y de las aseguradoras. Y ahora ya definitivamente para ir convenciendo a la gente de que cuando ya no pueda usar el coche, no será porque las castas de expertos del dúo ESTADO-CAPITAL les hayan engañado con el mantra del progreso perpetuo y la economía creciente perpetua, sino que no podrán usar el coche por el cambio climático... el cual sería culpa de TODOS, no de las castas de expertos que componen el dúo ESTADO-CAPITAL.
Las normas de tráfico cada vez más restrictivas no tienen por objeto
salvar vidas, sino
salvar las
arcas del ESTADO (muchos de los accidentados generan gastos para la sanidad estatal, y las multas
salvan la vida de las
arcas del ESTADO) y para
salvar las
arcas de las aseguradoras (los seguros se siguen pagando pero hay menos accidentes, por tanto menos accidentados a los que cubrir con el seguro contratado).
¿Algún día entenderá la gente que
estructuras gigantescas (por tanto deshumanizadas) como son el ESTADO (y todas sus administraciones) y el GRAN CAPITAL ven a los humanos como meros números y cifras en sus hojas de cálculo?
Parece que no, que nunca lo entenderán.
Y esto no quiere decir que los altos políticos, o altos funcionarios o grandes empresarios que deciden todo no sean humanos y nosotros seamos mejores; son humanos deshumanizados que cobran por hacer su trabajo, es decir, que nosotros haríamos lo mismo en su lugar; sucede simplemente que no estamos en su lugar, aunque algunos, por lo que se ve, sí querrían estar en su lugar.
Es decir, la DIFERENCIA, es que algunos (pocos por desgracia) no queremos una sociedad así y hacemos propuestas para construir entre todos otro tipo de sociedad; mientras que otros se quejan de todo y se sienten víctimas y sólo víctimas, cuando lo cierto es que son corresponsables de todo lo que sucede, son sostenedores del STATU QUO dada su cosmovisión y quehaceres diarios... y en última instancia incluso les gustaría formar parte de ese PODER CONCENTRADO (dúo ESTADO-CAPITAL) que dirige la totalidad de la existencia del PUEBLO LLANO.
Más resumido aún: se quejan de la hijoputez de los que mandan, pero no les importaría formar parte de ese club selecto.
Con lo anterior, repito, no afirmo que las minorías poderhabientes que conforman el dúo ESTADO-CAPITAL sean extraterrestres o desalmados, sino que obran como tienen que obrar dado el PODER que ostentan; cuando tienes poder sobre millones de personas, te deshumanizas aunque no quieras, porque de lo contrario no podrías ejercer el PODER que has querido alcanzar y ejercer.
Pongamos ejemplos más cercanos y más sencillos de entender:
El médico de la Seguridad Social que tiene que atender a 50 personas cada día... Si "empatizara" con todos sus pacientes y les dedicara una hora a cada uno, el médico moriría antes que ellos (por somatización extrema). Por tanto
el médico funcionario se deshumaniza aunque no quiera, porque de lo contrario no podría seguir en ese trabajo y cobrando su sueldo. Por eso todo funciona a base de "protocolos" y los médicos ya no son médicos, sino seguidores de protocolos con los que ni siquiera están de acuerdo o ni siquiera entienden. Para un médico de una gran ciudad un paciente no es un humano, es un objeto susceptible de ser protocolizado.
El PODER tiene sus propias reglas, es así y no puede ser de otra manera. Y el problema no es del poder o de los poderosos, sino de los ingenuos que creen en la posibilidad de la existencia de un PODER "bueno"; o peor aún, creen en la posibilidad de la existencia de un PODER CONCENTRADO BUENO (como es el poder del ESTADO y todas sus ramificaciones: poder concentrado militar, poder concentrado político, poder concentrado judicial, poder concentrado económico, poder concentrado sanitario, poder concentrado educativo, poder, poder, poder y nada más que PODER CONCENTRADO). Y todo ello con el aplauso de los ESTATÓFILOS-ESTATODEPENDIENTES.
Los liberal-capitalistas que no se vengan arriba, porque el capitalismo también genera PODER CONCENTRADO ECONÓMICO. Y esto es lógico por mil razones, entre las cuales está la principal:
EL ESTADO CREÓ EL CAPITALISMO
