Ahí está el terrible, grandísimo error.
A un médico se le pide que cure, no que conozca a Parménides. Y sin embargo para su posibilidad de ser médico le cuenta lo mismo eso que la química.
Por eso las pruebas de este tipo tienen en cuenta desde la regularidad pasada (no se es la misma persona con 15 años en plena adolescencia que con 18), se le cuentan asignaturas que nada tendrán que ver con su futura profesión o se le cuentan posibles disparidades de un criterio imposible de unificar.
Eso sin contar con que podemos ser especialmente en un área y torpes en otra. Qué huevonudo, l¡imitemos a los que son especialmente hábiles!
Estos sistemas, como todo estas pruebas, priorizan la memoria sobre otras cualidades. Quien tenga más memoria tendrá más posibilidades. Porque puedes tener una capacidad matemática prodigiosa, pero tener una capacidad memorística muy baja y otras asignaturas ir flojo.
Ya lo decía Einstein, que la memoria era la inteligencia de los orates. Pues eso es lo que premiamos.
---------- Post added 09-nov-2017 at 20:25 ----------
Reconvertido dijo:
Luego ya se podrá discutir qué se debe baremar y cómo.
Es decir, cómo ha de ser el examen
Pero que ha de haber exámenes es indiscutible.
No, claro que no. Eso te parece indiscutible a ti.
Si una persona quiere hacer una carrera de matemáticas, sería muchísmo más lógico hacer una prueba exclusivamente de matemáticas, y luego otro tipo de pruebas, psicotécnicas y hasta psicológicas para saber si es adecuado.
Incluso propondría que las aulas de primero de cada facultad fueran mucho más grandes, siendo luego muchísmo más estrictos a la hora de dejar pasar. Que la criba fuera en primero, valorando ya con la materia concreta y no puntuando cosas que nada tenga que ver.
Luego nos extrañamos de que en el País Vasco te pidan euskera y se cometa la increíble absurdez de que sea el primer requisito para un médico.
El concepto mérito aplicado como lo aplica el estado es absurdo.