*Tema mítico* : Concepto de descapitalización

Luisito, y... ¿a mi post puede echarle un vistazo cuando pueda por favor, que lleva ya un tiempo esperando respuesta?

Gracias.

8cilindros dijo:

Son 5 características las que tienen los bienes de capital:

- Heterogeneidad: una cafetera no es igual a una grúa.

- Especificidad: precisamente por ser heterogéneos, los bienes de capital tienen usos específicos. Una cafetera sirve para hacer café, no para levantar bloques de hormigón.

- Limitada convertibilidad: por ser heterogéneos, los bienes de capital son en mayor o en menor medida dificilmente reconvertibles y si son reconvertibles, no es fácil, sino muy costoso.

- Limitada divisibilidad: una cafetera partida por la mitad no te da 2 cafeteras pequeñitas, sino un objeto roto sin valor para hacer café.

- Complementariedad

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Encuentro disparatada, incluso surrealista, la clasificación de Rallo, además de redundante en algunos puntos.

Los bienes, sean de capital o de consumo, son solo soluciones, soluciones a ciertos problemas.

Una solución, es un objeto necesariamente muy abstracto, y dada la inmensa variedad de problemas económicos, establecer una clasificación de las soluciones es un acto académico estéril.

Muchos bienes de producción, los que llamamos materias primas, como el acero, la electricidad o el agua, son tan extremadamente inespecíficos que son al mismo tiempo, materias primas, bienes de consumo y bienes de capital.

En un hospital tenemos bienes de consumo, como los medicamentos o las jeringuillas desechables (son bienes de consumo porque son destruidos, consumidos, en cada curación) junto a bienes de capital, como aparatos de diagnóstico o quirófanos.

Ciertos medicamentos son mucho más específicos que otros, siendo todos ellos bienes de consumo, y ciertos bienes de capital, como un scanner TAC, son extremadamente inespecíficos y pueden emplearse para observar muchas clases diferentes de dolencias.

Lo que diferencia los bienes de consumo de los bienes de capital, o simplemente capital, y esta es una frontera artificial porque la realidad es continua, sería la posición lógica que ocupan esos bienes como soluciones en la cadena causal.

Los bienes de consumo, una aspirina o un queso, son soluciones directas a problemas (económicos) humanos. En muchos casos, pero no siempre, estas soluciones son destruidas junto al problema que solucionan.

Tenemos hambre, dolor de cabeza, una aspirina y un queso.

Una vez solucionada la situación problemática, el dolor de cabeza y el hambre (los problemas) han desaparecido, pero el queso y la aspirina (las soluciones) también.

Los bienes de capital son soluciones de "orden superior"

Cuando el quesero trata de construir un queso, una solución a problemas humanos, se encuentra con el problema de que tiene que hervir o batir la leche.

Cuando el productor trata de resolver los problemas del consumidor, le surgen problemas que son solucionados mediante bienes de capital: una ordeñadora de ovejas o batidora industrial, por ejemplo.

Los bienes de capital existen a muchos niveles lógicos superpuestos y forman una estructura muy compleja.

La decisión entre dedicar el esfuerzo a producir el bien que se desea obtener o a producir las herramientas que facilitarán producir ese bien está siempre presente en el productor y forman parte esencial de las artes y oficios.

Es muy difícil que un profesor de economía pueda sistematizar este problema cuando los artesanos, ingenieros y técnicos llevan siglos discutiéndolo sin llegar jamás a un acuerdo.

Los bienes que tienden a venderse en el mercado en grandes cantidades durante décadas (que no pasan de moda) se producen mediante entramados muy eficientes pero muy rígidos y costosos. Un tren de laminación de acero en caliente, un gran telar o una refinería de petróleo son ejemplos.

Los bienes que tienden a seguir modas más efímeras, por ejemplo los modelos de coche, se producen con máquinas de larga duración, como grandes prensas, que tienen matrices intercambiables.

Estas matrices de estampación tienen un coste enorme, que incluye el diseño de la carrocería, y solo son viables si estampan centenares de miles o millones de aletas de un modelo de coche.

Las tiradas menores se hacen con máquinas herramientas más versátiles pero mucho menos eficientes o por medios artesanales.

Es muy difícil encontrar una pauta teórica general en todo esto que pueda usarse en una teoría económica.

Por ejemplo: el sector de la ropa y de la moda, aparenta ser un disparate económico porque cada otoño-invierno tira a la sarama todo lo que había desarrollado y reinventa el mundo desde cero.

El sector de la moda puede permitirse esto y ser viable porque los cambios radicales en el mundo de la moda son cambios más abstractos (estéticos) que materiales y porque la maquinaria textil lo permite.

Durante la fase de corte y confección, cortan las mismas telas con nuevos patrones y confeccionan la nueva ropa con las viejas máquinas. Si necesitan nuevas telas, cargan hilos diferentes o en un orden distinto, en los mismos telares.

La descapitalización es difícil de visualizar como un proceso físico porque ocurre de miles de formas diferentes.

Una economía se capitaliza cuando produce de manera sostenida un excedente, cuando consume en solucionar los problemas presentes de la gente un valor menor que el valor que produce.

Ese excedente, para que sea acumulable a largo plazo, tiene que tener la forma de bienes de capital o herramientas.

No sirve producir un excedente de leche y acumular en grandes depósitos para el futuro el 20% de la leche que consume un país.

Lo que puede acumularse, y usarse en el futuro, son herramientas como carreteras, máquinas, hospitales o escuelas. En este sentido, los bienes de capital, que deben ser "acumulables" suelen ser bienes de larga duración en el tiempo: una prensa de estampación estará diseñada para durar 50 años y estampar las piezas de 30 modelos de coches mientras que cada matriz que se monta en esa prensa durará 5 años y estampará una pieza de 1 o 2 modelos de coche.

En Estado ignora, o prefiere ignorar, que este excedente tiene utilidad económica y bajo la escusa de que no resuelve problemas inmediatos lo confisca y "gasta"

Nada es más destructivo para una economía que los impuestos a los beneficios del capital (el Impuesto de Sociedades) pero pocos políticos, incluso "liberales" son capaces de ver esa destructividad.

En una economía libre el beneficio es un premio ilusorio con el que el mercado seduce a los inversores. El beneficio como premio prometido, estimula el ahorro y la inversión, esto es, la construcción de tejido productivo con ese ahorro, pero es un premio que el inversor nunca llega a obtener.

En una economía de mercado, el inversor siempre invierte sus beneficios lo que hace que el beneficio del capital no sea un coste para el sistema: cuando el mercado entrega a los inversores el premio prometido en forma de beneficio, los inversores devuelven al mercado el beneficio en forma de nueva inversión.

El Estado captura estos beneficios y los destruye, saboteando el sistema.

Con diferencia, la herramienta de destrucción del ahorro y descapitalización que tiene el Estado es la política monetaria del Banco Central.

Los Bancos Centrales son las armas de destrucción económica por excelencia pero explicar este proceso exige docenas y docenas de posts.

En mi hilo magufo hay algunos posts sobre esto pero algún año de estos intentaré escribir un resumen del asunto.