Numerosas fuentes hacen referencia a sacrificios humanos efectuados entre los pueblos de Hispania.
Cicerón asegura que "los sacrificios humanos tenían en Hispania el mismo carácter que en la Galia, donde eran muy frecuentes" (Pro. Font. XIV).
César, es más explicito, "los que se ven aquejados de enfermedades graves o andan en continuas luchas y en peligro inmolan hombres como víctimas o hacen votos de inmolarse ellos mismos, pues creen que no hay modo de aplacar a los dioses inmortales si no es ofreciendo la vida de un hombre por la de otro (Cesar:B. G., VI, 16).
Strabon dice que los lusitanos extraían y examinaban las vísceras sin separarlas del cuerpo; observan asi mismo las venas del pecho y adivinan palpando. También auscultan las visceras de los prisioneros, cubriéndolas con "sagoi" (mantos especiales de lana).
Cuando la víctima cae por la mano del "hieroskópos" (adivino), hacen una primera predicción por la caida del cadaver. Amputan las, manos derechas de los cautivos y las consagran a los dioses"...
Cabe pensar que este tipo de ceremonias fueron relativamente frecuentes entre los lusitanos y otros pueblos del interior peninsular, los romanos tras su conquista dictaron prohibiciones para tales prácticas, que de todas maneras se siguieron realizando.
No repitas esos añejos disparates.