progenitora mia que debates más orates.
Aquí (en todas partes) nadie (o muy pocos) es libre porque ninguna cultura ha renunciado aún al poder; las relaciones se basan en el poder (intimidación sutil o grosera, dominio, coacción y amenaza (sutiles o grosesras), etc. Y eso lo hace el miedo a salirse del patrón cultural heredado. Ahora hay menos represión de la grosera pero la autorepresión (el empeño en seguir dentro de la inmoralidad que es la creación artificial de clases sociales, roles culturales de mujeres, hombres, niños, etc) que se proyecta fuera reprimiendo (intentando dominar y controlar la vida de los demás) sigue operando totalmente. Nada ha cambiado, seguimos siendo esclavos de la vieja cultura explotadora. Hay una base de nuestra herencia animal pero a estas alturas, tras millones de años de evolución, la crueldad, la violencia (hoy psíquica y de un refinamiento nunca antes visto) y el ansia de dominio sobre cosas, territorios y personas (especialmente los familiares propios) continúa por nuestro miedo a soltar la tradición y vernos forzados reinventarnos de 0.