Es que lo que no sale en la encuesta es el USO social. Os pongo un estudio proviniente de la propia Generalitat menos complaciente. El castellano es la lengua más hablada en Cataluña con diferencia, y la preferida en relaciones informales.
http://www20.gencat.cat/docs/Llengcat/Documents/InformePL/Arxius/IPL2012.pdf
Desde el 2008 está reculando su uso social, no su conocimiento. ¿De qué sirve conocer una lengua que nadie usa? Todos los cuarentones con estudios universitarios también conocemos el latín porque era una asignatura obligatoria de BUP, y es una lengua muerta.
Ya os digo que en buena parte de Barcelona y su área metropolitana, donde se concentra la gran mayoría de la población catalana, la imposición del catalán en la enseñanza, en bastantes casos a manos de senyos con mucha mala leche y cara de palo que creen que el catalán es mucho mejor que el resto de los idiomas del mundo mundial, está causando un absoluto rechazo en las nuevas generaciones de castellanohablantes, que por otra parte no necesitan el catalán para nada en su vida diaria ni para el trabajo.
Para muchos es una agradable sorpresa salir del colegio y ver que era el único lugar donde se les exige el catalán, la calle es completamente diferente. He tenido compañeros de trabajo hijos de la inmersión que se negaban a hablar en catalán incluso con sus superiores, decían que habían tenido suficiente con el colegio.
Las imposiciones no gustan a nadie, y menos en lo que respecta a la lengua que uno ha aprendido ni más ni menos que de su progenitora. Lengua materna. Si nos tocan la lengua materna, nos tocan a la progenitora. A todos.
Creo que se están equivocando y que el catalán pasará a ser una lengua de uso restringido a algunos ámbitos, si no muerta, como pasó con el latín, en muy pocos años, a no ser que les dé a todas las catalanoparlantes por fundar familias muy numerosas para corregir el desequilibrio demográfico.
Cuando yo era pequeña el catalán era voluntario en los colegios, tengo más de cuarenta años y vengo de un sitio donde no hay ni había ni un solo catalán de origen. Cuando los maestros hablaban entre ellos en catalán no me enteraba ni de papa. Tuvieron el detalle de introducir el catalán gradualmente y no obligar a nada.
Yo le cogí bastante cariño, y muchos de mis compañeros, me empeñé en aprenderlo y usarlo, incluso me catalanicé el nombre. Creía que el catalán necesitaba ser protegido y que es una lengua muy bonita, y que cuantas más sepamos, mejor (en ello continuo).
Ahora que soy perfectamente bilingüe y nadie puede suponer al oirme hablar catalán que no tengo ni una sola gota de sangre catalana, oigo comentarios sobre mi lengua materna y sobre los lugares de origen de mi familia que me encienden la sangre. Además de falsos, son xenófobos y supremacistas, llenos de repruebo y rencor. La cosa ha ido a peor con la locura independentista y le estoy cogiendo bastante manía al tema. Hay mucha más gente de mi edad que está haciendo el mismo recorrido y se está sembrando en las nuevas generaciones la semilla que va a hacer recular definitivamente el uso social de la lengua.
Se está creando una fractura que no puede acabar bien.