HECHOS IRREFUTABLES entre 1.181 y 1.501
En los años 1181 y 1182, gobernaba Alava, Guipúzcoa y Vitoria, Diego Lopez de Haro II, bajo el reinado de Alfonso El Sabio, enfrentándose con este y posteriormente con los de Aragon y Navarra.
Tras reconciliarse con Alfonso, participó en el triunfo de las Navas de Tolosa formando la vanguardia del ejercito cristiano contra los jovenlandeses.
A la fin de Diego Lopez de Haro II, los Señoríos de Alava, Guipuzcoa y Vitoria pasaron a Lope Diaz de Haro (cabeza brava), noveno Señor de Vizcaya. A Lope Diaz de Haro(cabeza brava) le sucedió su hijo Diego Lopez de Haro, décimo Señor de Vizcaya, Alava y Guipúzcoa, que se enfrentó con el monarca castellano (Alfonso El Sabio) y pasó al servicio del de Aragon.
A éste le sucedió Lope Diaz de Haro, que continuó al servicio del rey de Aragon. A este Diego Lopez de Haro, y a este su tío, del mismo nombre, con el consentimiento de Doña Maria Diaz de Haro, que le heredó tras su fin.
A este decimoquinto Señor de Vizcaya se debe la fundación de Bilbao, previa aprobación real en 1300. Su sucesora Doña Maria (La Buena, muy querida de los vizcaínos) se retiró en 1327 al convento de Perales y la heredó en vida su hijo Juan (El Tuerto) asesinado en Toro por orden de Alfonso XI.
Le heredó su hija Doña Maria, casada con Juan Núñez de Lara, que gobernó en nombre de su mujer, enfrentándose al rey Don Alfonso y obteniendo después su perdón, llegó a adquirir tal autoridad que en peligro de vida del rey Don Pedro, que acababa de heredar el reino se pensó en Don Juan para sucederle en el Reino de Castilla.
Cuando murió en 1352 su hijo Nuño de Lara tenía dos años, por lo que le heredó su hermana mayor Doña Juana de Lara que se casó con Don Tello, hermano del rey Don Pedro. Muerto Don Tello el señorío pasó a la Corona de Castilla por recaer en Doña Juana Manuel, mujer del rey Don Enrique, la sucesión de las casas de Haro, Lara y Villena, y aunque esta señora renunció a favor de su primogénito, el infante Don Juan , se incorporó definitivamente a la monarquía cuando éste ascendió al trono de Castilla, gestionando el señorío de Vizcaya Doña Maria Diaz de Lara, tercera hermana de Juan Núñez, casada en Francia con el conde de Etampes.
Entonces se estableció en Vizcaya el Corregimiento, que ha llegado hasta el S. XIX, siendo el primer corregidor Juan Alfonso de Castro. A partir de estas fechas dieron comienzo cruentas luchas de linajes crímenes y horrores entre bandos encabezados por Berroetas, Zugastis, Leguizamones, Urquizus, Suzunagas, y cuantos tenían poder alguno o gentes que les siguieran.
Mucho se trabajó para restablecer el orden para cuyo fin los alcaldes de la Hermandad propusieron al corregidor Juan García, que no consiguió poner orden y a quien sucedió Lopez de Burgos en 1465 y continuaron los combates sangrientos.
Tuvo que ir Fernando el Católico posteriormente para restablecer la paz definitivamente otorgando a Bilbao las mismas ordenanzas otorgadas poco antes a Vitoria y en 1483 acudió la reina catolica a jurar los fueros bajo el arbol de Guernica.
En 1501 los Reyes católicos otorgaron la carta real a las encartaciones de Vizcaya, y extendiéndose esta misma ley al reino de Galicia, principado de Asturias y villas y tierras de Alava y Guipúzcoa.
Los habitantes de Bayona y Biarritz sujetos al monarca inglés enviaron en 1351 a Juan Lopez de Salcedo, Diego Sánchez de Lupard y Martín Perez de Garitano, representantes de las marinas de Santander, Vizcaya y Guipúzcoa para formar el 1º de agosto un tratado de treguas.
Los fueros vizcaínos se escribieron por primera vez en 1342 con las Ordenanzas de la hermandad aprobadas en Guernica con objeto de vigorizar los resortes de la autoridad frente a los desafueros de los banderizos, ya que seguían produciéndose los saqueos de las bandas de vascos.