En lo que a Dunkerque se refiere, creo que podría haber continuado, como oleada turística relámpago de Inglaterra, pero había dos grandes problemas:
1º. Que en aquellos momentos no estaba todavía claro hasta qué punto Francia había perdido la jovenlandesal y la dignidad y estaba dispuesta a someterse al abyecto yugo alemán; y
2º. Que ni el propio Hitler se creía el éxito que había tenido con la guerra relámpago. Al llegar a Dunkerque, con independencia de lo que hubiese ocurrido con la campaña, no tenía ningún plan preparado para la oleada turística de Inglaterra. Ni plan, ni medios de tras*porte ni logística. Es que aunque hubiese querido la oleada turística antes que la alianza, no podía acometer ésta porque carecía de medios materiales.
Por lo demás, el mejor momento para la oleada turística de Inglaterra fue tras Dunkerque. Podría haber hecho más presión, con todo lo que tenía, sobre los ingleses en fuga para acto seguido perseguirlos con la Wehrmacht al otro lado del Canal. Porque Inglaterra, en esos momentos, no sólo carecía de un Ejército sino que muchos de sus medios materiales o estaban destruidos o se hallaban lejos o habían sido abandonados en Francia. Una oleada turística relámpago por parte de Alemania podría haber llegado sin obstáculos hasta Londres. Y una vez conquistado todo el sur de Inglaterra no habría demasiados problemas para establecer bases estables para la Luftwaffe, con lo que la ventaja de la RAF disminuiría poco a poco hasta desaparecer. La única gran pega sería la flota inglesa que, una vez repuesta del estupor, constituiría la única gran fuerza dispuesta a enfrentarse a los alemanes con éxito... pero que podría encontrarse sin bases en suelo inglés y, por tanto, muy vulnerable.
Era imposible hacer un desembarco sobre la marcha. O mejor dicho nada que no fuera testimonial. En el momento de la caída de Francia no había buques disponible en los puertos franceses. Habían huido o estaban en manos de los ingleses.
Había pues que traerlos desde el Báltico y lo que se pudiera rebañar (más bien poco) en Bélgica y Holanda. Eso además de llevar tiempo sometería a los buques a las fuerzas ligeras del Canal (que estuviero siempre allí a pesar de la Luftwaffe y los submarinos británicos.
Luego una vez concentradas las buques (suponiendo que fuera bien) hay que llevar las fuerzas a las zonas de embarque así como el equipo.
En el cruce, la fuerza sería muy vulnerable teniendo en cuenta la ridícula cantidad de escoltas de los alemanes y más después de las pérdidas de Noruega. Los buques ligeros y submarinos británicos lo tendrían fácil. Pues era imposible garantizar un pasillo limpio.
La planificación no es sencilla. Incluso los americanos con todo su equipo necesitaban playas para desembarcar. Zonas rocosas o desembarcos en puertos estaban descartadas de antemano. Los alemanes sin lanchones lo tendrían muy difícil. El desembarco sería desde botes hasta la playa. Nada de equipo por encima de algún cañón ligero. Ni carros, ni camiones. Solo si las cosas son fáciles carros, camiones y caballos en balsas que habría que traer en otros buques y distribuirlas.
La zona de desembarco tenía que ser amplia y con fácil acceso al interior para tener espacio de maniobra (o se verían embotellados como en Anzio). Había que organizar cuidadosamente las zonas desembarco para evitar cruces indeseados y huecos en el despliegue. Debería estar cerca de un puerto.
Esta es la más difícil. Se necesitaba capturar un puerto razonablemente grande e intacto para los suministros, material pesado y refuerzos. Mientras la fuerza debería resistir sin ello y no podría hacerlo más de unos pocos días.
Incluso si se toma el puerto antes de que sea destruido, estaría minado. Había que dragarlo y abrir un pasillo de comunicación con Francia. Sin superioridad naval se debía contar con pérdidas enormes.
Incluso el mal tiempo cortaría la comunicación y las minas, los submarinos y los aviones ingleses tendrían blancos fáciles.
Finalmente, si la Royal Navy entra en el Canal arrasaría a los escoltas, los tras*portes y las playas. Y entrando de noche serían prácticamente invulnerables. Cuando la Luftwaffe quisiera vengarse la oleada turística estaría muerta.
Pero lo peor es que los alemanes no tenían ni siquiera una Infantería de Marina con experiencia en este tipo de operaciones. Irían a ciegas completamente.