Porque lo bueno de la comida española, que es su gran diversidad, es lo que la hace tan difíclmente exportable.
La gastronomía de otros países se centra en pocos productos (Italia: pasta y pizza, Japón: sushi, México: tacos), en cambio en cada provincia de España tenemos muchísimas cosas. Marisco de Galicia, morcilla de León, Ibéricos de Salamanca, pescado blanco del Cantábrico, ternera vasca, verdura de la ribera del Ebro, jamón de Extremadura, arroces de Alicante, lechazo castellano, migas manchegas, gambas de Huelva, hortalizas de Murcia, atún de Cádiz, etc etc
Vamos, que no tenemos algo que podamos homogeneizar y establecer como comida española, por lo que al final lo único exportable de nuestra gastronomía son solamente 2 platos: la paella y la tortilla que precisamente son bastante mediocres.
Además de que son dos platos que como no los sepas hacer bien (que es lo que pasa la mayoría de veces), te pueden quedar secos y da repelúsntes. Y muchos de los restaurantes o franquicias españolas en el extranjero no los saben hacer.
Por no hablar de la odiosa "sangría", bebida que en España no se suele beber, pero que sin embargo fuera de España es la bebida española por antonomasia.