Yo he estado en Oporto y Lisboa y no me pareció que tuvieran un nivel de inglés demasiado competente, a diferencia de Flandes o Ámsterdam (donde sí que hablaba inglés todo quisqui y bastante bien).
En el caso de España, es una mezcla de cagacorralismo hasta bien entrados los 60 y nuestra apertura económica, sumado a un sistema educativo de cosa (es cómico que los chicos estén 12 años estudiando inglés 4 horas a la semana y no salgan del instituto al menos siendo capaces de comprender, escribir y hablar más o menos bien) y a que, en general, el español es un idioma que sí da acceso a muchos contenidos y cultura, y tiene cierta relevancia internacional, así que no nos ha hecho tanta falta.
El sitio de Europa donde peor inglés he escuchado, por cierto, y con diferencia, es Francia.