Llevo años complementando una baja actividad laboral, con mis ahorros. Lo que me permite desarrollarme como persona en lo que me interesa, en lugar de estar echando horas para que algún capitalista cabrón se compre el X7 de rigor, su chalete con piscina, y sus apartamentos de mar-montaña para los puentes, mientras dice que trabaja 16 horas diarias, cuando en realidad lo que hace es quedarse con las plusvalías de sus currantes de forma salvaje, en lugar de de forma razonable.
Me ha permitido también rechazar ofertas de trabajo de cosa, y reírme en la fruta cara de mucho empleador que se lo merecía.
Lo único que ha traído de bueno el euro ha sido estabilidad monetaria, y una inflación que prácticamente no existe en los productos básicos. Nuestros políticos hijosdelagranputa trademark, ya se han ocupado de subir tasas, luz, agua y gas por su cuenta, además de mantener la burbuja de la vivienda. Pero eso es otra historia.
Un país con inflación alta hace imposible al currante salir de pobre en su fruta vida, o ahorrar para montar un negocio. Es una sociedad adicta a la deuda, que obliga a sus ciudadanos a endeudarse para emprender cualquier negocio, y quedar entrampado y pillado de por vida. Las sociedades pobres y caóticas son inflacionarias, las avanzadas y organizadas, no lo son. Por eso el Marco era una moneda muy fuerte, y la Lira una fruta cosa.
Los ahorros pueden ser también un colchón con el que complementar subsidios y ayudas varias si te ves en esa situación.