Hasta ahí vale. Es lo normal, es sano.
Ahora definamos lo que pretende decirnos el op: padres langostos orates, añado que en este primer párrafo comento casos sin llegar a extremos:
El padre ausente que no ha dado ni un buen consejo a sus hijos, delegó toda la crianza en su santa esposa y se gastó la mitad del jornal en vicios. Eso no es un padre, es un tipo que va a su bola en el mejor de los casos. Los padres guían, educan, dan ejemplo, etc.
El padre que ha pagado a sus hijos comida, techo y estudios, piensa que ya lo ha hecho todo y que los hijos deben rendirle pleitesía absoluta, sumisión, por ello. Eso no es un padre, es una beca, un subsidio o un préstamo usurero, en el fondo los que piensan así en realidad lo han hecho por obligación, por sacar posibles réditos de sus hijos, por el qué dirán los vecinos y no, agradecimientos los justos porque la sociedad es una cadena y sus padres hicieron lo mismo por ellos en un contexto bastante más difícil.
El padre que dice hacer lo mejor o ser solícito con sus hijos de cara a la galería, pero que en realidad en su entorno es como el perro del hortelano, ni come ni deja comer, no sea que algún hijo salga mejor que él y deje de ser "el jefe", llegando al boicot, desprecios, provocaciones de líos familiares, mentiras y manipulaciones, lo que se llama "la ceremonia de la confusión".
A partir de ahí cosas peores hay, claro, estos casos los conocemos por ser muy visibles. Alcohólicos, maltratadores, soberbios de postureo, narcisistas, o los egoístas que directamente se dieron el piro y los abandonaron.
Lo malo es cuando alguien te dice algo tal que así: "mi padre es iluso desde que se levanta hasta que se va a dormir, pero al menos no le pega a mi progenitora. Oye perfecto, es para contestarle: "vale, no le pegues tú tampoco pero hazle saber que irá a una residencia cutre y encima restriégale por la cara que se la estás pagando tú, igual que la SS, medicinas, etc. vía cotizaciones e impuestos". Un hijo decente y bien educado que tuvo buenos padres NUNCA los dejaría en una residencia aparcados como un coche y no solo por el cargo de conciencia, también porque disfrutaría con ellos a pesar de tener que cuidarlos. Quid pro quo.
El orate más insidioso es el que lo disimula muy bien, compadezco a los que se lo han encontrado en casa, sea su padre o su progenitora.