Emmanuel Todd: «EE.UU. dejará de ser la única superpotencia en diez años»
El autor de «Después del Imperio» considera que el declive estadounidense es irreversible por sus problemas económicos y que su contrapeso será el eje euro-asiático de Europa y Rusia
Enrique Clemente madrid
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JUAN LÁZARO
En Después del Imperio (Foca), Emmanuel Todd rebate la percepción casi unánime que ve a Estados Unidos como una hiperpotencia invulnerable. Para este polémico historiador, demógrafo y politólogo francés, el coloso tiene los pies de barro y su declive relativo es irreversible.
-Los principales se refieren a la realidad de su economía. Sobre todo hay dos datos muy importantes: su gran déficit comercial, que le convierte en un mendigo planetario, y el debilitamiento relativo de su industria. El poder militar debe estar acorde con el industrial y como éste se está debilitando, tarde o temprano lo hará el militar. - ¿Cómo interpreta la guerra contra Irak? -Creo que ha sido un gran teatro, se ha hecho para crear la ilusión del poder americano. Con la ilusión del poder militar, el dólar -que es la clave de todo- subió. Pero una vez que se ha acabado, la incertidumbre económica vuelve y el dólar baja. Se puede decir, con ironía, que si los problemas se acumulan en Irak y el dólar se hunde, los marines deberán regresar en autostop. -¿Cómo valora la situación en Irak? -En Irak no hay democracia, sino una mezcla de caos y de dictadura militar ejercida desde el extranjero. El poder militar americano se va a enfrentar a dos problemas; el primero es la revelación de que la tendencia democrática en Irak es el chiísmo, que tiene un potencial revolucionario y democrático, porque piensa que el mundo es injusto. El segundo es que Estados Unidos no tiene dinero para la reconstrucción, al contrario de lo que sucedió tras la liberación de Europa, con el Plan Marshall. -En términos geopolíticos, de balance de poder, ¿qué ha cambiado? -Lo importante ha sido el proceso diplomático que ha precedido a la guerra, que ha mostrado la debilidad de EE.UU., abandonada por aliados como Francia, Alemania o Turquía. Esto no hubiera sido posible si hubiera sido fuerte económicamente. EE.UU. no tenía los medios financieros para castigar a esos países. Ahora la gente se pregunta si Francia va a sufrir represalias. La respuesta es no, porque EE.UU. no tiene medios de hacerlo y además necesita más el comercio con Francia que lo contrario. -¿En cuánto tiempo va a dejar de percibirse a EE.UU. como la hiperpotencia? -Pienso que en un máximo de diez años y en un mínimo de cinco. La evolución diplomática está yendo muy deprisa. En mi libro predecía el retorno del eje franco-alemán y del más amplio Rusia-Europa, que son el contrapeso a EE.UU., y eso ya se está produciendo. -Pero Europa está dividida. -La supuesta división de Europa no existe. Lo que más me ha impresionado es que Europa se ha convertido en el centro de la oposición a EE.UU. -¿Qué le pareció el apoyo de Aznar a Bush? -Representa la vieja sumisión a Estados Unidos. Aznar ha sobrevalorado mucho el poder americano.
