Se da la casualidad de que no vivimos en una utopía, pero tampoco en una distopía.
Y se da la casualidad de que nuestra sociedad, con carácter general se ocupa de los ancianos de muchas maneras: pensiones de jubilación, cuidados familiares, o residencias, hospitales...
No es perfecto y no siempre funciona como debe, pero es inaceptable dejar morir a un anciano por falta de cuidados. De ahí los escándalos de residencias de ancianos por maltrato y demás.
Y si eso es inaceptable, no digo ya nada de la eliminación de personas por motivos de edad o "porque ya no son útiles". Eso está fortísimamente penado en nuestra sociedad también. Nadie tiene una fecha predeterminada de fallecimiento (salvo cuando había condenas a fin, pero eso era por sentencia y tras haberse cometido un delito) en nuestra sociedad, y nadie está obligado o se le convence para morir a determinada edad.
Esas cosas pasan en películas que son consideradas distópicas y normalmente de género de terror.
Pues además de en esas películas, también sucede en David el gnomo, y contado para niños. Y poniéndolo como normal en una sociedad (ecofascista, eso sí). Y además dejándolo meridianamente claro: David y Lisa tienen la posibilidad de vivir mucho más, y además no tienen ganas de morir, pero qué se le va a hacer, su sociedad determina que tienen que morir el día que cumplen cierta edad y ellos cumplirán como buenos ciudadanos.
Con escena edulcorada de suicidio ritual y todo.
Es normal que los niños se traumatizasen, porque es de terror todo.
Última edición:
