Necesitaba unas tablas para calzar un gato hidráulico para que llegase desde el suelo hasta la parte baja de una furgoneta y he pensado darme un vuelta por el Leroy Merlin, que no está muy lejos de donde vivo. Dicho y hecho. Me voy allí y empiezo a ver los precios de los tarugos y tablones. 10, 20, 30 y más. Me han parecido un poco caros y he pensado que con un palé, haciéndolo tablas pues me sirve igual. He preguntado a uno del almacén de allí y me dice que no tienen porque se devuelven, pero que en la zona de construcción los venden. Total me acerco hasta allí y pregunto a uno de los chicos y me dice que sí tienen y me dice las medidas. Le digo que me da igual que es para desmontarlo y usar sus tablas. Antes de bajármelo de la estantería le pregunto el precio y me dice: 32 euros.
Le he vuelto a mirar y le he dicho, quiero un palé no toda la estantería.
No. Son por unidad, me responde.
Me ha salido del alma decirle 32 euros por un puñetero palé? Anda y que le den por ojo ciego al palé, me voy al polígono y busco uno tirado. El chaval se ha echado a reír como diciendo, eres de los pocos que no pagan estos precios desorbitados.
Efectivamente me he dado una vuelta por el polígono y he cogido uno que me va a venir muy bien para lo que le quiero. Y a cero euros.
jovenlandesaleja. Las cosas no valen lo que cuestan, sino lo que te quieren pedir.