Muy interesante todo esto.
Te he visto últimamente en el foro plantear la falsa dicotomía de que o eres nancy o estás de acuerdo con todo lo malo que pasa, básicamente presentas a los nazis como la salvación, y vengo a resaltarte ésto, porque tu Hitler, pactaba con ésta gente, era amigo de ésta gente y por consiguiente de la religión del profeta ******filo y malo sin sustento bíblico.
Y Hitler dudo mucho que fuera bobo del todo, tenía asesores, y supuestamente también dijo ésto a los biógrafos, aunque quieras decir que no, tienes la mala suerte de que sí se dio la mano y armó a los fiel a la religión del amores, así que recuerda ésto cuando vayas usando la falsa dicotomía que presentas con las "vakunah", además teniendo en cuenta que Hitler era un eugenesista reconocido, los tratamientos forzosos fueron tipificados por los aliados de todas maneras en Núremberg, por las prácticas de éste.
Un pieza tu "Jisler":
«Los únicos a los que considero dignos de confianza son los fiel a la religión del amores» Adolf Hitler
«Estoy convencido de que los pueblos gobernados por el Islam estarán siempre más próximos a nosotros que, por ejemplo, Francia, no obstante la familiaridad de la sangre que corre por nuestras venas». Adolf Hitler
«Es tan solo en el Imperio universal romano que podemos decir que la cultura fue un factor (en términos de Estado). También el gobierno de los árabes en España fue algo infinitamente distinguido: los más grandes científicos, pensadores, astrónomos, matemáticos, una de las épocas mas humanas, al mismo tiempo que una caballería colosal. Cuando mas tarde hizo su aparición el cristianismo, entonces sí podemos decir: los bárbaros. La caballería que nació en los castellanos fue en realidad una herencia de los árabes. Habría sido mejor que Charles Martel no hubiera vencido en Poitiers, ya que nuestra Europa, totalmente subyugada por los judíos, había convertido el cristianismo en algo tan insípido que hubiese sido preferible la victoria del Islam. La religión islámica recompensa al guerrero con la entrada al séptimo cielo. Con esta religión habríamos recuperado de nuevo el espíritu guerrero que nos había arrebatado el cristianismo y hubiéramos vuelto a conquistar el mundo». Adolf Hitler
«Basémonos siempre en esta verdad histórica: el legislador de los fiel a la religión del amores, hombre poderoso y terrible, establece sus dogmas con el coraje de sus armas, aún y la indulgencia y tolerancia de su religión. El legislador divino del cristianismo, viviendo en la humildad y la paz, y predicando el perdón de las ofensas, su santa y dulce religión se convirtió para nuestra ira, en la más intolerante y bárbara de todas». Adolf Hitler